domingo, 29 de julio de 2018

Demogan El Caso Algarra-Gloria Nuestro análisis

Esta semana, de manera inesperada para muchos, el Grupo Gloria, empresa que es la dueña de Algarra, anunció, que dejarían de comprar a partir del primero de agosto 80,000 litros diarios a cerca de 1,500 familias lecheras.
Inmediatamente se prendieron señales de alarma, los ganaderos anunciaron medidas en contra, no tenemos claro si Algarra ha dado más declaraciones, indicando al menos, la razón para suspender la compra de un día para otro.
Desde el momento que un ministro de agricultura anterior al que abandonó las oficinas del ministerio sin consideraciones para con los campesinos de Colombia, anunciara que debíamos pasar de la: “habladera a la sembradera” desde Demogan intentamos hacerle ver que más allá de la “sembradera”, que es una de las fortalezas de nuestros agricultores, debía fortalecer el acopio en tantos productos como fuera posible, pues sin duda es la falta de comercialización, la que golpea más duro al campo no solo colombiano sino del mundo.   
Nuestra tragedia, es la del cantante que llega a presentarse a una audición con la voz de otro, puede sonar muy bien, pero cuando llega a la realidad no sale adelante porque la voz era prestada.
Alguien señalaba que la idea de Algarra, es concentrarse en la importación de leche, diluirla y venderla. Si es así, dejamos clara nuestra posición que no podemos aceptar esa propuesta, porque el resto de nuestras industrias quedarían en desventaja y con toda razón exigirían mayores cuotas de importación, afectando aún más a los lecheros y claro, a toda la ganadería: sin vacas no hay terneros y sin terneros no hay carne. Si Algarra, va por nuestro mercado, sin tener en cuenta a los productores, sugerimos que se le limite la aprobación de licencias de importación. Uno no va a una casa invitado, a hablar mal de la comida y el servicio.
La falta de liderazgo del sector es dramática, desde luego no solo del ministerio, sino de los gremios y los productores. Señalar un solo culpable, es inútil, si así fuera, no tendría sentido que el más inepto de la cadena, el carente de ideas, fuera quien derrotara al resto.
Lo primero que proponemos hacer, es ver como escuchamos a todos. En una conversación con algunos campesinos, nos decían: “Nunca nadie nos ha escuchado, no me siento cómodo proponiendo pues siento que mis ideas no valen” la inteligencia colectiva del agro está silenciada y claro, si nunca hablamos, no vamos a saber como hacerlo.
Los países han venido liberando la leche de la influencia del estado, han entendido que en el campo no solo hay coliflores y vacas, sino gentes pensantes.
La situación nos preocupa profundamente, pues somos nosotros mismos quienes vamos cerrando salidas, salimos a cazar y caímos en la trampa que dejamos para la presa.
Ni la industria debe enfrentarse con los productores, ni los productores con la industria, ambos debemos trabajar coordinadamente, desde luego con las dificultades propias de dos grupos que aparentemente, tienen objetivos diferentes.
El objetivo es el mismo, ambos debemos ser eficientes, ganar dinero, estar a tono con prácticas propias de nuestro entorno, pagar salarios y prestaciones, pagar tributos justos y crecer.
En Europa la situación también está resultando desesperada para los lecheros, es más probable que nosotros podamos salir adelante que los ganaderos de países desarrollados. Allá, no hay quien trabaje la finca fuera del dueño y todos los días hay menos dueños que quieran hacerlo. De ahí la importancia de diseñar una política de mediano y largo plazo. Esa política, debe iniciarse con alta participación estatal, con reglas claras donde se vaya desmontando la presencia estatal, gracias a que se fortalece al campesino.
No se trata de subsidiar precios, se trata que el campo, tenga créditos excepcionalmente baratos, a largo plazo, que todas las entidades financieras, abran sus puertas al campesino. Eso ya sucedió con Bancolombia, Banco Agrario desde hace años trabaja con el campesino, pero debe mejorar su eficiencia privatizándose, otros bancos lo hacen, pero sin suficiente convencimiento.
No podemos continuar en un esquema de globalización donde todos perdamos. Tampoco con productos terminados que engañen al consumidor final, como es el caso de la utilización sin claridad para el comprador de lactosueros y grasa vegetal, dedicándonos a llenar al cliente, pero no a nutrirlo.  
Por último, entendiendo que nos queda mucho trecho que recorrer, nuestra insistencia es enseñarle al campesino a ser un emprendedor, fabricando higiénicamente productos con denominación de origen, leches gourmet, institucionalizar la feria de las ideas lácteas, donde nos enseñen a incluir en las recetas la leche, la crema, el yogurt, el kumis, la mantequilla de vaca y otras que no incluimos.
La ganadería la sacamos adelante los ganaderos, no la queja, tampoco el desánimo, de ninguna manera el sacrificio de nuestro hato, la sacamos creyendo en lo que hacemos.

sábado, 21 de julio de 2018

Demogan Las Curiosas Decisiones del Ministro Zuluaga

Lo hemos compartido en varias oportunidades. Probablemente las peores calificaciones de los gobiernos de nuestro país agrícola y ganadero se las lleva casi siempre el ministerio que Demogan piensa debe ser el más profesional, el de Agricultura.
Desde luego hemos tenido importantes personajes al frente de esa cartera. Con los dos últimos presidentes, Carlos Gustavo Cano y Juan Camilo Restrepo, merecen especial mención. Apenas dos de ocho. Hacemos este recuento con el propósito de enfatizar la necesidad de evitar que se continúe politizando el agro.
El último ministro nombrado por el presidente Santos, es la suma de todos los errores, que esperamos que el nuevo presidente evite cometer: Es evidente que utiliza su puesto para ganarse la postulación a la gobernación del Meta; lamentablemente no tiene ni conceptos claros ni conocimientos de su cartera.
No es nuestra costumbre hacer estos ataques, sin embargo y a pesar de estar apenas a dos semanas de terminar el gobierno, cometió el exabrupto, de poner al municipio más ganadero de Colombia que es San Vicente del Caguán a coordinar su campaña de la vacuna contra la aftosa desde el departamento del Meta.
¿Es posible que el ministro desconozca las dificultades de comunicación que tiene la región? ¿cree que la ausencia de estado llega al punto de no poder organizar la vacunación? ¿acaso no estaba organizada la vacunación?
Son precisamente estas decisiones políticas las que nos resultan inaceptables a quienes trabajamos con y para el campo colombiano. Es exactamente a lo que nos referíamos en nuestro escrito de mayo, cuando pedíamos que el agro se despolitice.  
Es lícito que alguien desee dirigir los destinos de su departamento. Es ilícito alcanzarlo si se apoya en el presupuesto de un ministerio o un organismo gubernamental. Esto deberían sancionarlo además de los entes de control, el voto del ciudadano.
Como colofón a su intrascendente gestión, abandona el cargo, el 24 de julio, 14 días antes de terminar el gobierno. Eso, no se hace, el país ganadero y agrícola reciente esas determinaciones. Con seguridad, ese es el resultado de una estrategia política y no del convencimiento de servir que debe ser el único motivador que acompañe a los funcionarios.
La esperanza, es que ya hemos visto cómo reacciona el electorado cuando intentan los funcionarios politizar el servicio para el que fueron nombrados…no salen electos.  
No aceptaremos en Demogan que esto continúe sucediendo. Nuestra razón de ser es que las actuaciones de los funcionarios, estén dirigidas a servir a la comunidad, a dar ejemplo y que se cierren los círculos de servicio con transparencia.
El nuevo ministro de agricultura: Andrés Valencia Pinzón, entendemos, es un conocedor del tema y ha obtenido resultados manejando un gremio con dineros de la parafiscalidad, con problemas de contrabando, con TLC, problemas sanitarios, además de haber manejado el área comercial de la Federación de Cafeteros, esperamos defina un rumbo serio, para un sector serio y demacrado.
Nada pedimos, solo Democracia, Modernización del sector y Transparencia. Que el nuevo ministro recuerde que las semillas germinan cuando así lo decide la Madre Naturaleza, no cuando llegan los ministros, ella nos recuerda la importancia de ser humildes, respetuosos, disciplinados y claro, ser servidores del campo y sus dolientes.
Ojalá trabaje con las leyes que ya están y no se dedique a promulgar leyes, estás no nos hacen mejores ni peores, solo lo que recibimos en el hogar y la escuela, pueden forjar la raza de empresarios ganaderos que Colombia espera.

lunes, 16 de julio de 2018

Demogan llamamos al diálogo del sector


En ocho ocasiones durante el último año y medio hemos llamado al diálogo entre representantes del gremio ganadero. No hemos tenido eco. Sin embargo, queremos insistir para que eso suceda.
El 8 de enero de 2017, citamos a la profesora de filosofía, Chantal Mouffe que proponía la figura de enemigos amistosos. Seguramente entre las personas que esto lean, no acepten que tienen enemigos, definitivamente en Demogan no definimos a nadie que piense diferente como enemigo, sino como alguien capaz de enriquecer el diálogo.
Es probable que el retraso de nuestro sector en parte se deba a la falta de debate. ¿Por qué no queremos discutir puntos de vista diferentes? Engalanar la ganadería con parlamentos que profundicen en nuestras equivocaciones, nuestras diferencias, aciertos, visiones de futuro. Dándole espacio a todos los que piensan diferente, nos va a permitir crear un documento que nos lleve con seguridad por este siglo que ya llega a los 20 años, con los ganaderos aun respirando siglo XX.
Avanzan aquellos que se abren al diálogo. Lamentablemente en nuestro sector, esa no ha sido la constante.
Antes de posesionarse, ¿Valdría la pena que él presidente Duque abra un diálogo con nuestro sector?
Sugerimos reglas de juego claras, definiendo previamente la agenda, haciendo una breve presentación de cada tema, por ejemplo “Sanidad”, un especialista presenta tres puntos que sean el eje de la presentación; iniciamos el debate, los asistentes hacen presentaciones breves, no solo para quejarse, sino para ver la manera como se resuelve el asunto y luego se trata de llegar a conclusiones. Como no estamos acostumbrados a escucharnos, no vamos a llegar a soluciones en ese primer encuentro, tampoco en el segundo, de pronto en el tercero. Pero, aprenderíamos, algo maravilloso, a escucharnos, porque no, a jugar en equipo, apoyándonos, compartiendo experiencias, fortaleciendo lazos de unión.
El país está polarizado. Ese encuentro sería maravilloso si logramos comunicarnos, sin violentar las ideas de nadie. 
No creemos que la fórmula para trabajar en equipo, sea continuar sin escuchar u oyendo a muy pocos.
Desde este rincón, invitamos a Fedegan, Unaga, Analac, NFG y todas aquellas organizaciones que consideren que su voz debe ser escuchada. Escríbannos, dejen sentir su voz.
Muchas veces, hemos mencionado la importancia de activar la inteligencia colectiva de los ganaderos. No aceptar que un campesino que todos los días está en contacto con su tierra, sus novillos y sus vacas, nada tiene que decir, es una equivocación.
Enumeramos algunos temas que debemos tener en cuenta: Prediales, seguridad, sanidad, productividad, genética, ¿cómo volvernos una potencia mundial en carne y leche?, pasturas, manejo del agua, silvicultura, acopio, vías terciarias, energía, definir suelos y regiones ganaderas, impuestos, relaciones con la comunidad, con el gobierno central departamental y municipal y sin duda juntos compartir ideas para la administración de fincas ganaderas, donde sugerimos desde ya el liderazgo del SENA; muchos temas, muchos pueden aportar, ¿cuándo empezamos?