Aparentemente
Agroexpo no defraudó a quienes insistieron que se realizara. Por lo visto
cumplió y eso es importante.
Tenemos sin
embargo un malestar. Apareció una publicación, donde afirmaban que le
entregaron a UNAGA $3’500 millones para coordinación del evento. ¿Es eso
cierto? ¿Abrieron un concurso para adjudicar el trabajo? ¿Los gremios que no
fueron tenidos en cuenta como ANALAC, NFG, FEDEGAN y otros, los llamaron a
concursar? Insistimos en la necesidad de erradicar privilegios; estos han sido
parte del estancamiento del sector. La pluralidad debería haber sido uno de los
legados del saliente ministro de agricultura. Da la impresión que eso no era
importante. Lo lamentamos.
El balance de
la feria no ha sido publicado con el rigor que esperamos. En especial, si se adjudicó a un gremio ganadero el manejo. Recomendamos que haga
público el detalle de los gastos, inversiones y desde luego su ganancia económica. Cuando
se manejan dineros públicos, quien sea que lo haga, debe dar razón de cada
centavo.
Algunos
medios afirman que el ministro Iragorri se retira. Si es así, le deseamos la
mejor de las suertes. Desde luego es menester ampliar conceptos.
En privado,
como le consta a él y algunos de sus asesores, fuimos sus respetuosos y
permanentes críticos. Maltratar en público no es la manera como consideramos se
deben manejar las relaciones. Seguramente por esa razón no obtuvimos muchos
logros que algunos esperaban de nosotros. En ocasiones fue necesario llamar la
atención y lo hicimos con respeto y firmeza. Intentaremos continuar con esa
línea de conducta.
El ministro
demostró carisma, don de gentes y cercanía con quienes departía. Su bonhomía es su característica principal. Como le habrán resultado de incómodos nuestros
comentarios, que a pesar de todo lo anterior, evidenció su malestar para con
nosotros en algunas ocasiones.
Llegó al
ministerio con las apuestas en contra y estuvo más de dos años al frente de una
cartera en la que resulta muy difícil mantenerse.
Decir que
fueron más sus equivocaciones que sus aciertos, no es centrado, sencillamente,
porque no conocemos todo lo que hizo, tampoco todo lo que dejó de hacer.
Desde
nuestro primer encuentro, siempre sacaba una libreta para tomar apuntes.
Suponíamos que era para hacer seguimientos. A la sexta o séptima reunión
decidimos bautizar el dichoso cuaderno como “El cuaderno de los olvidos” pues
definitivamente, nada de lo que allí escribía se llevaba a cabo.
Le
recomendamos que hiciera encuentros agropecuarios semanales con campesinos y
empresarios agrícolas. Si lo hizo no lo supimos, pero esa práctica insistimos
que sea parte de la manera como se lidera el más importante y trabajoso de los
ministerios que tiene el país. Agricultura debe interactuar con todos sin
excepción, a su cargo está el país del agua, del verde, de la producción, de la
exportación, de la paz, de la educación, de la salud mental y física, de la
estabilidad, la justicia y el trabajo de una Colombia olvidada, de la
generación de ingresos para un caudal de ciudadanos que pocos los hacen sentir
ciudadanos.
Ser ministro
de agricultura es sin duda una dificilísima tarea, criticar a quien se
desempeña en el cargo es fácil, apoyarlo difícil, por eso para no continuar
disparando flechas sin rumbo, le decimos al ministro Iragorri. Gracias, y
perdone lo malo.