lunes, 20 de noviembre de 2023

Demogan Los Diálogos Frustrados

 “No se harán retenciones si no son necesarias” Pablo Beltrán.

Con esta afirmación este protagonista del ELN sintetiza el pensamiento de una guerrilla, que no actúa de mala fe, sino que pretende que su credo político que es idéntico al de muchos de nuestros partidos, se convierta en manera de pensar; esto es que por encima de la verdad está el partido o el movimiento.

El gobierno pensó que podía iniciar diálogos sin la planeación necesaria que estos exigen. Previo a iniciar conversaciones era importante preparar a quienes iban a intervenir. El gobierno tiene muchos militantes de esa guerrilla hoy en civilidad y pueden ayudar. Lo mismo sucede con el exministro Juan Camilo Restrepo y su equipo, que fueran negociadores con esa guerrilla y son los únicos que lograron un acuerdo transitorio, luego que 6 gobiernos lo intentaran sin éxito.   

Lo que para nosotros es mala fe, para ellos es parte de su credo. Engañar a la contraparte es el primer mandamiento que practican y así, no es posible adelantar ninguna conversación.

Entendemos que lo único que está en la mesa de diálogos es que ellos no tranzan en nada, que la fuerzas armadas deben entregar su armas y ellos quedarse armados.

Soy un convencido que debemos pactar la paz, pero no a cualquier precio. El gobierno no puede exponer a sus representantes que sean burlados por esa guerrilla.

La falta de paz lleva a la barbarie. Sin embargo, no se llega a ella con ingenuidad. Lo digo porque me parece inconveniente hablar de la paz total e intentar firmar con todos los grupos que se parecen en su afán de desestabilizar, pero no tienen claro como pueden sobrevivir si no delinquen. Son años de vivir con la idea que hay que destruir lo lícito y cuidar sus privilegios. Ninguna persona que recuerde ha elaborado una lista de privilegios que sea comunes a todos.

Pensar que debemos negociar la manera de ser más pobres, en lugar de más productivos, no es algo que los empresarios que son el 90% de la generación de empleos pueden aceptar.

A su vez la amenaza no puede ser propuesta si se quiere estar sentados en las mesas.

El gobierno insiste en entregar 500.000 hectáreas por año, eso es iluso porque no explican como van a ponerlas a producir.

No debe comprarse más tierras, pues tenemos suficientes, debemos es aceptar que hay latifundios que deben continuar en las manos que hoy las tienen, expropiar tierras improductivas, utilizando parámetros que sean conocidos por las partes y diseñar una política productiva y de mercadeo que permita que los minifundios sean viables. El minifundio debe ser ejemplo de generación de vida para los campesinos. Tengo la convicción que entregar hectáreas sin ofrecer alternativas de producción y acopio, no funciona y es a eso a lo que debemos dedicarnos involucrando grupos que crean en acuerdos.  

Antes de sentarse a negociar, es conveniente que las partes acepten que están dispuestos a entregar y que puntos no son susceptibles de ser negociados. Creo que el ELN ese tema lo tiene claro hace muchos lustros, por esa razón desde el inicio de esta nueva etapa de conversaciones, hablando con personas que han estado antes allí, me expresaron su escepticismo de que se pudieran tener avances. Ni la extrema derecha ni la extrema izquierda creo que tienen propuestas razonables.

Mi hermano Augusto Ramírez Ocampo, desde el inicio de sus intervenciones para la paz, dijo que la paz NO se hace con micrófonos en las mesas. El no conoció el “X” así que yo agregaría esos mensajes que cualquiera puede descontextualizar y acabar de un plumazo los avances.        

Una guerrilla que continúa secuestrando sin entregar las armas, no es sujeto con quien conversar. Una de las razones por la que las FARC inició los diálogos es porque sintieron que probablemente nunca se lograría el objetivo que era quedarse con el poder y sin duda por que entendieron que nuestras fuerzas tenían el conocimiento del terreno, el entrenamiento y que en su mayoría respetaban los derechos humanos, cosa que las guerrillas no hacen.

Continuar dialogando sin tener estrategias no tiene sentido. Este país tiene un gobierno que respeto, pero al que le pido que tenga en cuenta que los diálogos deben hacerse con todos los involucrados empezando por los empresarios, que logran resultados gracias a su pragmatismo y esfuerzos. En ellos hay respuestas y propuestas que encierran verdades que si no se tienen en cuenta perdemos un tiempo que se nos está agotando.