Nos llega información del Diario El País de Uruguay, que compartimos con los ganaderos. Esta debe darnos seguridad de lo que en Colombia hacemos y defender el trabajo de nuestras autoridades apoyando la campaña contra la fiebre aftosa.
Cambiar algo que funciona y lo ratifican las
autoridades internacionales no suena lógico; esto para no hablar de la
inconveniencia de aceptar la desindustrialización que ha marcado nuestras
políticas públicas que vinieron con los Tratados de Libre Comercio. Cerrar los
dos laboratorios que hoy producen la vacuna con estándares mundiales, orgullo
de nuestro país, que tienen reconocimiento en muchos lugares dentro y fuera de
nuestro continente, no es razonable.
La desindustrialización, es un fenómeno que hemos
venido denunciando, desde hace muchos años.
Vecol y Limor (productores de las vacunas), vienen
trabajando en el desarrollo de soluciones en diferentes campos de la ciencia, adelantar
estas investigaciones tienen un alto costo y lo hacen a sus expensas, con
alianzas internacionales, pero sin el apoyo económico del estado.
Y ni hablar del trabajo que generan, pues son más de
1000 personas calificadas entre empleos directos e indirectos que no podemos
darnos el lujo de perder.
Aquí apartes del artículo del País de Uruguay:
Basándose en argumentos científicos y en los cambios
tecnológicos, productores de la región, gremios del agro, servicios sanitarios
oficiales y la comunidad científica -impulsada por el International TAFS
fórum-, marcan la necesidad de lograr un cambio de paradigma para que se
reconozca a países como libres de fiebre aftosa, independientemente de que usen
la vacunación o no.
“No hay base científica para tratar de distinta manera el status de libre
de aftosa con vacunación frente al libre sin”, afirmó a El País el Dr. Jorge
Bonino Morlán, que representa a la ARU y es delegado ante la Organización
Mundial de Sanidad Animal (OIE) desde más de tres décadas.
“Es claro que el que vacune tendrá menos riesgo. Las vacunas de aftosa son
muy buenas y están bien desarrolladas. Son una excelente herramienta”, afirmó
Bonino. Además, explicó que hoy el escenario cambió totalmente, hay más
conocimiento y “se mejoró la fabricación de vacunas”.
En una palabra, no se puede usar la vacunación contra fiebre aftosa como
una barrera pararancelaria.
. “Cada país tendrá en consideración y sabrá si debe seguir vacunando o no.
Es una medida técnica y, además, tiene un gran componente político que no
tenemos que olvidar”,
El artículo concluyó: para que un país sea considerado libre de fiebre
aftosa tiene que dejar de vacunar contra la enfermedad. (fin del artículo)
Colombia tiene un inventario ganadero que excede las 29’200.000 cabezas,
630.000 predios, es transversal a todo el país, la economía de los ganaderos se
ha mejorado no por la intervención de nadie en especial, sino por el trabajo de
cada uno de los ganaderos, por el suministro a tiempo de la vacuna, la
supervisión del ICA y la coordinación de Fedegan.
No podemos depender de un tercero para producir la vacuna, de hecho, en
Demogan tenemos el convencimiento que los laboratorios que la producen, deben
ser tratados como fabricantes de un producto estratégico y fundamental para
nuestra economía y para el medio ambiente, pues sus normas de bioseguridad
exceden por mucho los estándares a los que estamos acostumbrados, las personas
comprometidas con el día a día en el trabajo de evitar que la aftosa afecte al
sector, protegen un estatus que no debemos perder.
Cuidar la agricultura es evitar enfermedades, mejorar los sistemas
crediticios, mantener la seguridad en los campos, no contaminar el agua,
exportar, educar y por favor hacer una gran campaña para que los agricultores
no se conviertan en otra especie en peligro de extinción.