lunes, 22 de abril de 2024

Demogan Todo es exportable en la ganadería

En el año 2013 comenzamos a construir la idea de exportar leche en polvo desde Colombia.

Siempre hemos pensado que los sectores que no exportan y no tienen mercados ampliados, restringen su crecimiento y modernizarse les cuesta. No exportar afecta la estabilidad ganadera. Si tuviéramos un mercado estable y creciente de 30 o 40.000 toneladas en polvo exportadas al año, la presión sobre todo el sector disminuiría.

Si a eso le agregamos que la leche-leche que se diluye con lactosueros afecta la demanda, incluyendo a los que cometen el delito, por la simple razón que si no compran la leche se cierran hatos disminuye la oferta y destruye miles de empleos, incluyendo laboratorios, veterinarios, fincas y todo lo que gira en torno a la leche.

Fueron muchas las reuniones que llevamos a cabo, la mayoría consideraba que estábamos dibujando un cuadro con colores en mal estado. Los primeros en objetar la idea fueron los gremios ganaderos, pensaban que era ingenuo lograrlo por cuenta de los altos costos de producción. Ninguno nos acompañó.

Cuestionar los obstáculos que tiene cualquier idea es lícito y respetable. Para iniciar sugeríamos que, con la leche pulverizada en el país, empezáramos vendiéndole a la industria que importa. Otro de los inconvenientes que revisamos fue el bajo rendimiento en algunas regiones en pasar de líquido a polvo las leche. Por eso la idea era y es, ubicar la planta en la Costa Caribe, donde la leche tiene más sólidos totales, disminuyendo así costos de transporte a puerto, mejorando el rendimiento de líquido a sólido, mejorado el nivel de vida de campesinos, y probablemente lo más importante modernizando el hato lechero. Es probable que el costo de energía sea un punto en contra que debemos resolver entre todos.

Nuestra producción media por hectárea deja mucho que desear, por eso es importante que los costos se analicen desde el detalle, la producción, litros por hectárea. Esto toma tiempo, pero no es razón para no seguir adelante; francamente esto es lo que más nos entusiasma pues consolidar la cultura del largo plazo en todas las actividades del agro, es fundamental.      

Soñar para algunos es perder el tiempo, para otros pocos es razón de vida y es por esa razón que siendo Demogan discípulo de los soñadores, continuamos con la idea que no solo es necesario exportar, sino que es la principal propuesta para la supervivencia de la ganadería.

Fedegan finalmente se unió a la idea de exportar leche. Es importante que lo haya hecho, la suma es la que impulsa las propuestas, le damos la bienvenida, pues nunca es tarde para unirse a una buena causa.

Faltan ANALAC, ASOLECHE y todos los líderes de las diferentes razas lecheras.   

Alberto Hoyos, que es un ganadero cuyo ejemplo debemos seguir, insiste que produzcamos leche A2A2, esta sería una leche de mayor precio para el productor y desde luego para quienes la compren en el exterior, lo mismo que darle denominación de origen y el sello de leche orgánica, condición en la que están muchas fincas sin saberlo.

Con la seguridad que el 100% de la leche producida se debe comprar y procesarse, debemos establecer un plan para mejorar la genética, los pastos, la educación en el campo, las vías terciarias, las viviendas y la seguridad, todo eso antes de 10 años.

Estamos en mora de crear una comercializadora internacional ganadera. Su misión sería generar valores agregados, importar soluciones que modernicen y eduquen, proponer ideas innovadoras, sustituir las importaciones de leche y exportar regularmente.

Genaro Pérez decía que el precio más bajo que se le pagaba al campesino era de la leche que no le recogían. Por esa razón insistimos que pulverizar debe asegurar que se recoja 100% de la leche a nivel nacional.

La idea originalmente como se concibió, era permitiendo que los productores fueran socios y que el dinero de las acciones que compraran saliera de un préstamo a largo plazo que la misma empresa podía pagar al banco, reteniendo una parte del pago por la leche que entregaran.

Pocos productores tienen experiencias industriales y por eso desde el inicio sugeríamos que los industriales de la leche participaran accionariamente en la planta y el gobierno fuera aportante minoritario, para disminuir el monto de dineros aportados por los particulares, con el compromiso de recompra de acciones por parte de la misma empresa o de terceros.   

Liderar el proyecto exige tener habilidades empresariales, por eso insistimos que la industria participe, la empresa les vendería leche en polvo disminuyendo sus exigencias de inventarios y a los que tengan pulverizadoras, comprándoles para atender necesidades de exportación.

Exportar es un disciplina que no puede centrase en excedentes sino en la continuidad de la oferta de todos los actores, conquistar mercados exige largo plazo, no esporádicas salidas. Para lograrlo, todos los jugadores debemos aportar una cuota de sacrificio.  

Abrimos el debate e invitamos a que el ministerio de agricultura cite a una reunión donde participen todos los interesados.