domingo, 26 de julio de 2015

Demogan Propuestas de actualización Ganadera en los trópicos

Corresponden los comentarios que siguen a continuación a la tercera y última entrega de nuestro objetivo de plantear unas propuestas de actualización de la ganadería fundamentalmente de leche en nuestros trópicos medio y bajo.
En la primera entrega concretamos  propuestas para los sistemas de producción con base en pasturas y con suficiente respaldo de investigaciones probadas, para lograr una producción con resultados positivos en los estados financieros de nuestras Haciendas.
Para la segunda entrega profundizamos en el fortalecimiento y consolidación  de nuestra producción local en el mercado interno y en la exportación de los excedentes proponiendo la creación de una atención permanente al mercado externo.
Para finalizar me parece importante la integración que debemos lograr efectivamente con los Industriales de la leche y de la carne y con el Gobierno central para alcanzar entre todos un desarrollo armónico y satisfactorio de la ganadería colombiana.
La forma como se trabaja la ganadería en Colombia, y en muchas partes del mundo, fomenta  en su misma esencia una actitud individualista de los propietarios de las tierras dedicadas a esta actividad. En nuestras fincas y sin pretender ser una exageración, los mismos propietarios deciden, sin la obligación de tener aprobaciones del Estado o de las entidades encargadas de la operación de las actividades en el campo, sus programas de acomodación a esos campos, sus construcciones, sus programas de desarrollo y en fin todas las actividades que tienen que ver con su operación. También somos los ganaderos responsables de nuestros éxitos y fracasos cuando muchas veces por falta de conocimiento y experiencia real decidimos como operamos  finalmente nuestra explotación.
Este estilo, por llamarlo de alguna forma de hacer nuestro trabajo, nos da también una forma de enfrentar los problemas y la vida misma. Nuestras Haciendas son en la mayoría de los casos “reinos” en donde sus propietarios deciden como amo y señor todo lo que quieren realizar.  Muchas veces las cosas resultan mal y se traduce en resultados financieros negativos que echan por la borda todos los sueños que en algún momento tuvimos para nuestra ocupación. 
Para mi esta es la principal razón por la que  los ganaderos tradicionales no somos muy dados a asociarnos o a buscar entre todos una solución más adecuada a nuestros problemas permanentes. Cuando los resultados no se dan, nuestras fincas con el tiempo y sin hacer nosotros nada diferente a perder dinero, obtienen unos valores en el mercado que justifican o mejor tapan cualquier error que nuestras equivocadas decisiones administrativas hayan llevado nuestra operación a resultados negativos.  Esta situación que ha sido real, sobre todo en épocas con altas inflaciones, no nos ha permitido que se consolide una crisis y los ganaderos hagan un balance de la situación que los llevó a pérdidas y cambien su estilo de operación y mejore el sistema como un todo. Esto se repite generación tras generación, sobre todo en las más recientes.
Efectivamente pagamos la contribución a la parafiscalidad, que es una forma de contribuir  entre todos para generar  una solución a nuestros problemas. No nos enteramos realmente de ese hecho y dejamos que otros decidan por nosotros creyendo que no está en  nuestras manos tomar  decisiones comunes e intervenir y buscar sanamente entre todos un mejor andar para resolver nuestros  problemas. Debemos entender que solos no vamos a encontrar la solución adecuada y por eso necesitamos entender la importancia de la participación democrática y efectiva en los entes que tiene nuestro  sistema ganadero.
Dentro de esta misma filosofía tenemos la relación con los industriales de la leche y de la carne. Nuestro mercado de la leche y en menor medida el de la carne, funcionan como mercados de oligopsonio, donde unos pocos se ponen fácilmente de acuerdo y deciden el futuro de las relaciones comerciales para una cantidad muy grande de afectados. Es por esta razón fundamentalmente que los ganaderos tenemos tanta desconfianza con los industriales de la leche, pues muchas veces nos han sacado ventaja en la relación comercial y debemos aceptar sin alternativa diferente lo que ellos proponen y deciden. Su participación en estos procesos de las relaciones entre los industriales de la leche y los productores se limitan a propuestas sobre  los precios y condiciones de compra que los ganaderos debemos aceptar.
Si  queremos crear un sector con un crecimiento sostenido y de futuro este estilo de relación comercial debe cambiar. Con los industriales podemos y debemos tener unas sinergias que nos lleven a otros estadios. Nos podemos comprometer los ganaderos a volúmenes y calidades que compitan eficientemente en los mercados internacionales y los industriales nos pueden ayudar sinceramente a que esos logros sean cada vez más cercanos. De hecho ya hay en Colombia muchas empresas ganaderas e industriales que han llegado a acuerdos más cerca de esta ilusión que ahora planteamos aquí y que han permitido a ambas partes crecer con confianza y optimismo en sus relaciones.
Con el objetivo de resolver  el problema coyuntural que ahora padecemos, generado fundamentalmente por los altos niveles de inventarios de leche en polvo en poder de la industria como consecuencia de la importación ante equivocados pronósticos de escases y con niveles de producción normales, el Gobierno está proponiendo, acogiendo propuesta presentada ya en 2013 por el entonces Ministro de Agricultura Doctor Juan Camilo Restrepo, la creación de un Fondo tripartito para generar excedentes permanentes  de exportación de leche en polvo. Esta situación, la de los altos inventarios de leche en polvo, fue creada por los industriales de la leche y los únicos afectados han sido los ganaderos pues a raíz de esos hechos terminaron finalmente vendiendo los ganaderos la leche a menores precios para conjurar así la crisis de los industriales.
Así como en este caso, el Gobierno puede presionar la integración de los ganaderos entre ellos y con la misma industria para obtener nuevos programas y estrategias de asistencia técnica, de créditos y de capacitación, para solo nombrar tres áreas donde es muy obvia la integración y la posibilidad de resultados que aligerarán la modernización del sector.

Los ganaderos colombianos tenemos hoy problemas en la producción y el mercadeo de nuestros productos. Una sana integración con los industriales de la leche y el acompañamiento del Estado, seguramente nos llevarán a plantear soluciones  que necesitamos para lograr mejores resultados en la operación de nuestras Haciendas ganaderas.   

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