Como es de conocimiento de los ganaderos en Demogan evitamos opinar de política, la democracia es plural, los gremios apolíticos y deben servir a su sector sin mirar filiaciones partidista.
Este 13 de marzo se presentan multitud de candidatos
los cuales sin excepción merecen respeto. A su vez, sus hojas de vida y logros
deben ser estudiados con rigor por el elector.
Llama la atención la distancia que existe entre el primero
en las encuestas y el que sigue.
El primero fue alcalde de Bogotá; este es
el segundo puesto del país.
El debate con pocas excepciones ha sido superficial,
evitando que los electores conozcan las propuestas de los
candidatos. Somos electores de telenovela que preferimos el chisme que destruye
y no propuestas que ayuden a construir país.
La decencia está proscrita en el debate, quien más
ofende más posibilidades tiene de ser escuchado. En días pasados un periodista de primera línea con poco pragmatismo
le sugirió a Petro que nombre un ministro de hacienda que genere confianza
entre los empresarios; no es realista, pues en la primera ocasión que se oponga apoyar cualquiera de los disparates que propone, lo despide y luego sale a decir que le cumplió con los empresarios.
Uno de esos disparates lo analizó Andres Espinosa
Fenwarth que explica de manera sencilla lo grave que sería intervenir la
independencia del Banco de la República que durante décadas ha demostrado que
no hace políticas a partir de ordenes sino de ortodoxia económica. Al parecer
esa es una de las innovadoras ideas del candidato.
Los debates son superficiales, las propuestas quedan
pendientes de conclusiones, nadie sabe cómo llevar a la acción ideas soñadoras que
no tienen manera de ser puestas en práctica.
Ese mismo periodista sugirió hacer un acuerdo en temas
fundamentales entre todos los posibles presidenciables; lo grave es que la guía
de la mayoría de ellos es su ego, todos van a querer que sus ideas sean las que
se tomen en cuenta.
Un aporte desde Demogan es de una vez por todas
clausurar propuestas como las del segundo de Colombia Humana, el senador Bolívar,
que nos dio la impresión de que por primera vez visitaba el campo, hablaba de “Prados”
no de potreros, de “Tierra Trofeo” como si todos los ganaderos y agricultores
fueran despojadores de tierras. La propiedad privada, no es capitalista ni
socialista, pertenece a la esencia del ser humano.
La deuda social que tenemos como clase dirigente es
enorme, no hemos escuchado como vamos a saldar esa contabilidad social. No
tenemos la menor idea como distribuir el ingreso, sin contraer la economía,
pero hacerlo es urgente. Un primer acercamiento es generar empleo, ser guardianes
de la ética, incrementar el número de empresas que educan a sus empleados,
condición que sucede desde hace tiempo, pero que no ha sido entendida por muchos ciudadanos.
No podemos hablar de que los más opcionados tengan
ideas que deslumbren al electorado, pocos han hablado de manera seria sobre el
agro; esa asignatura está pendiente y probablemente intentarán pintarla de
verde esperanza con una crayola rosada.
Revisando los logros del que puntea las encuestas, en
Bogotá dejó de cumplir con 30 o más de sus promesas de campaña. Aquí les
compartimos algunas:
7 kilómetros de cables aéreos 0%, Transmilenio por la
séptima 0%, 5 kilómetros de Metro pesado 0%, ampliación de las ciclorutas ¿%?, de
16 puentes peatonales solo se construyeron 3, 1000 jardines infantiles solo 6
(0,6% de cumplimiento), de 86 colegios prometidos solo 10 reconstruidos, de 39
colegios inconclusos solo 8 se concluyeron, 2 nuevas sedes para la Universidad
Distrital 0%, del plan de equipamiento de hospitales solo cumplió con uno, en
oncología 0%, de 70.000 viviendas solo 2.934 4.2%, de rutas de reciclaje 0%,
dejó 45 obras inconclusas por un billón de pesos.
Como pueden ver no vale la pena insultar a ese candidato,
cuando tenemos todas estas realidades para compartirlas con los electores.
Faltan temas tan de fondo como nuestras relaciones exteriores: ¿Qué hacer con Venezuela? ¿Nicaragua? ¿Cómo serán nuestras relaciones con USA, China y Rusia? Todo incide, nada puede ser dejado a un lado
No es conveniente para el país, tener una persona que
se ha esmerado en no cumplir con sus promesas; no quiere eso decir que el resto
sean mejores, pero creemos que ninguno tiene un palmarés de incumplimientos tan
extenso.
