domingo, 28 de enero de 2018

Demogan Friogan

De acuerdo con la información que nos ha llegado, Friogan, hoy en ley 1116, tiene inversionistas con el conocimiento para sacar adelante el negocio, y el capital para invertir en la empresa.
En hora buena. Apoyamos la iniciativa con la seguridad, que los interrogantes que tenemos han sido resueltos favorablemente.
Con el ánimo que la comunidad ganadera esté informada, solicitamos al liquidador, al ministerio de agricultura, la Contraloría, la Súper Intendencia de Sociedades y en general a quienes conocen el proceso, compartan si las dificultades de la empresa han venido siendo reparadas de manera adecuada.
Nuestras preguntas surgen por no tener acceso a los balances ni a informes que permitan a los ganaderos conocer el detalle.
Recordemos que el Fondo Nacional del Ganado (FNG) es el dueño del 78,67%, así que salvar Friogan, es fortalecer el fondo.
En primer lugar, cuál era el valor de la acción y en cuánto está hoy. Mantener el valor de la empresa y aumentarla, es lo lógico, el deterioro de los números no es una práctica aceptable, en especial si se tiene en cuenta que el FNG es de muchos ganaderos. Las inversiones que se hacen cuando alguien maneja dineros del público exigen vigilancia, mantener informados a los aportantes y cuidados extremos. Desde luego el resto de los inversionistas, tampoco pueden ver deteriorado su patrimonio.
Entendemos por noticias en prensa, que el IDEA, está dispuesto a capitalizar la deuda y los intereses. Sin embargo, una vez esto suceda, el monto adeudado a la banca excede los $60 mil millones de pesos. Lo más probable es que los nuevos inversionistas asuman las deudas con los bancos.
Las pérdidas acumuladas eran unos $50 mil millones, eso no implica que estuviera la empresa en causal de liquidación, pero si es pertinente entender con claridad las razones por las que se llegó a esa situación. Hay quien dice que es por no haber puesto el decreto 1500 en vigor, cosa que no entendemos pues las operaciones de sacrificio en el resto del país, gozaban y gozan de excelente salud financiera y tendría que haberlas afectado esa realidad y nada les sucedió. Vale la pena saber si Friogan cumple con las exigencias del decreto. También afirman que es por el cierre de las exportaciones a Venezuela; eso no puede ser, pues tanto los que exportaban como los que no exportaban, continuaron dando utilidades sin afectación alguna. Hacerse preguntas es propio del debate democrático, no hacerlas es no profundizar en las lecciones aprendidas.
Con seguridad los nuevos accionistas, van a tener que invertir en las plantas un dinero apreciable, pues seguramente no se realizaron los mantenimientos y exista la necesidad de ponerse al día en tecnología.
De las 5 empresas que se fusionaron en el 2006, ¿cuántas están funcionando? ¿Van a continuar los nuevos socios sacrificando ganado en todas ellas? ¿cuántos animales deben degollarse al día para que estas operaciones sean rentables? Es probable que la respuesta a esta última pregunta sea que todo depende de la calidad gerencial que tenga cada operación.
La valoración de una empresa, no es solamente por sus inversiones o localización, sino primordialmente radica en la generación de caja y claro está, en la estrategia que con seguridad tienen quienes decidieron invertir. Los frigoríficos han demostrado ser negocios rentables, esa con seguridad es la primera razón por la que invirtieron estos empresarios. Para el país no es conveniente disminuir su capacidad instalada de sacrificio. Debemos transformarnos en jugadores mundiales de la carne y de la leche, por eso aplaudimos que Friogan no se vaya a la ruina.
Cualquier empresario sabe que no es conveniente depender de un solo cliente o en el caso de las exportaciones tener un solo país que compre. El caso de Friogan no debe repetirse, pues era evidente que Venezuela que es un país gobernado por forajidos desde hace cerca de 20 años, no es confiable como cliente.
¿Cuánto se le está debiendo a los ganaderos por ganado comprado, sacrificado y no cancelado?    
¿Cómo está la caja de la empresa hoy? Y, si tiene liquidez, ¿es luego abonar al pago de las deudas?

Por último, si era válido invertir en frigoríficos, ¿por qué no se invirtió en una operación para transformar leche? Y si no ¿por qué invirtió el FNG? Demogan considera que la parafiscalidad no debe ser utilizada en financiar negocios, la empresa privada ha demostrado ser insustituible; los empresarios, cuidan el dinero, evitan la burocracia, si les va mal no afectan a muchos, compiten, se actualizan, intentan mantener sus empresas rentables, creando el círculo maravilloso de la productividad y la abundancia.  

domingo, 14 de enero de 2018

Demogan Lactosuero

Desde hace unos meses, venimos mencionando la necesidad de identificar los volúmenes de leche que dejan de procesarse, porque se sustituyen con alternativas que no se muestran claramente en las etiquetas de los productos terminados, como es el caso de la adición de lactosueros.  
Empezamos por definir lactosuero: Es subproducto de la fabricación de quesos. 50% de las queseras de Latinoamérica procesan menos de 10,000 litros de leche al día, generando un total de 8,400 millones de litros de lactosuero al año que se desecha o es utilizado en alimentación animal (Fuente Universidad Nacional de Colombia Corpoica y otros) también se utiliza, como sucede en nuestro país para disminuir los costos en la elaboración de leche pasteurizada.
En Colombia se producen 2’033 millones de litros de lactosuero al año y se utilizan el 70% para alimentación animal (Fuente U. Nacional y Corpoica 2014) 
Colombia tiene la capacidad y el conocimiento científico para determinar la presencia de lactosueros en la leche, no podemos contaminar fuentes de agua con el suero sobrante, sino desarrollar productos con lactosuero, y reforzar la reglamentación que claramente indique los porcentajes de ese producto donde sea que lo utilicen.
Las adiciones oscilan entre 2,5% y el 11,1% de suero. Proponemos que sea obligatorio, indicar claramente, no solo lo que contiene el producto, sino para mayor claridad del consumidor final, advertir en mayúsculas: “ESTA BEBIDA NO ES LECHE 100%”
Sabemos que no es obligatorio indicar los porcentajes de leche, esa es precisamente una de nuestras propuestas: los consumidores tienen el derecho de saber el detalle del producto que compran.
Desconocemos el promedio de las adiciones de suero por litro, el costo de ese suero es en promedio $60 litro.
Queremos explicar en este artículo, el impacto en el bolsillo de la nación ganadera, el desestimulo a la producción, para en un próximo escrito enumerar aspectos nutricionales.
La utilización de lactosueros para “rendir” la leche, logra el efecto de unir consumidores, productores e industriales. Es esta una ecuación infame donde todos perdemos, no hay un ganador.
En primer lugar, los consumidores, que compran un producto que no está bien etiquetado, una bebida que NO es leche pura, y se vende como leche sin especificar que no es 100%; Los compradores seguramente se preguntan, ¿por qué se derrama leche de primera calidad, que contaminan afluentes y en cambio se permite la venta de un producto que le quita mercado a los lecheros? ¿Afecta esto la seguridad alimentaria? De igual forma, la Confederación de Consumidores de Colombia está en la obligación de averiguar: ¿Están los consumidores recibiendo los beneficios de la leche cuando se mezcla con lactosuero? El público está en el derecho de saber con exactitud que le venden y desde luego la manera como puede verse afectado. El suero, tiene un menor valor y en una dieta que clama por proteínas ¿Es aceptable vender productos sustitutos sin advertir de manera clara que NO es leche? Por último, el manejo de los lactosueros debe hacerse con cuidado sanitario extremo, para evitar inconvenientes de salud y de ninguna manera tolerar, que se venda en las raciones escolares.   
En segundo lugar, los productores pues dejan de comprarles leche. ¿Cuántos litros? Les compartimos los números de una empresa especializada en este tipo de estudios, que nos confirmó que el promedio de utilización es del 15%. Eso son 225,000 litros de leche al día que no se le está comprando a los productores o 82’125,000 litros al año. La información que les hemos compartido es que la industria formal acopia unos 8 millones de litros al día, si dejan de comprarle a los productores esa cantidad, es el equivalente a no recolectar leche 11 días del año, si a eso le agregamos las importaciones de leche estaríamos hablando de 31 días sin recoger en las fincas el producto ¿Puede el país lechero asumir ese costo? ¡¡¡Desde luego que no!!!
Por último, la industria, sin ella los productores no podrían vivir, ese es nuestro convencimiento. Ellos están en la OBLIGACIÓN de comprar la leche y venderla con los más altos estándares de calidad para lograr la fidelización de sus clientes. Llegan todos los días a unas 50,000 fincas, de las cuales algunas están a borde de carretera, pero la mayoría de las veces en veredas olvidadas. La industria debe ser la gran aliada de la cadena láctea, ponerla a competir con productos que no son 100% leche no es leal y destruye valor.
Demogan propone que el INVIMA, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Salud, La Superintendencia de Industria y Comercio, los gremios, la industria, se reúnan para definir y hacer cumplir las reglas de juego. Dilatarlo no tiene sentido.

sábado, 6 de enero de 2018

Demogan Entregar el Fondo de Ganado Democráticamente

Un feliz año para los ganaderos. Qué el 2018, la democratización y modernización de la ganadería avance.
El Fondo Nacional del Ganado (FNG), continúa siendo administrado desde Fiduagraria y como ha sido costumbre, no se tienen informes semestrales, anuales y mucho menos mensuales.
Las noticias que tenemos sin confirmar, afirman que los dineros en caja, exceden los $100 mil millones. Esos dineros no se pueden entregar sin condiciones claras.
Ha sido mala costumbre que las instituciones que manejan dineros parafiscales, no presenten informes salvo contadas excepciones.
Es el caso de Fedegan; desde Demogan hemos dejado claro que nos interesa que es gremio no se acabe, solo que se democratice, con más veras, si quiere manejar la parafiscalidad, es obligatorio que sea democráticamente manejado. Los retoques cosméticos que le han hecho, no satisfacen esa condición.
Para que la democracia gremial funcione adecuadamente, la gobernanza del FNG debe ser fortalecida, de ninguna manera seguir las orientaciones de una solo gremio o persona. 
Vale la pena volver sobre la propuesta que desde Demogan estamos empeñados se ponga en práctica.
Tres son los aspectos centrales de nuestra idea que sugerimos las tengan en cuenta a quienes se quieran presentar: Primero, fortalecer aspectos misionales de la ganadería, como es la educación continuada, trabajo permanente en control de enfermedades, iniciando con las zoonóticas, para luego concentrarse en las enfermedades que pueden afectar de manera grave la ganadería; hace un tiempo en Corpoica, nos hablaron de 14 enfermedades que tanto el ICA como el ministerio de agricultura y los diferentes gremios de la ganadería, continúan sin estudiar ni diseñar una estrategia efectiva que permita monitorear los niveles e identificar las regiones en riesgo para evitar que se propaguen, el costo de controlarlas, y desde luego las labores curativas y de prevención. Otra función misional, es promover el aumento de los consumos de leche y carne, buscar respuestas para evitar enlechadas etc. No vale la pena extendernos en otros temas, pero sin duda faltan. 
El segundo y muy importante, es volver costumbre informar a los más de 500,000 ganaderos acerca de las fuentes y usos de los dineros mensualmente, con cortes semestrales y anuales. Informar a los ganaderos de manera breve y concisa es obligatorio. No podemos aceptar que el manejo de dineros parafiscales no sea de público conocimiento de los aportantes, algún sabio afirmaba: “Al único que no le molesta que le tomen cuentas, es al hombre honesto”
El último tema y muy importante, es la regulación de las escalas salariales, lo mismo que el organigrama del fondo: que hace cada quien, que herramientas requiere, que servicios pueden esperar los ganaderos en lugares alejados y claro, explicarles a los empleados que cada uno le debe respeto desde el más pequeño finquero hasta el más grande de los lecheros y productores de carne.   
La estrategia de exportaciones debe ser uno de los capítulos donde debe trabajarse, no prestando dineros a empresas acopiadoras o frigoríficos, pero si promoviendo visitas para desarrollar mercados, estudiar en detalle el empaque, las regulaciones de cada país, y el tamaño de cada oportunidad, no en profundidad, pero si preparar el camino de los que quieran llegar con productos terminados a los países.
El FNG, no puede continuar siendo manejado por el MADR (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural) tampoco entregarlo por decreto a ningún gremio como sucede en este momento. La ley 89 de 1993 debe ser modificada. ¿La razón para hacerlo? Es nuestro convencimiento, que dada la cantidad de gremios que tiene la ganadería todos deberían estar en la posibilidad de presentarse para qué de manera libre, cada ganadero vote por quien quiera que maneje sus aportes. El motor y la propuesta central de Demogan, es: “Un ganadero, un voto” mal haríamos en no pedir que sea esta la manera como debe hacerse. Si para escoger candidato el partido liberal se gastó $40 mil millones de pesos y solo participaron 744,521 personas, consideramos que para escoger quien debe manejar el FNG, debe adelantarse esa consulta. Debe quedarles claro a las mujeres y hombres de campo que su opinión es tenida en cuenta.
Otra ventaja que sea por votación, es que los gremios deben comprometerse con un programa y un cronograma de logros, que en los informes mensuales los ganaderos podrán hacer seguimiento y verificar si las promesas se cumplen.
Adicionalmente, la junta directiva obligatoriamente sería nombrada democráticamente, donde por cociente se nombran los siete o 9 más votados según se decida.
Definir el tiempo máximo del gremio administrador y cuantas veces puede renovársele el mandato es otro aspecto que debe regularse.
Los ganaderos tienen claro que tienen derechos, pero no saben como ejercerlos. Saben que aportan, pero no tienen idea en que se gastan esos aportes. No están siendo informados regularmente de los avances o amenazas en el control de enfermedades y es obligación hacerlo, nadie los tiene en cuenta para hablarles del mercado y si vale la pena continuar o no en el negocio.
Los ganaderos no pueden ser tratados como párvulos, son gente valerosa, que pierden y ganan dinero según se manejen sus productos, ¿Hay alguna razón para no tenerlos en cuenta? O, ¿No informarlos permanentemente?