domingo, 9 de febrero de 2020

Demogan La Certificación de País Libre de Aftosa con Vacunación

Teníamos otros temas para compartir esta semana, sin embargo, la certificación anunciada por el saliente ministro de agricultura, nos obliga a manifestarnos y desde luego a felicitar el esfuerzo de todos los ganaderos colombianos, pues son ellos quienes lograron la certificación, con el apoyo del ICA, el ministerio y en alguna medida de Fedegan.
Capítulo aparte son los dos laboratorios nacionales. Sin ellos, los costos de la vacuna serían prohibitivos, el manejo de inventarios aumentaría el desembolso de los ganaderos. la calidad de la vacuna, nadie la pone en duda. Demogan reconoce su trabajo y lo agradece.
Es lamentable, pero la amenaza no termina. Venezuela continúa sin poder evitar que la enfermedad prolifere, no por falta de voluntad de los ganaderos sino por descomposición de ese estado.
La falta de diálogo entre los países agrava la situación. Pensamos que los temas de salud humana y/o animal, no puede politizarse. Las certificaciones y descertificaciones, van a continuar si las autoridades de ambos países, no permiten privatizar las soluciones.
¿A qué nos referimos? La intervención del gobierno venezolano complica sobremanera la posibilidad de asegurar una red de frío que lleve hasta los últimos confines del país la vacuna. El INSAI, (equivalente al ICA nuestro) habla que tienen 21 millones de bovinos, adicionalmente que esperan empezar a exportar en dos años carne a la China, una vez estén libres de aftosa. Hoy afirman que exportan cerdo y pollo a ese país.
Dicen las autoridades venezolanas que el laboratorio Cala, tiene 7 millones de dosis y que por lo tanto necesitan 14 millones adicionales para atender la demanda.
El inventario que entendemos tiene Venezuela, son 8 a 10 millones de bovinos; si es verdad que tienen entre 18 y 21 millones de animales, el riesgo de ambos países aumenta. Adicionalmente, para terminar el cuadro, el viceministro de agricultura de ese país, abre las posibilidades para poder introducir por los “caminos verdes” la vacuna, sin entender que necesita para su conservación utilizar la formalidad y a las empresas legalmente constituidas.     
No es nuestra intención invitar al desánimo, sino al realismo. Los momentos de euforia o de alegría, son maravillosos; desde luego, emulando a Pambele, es mejor estar contento que triste. Pero es peligroso creer que salimos al otro lado cuando la posibilidad de volver a estar sin la certificación es latente.
¿Qué hace el ICA para anticipar una posible pandemia? ¿Podrían favorecer a los ganaderos con una respuesta? Si no lo han pensado es importante que lo hagan. Si ya lo hicieron, es urgente que nos ayuden a prepararnos.  
Solo el silencio es inútil esto lo repetimos una y otra vez; el silencio de las autoridades para compartir respuestas cuando hay situaciones extremas, deben ser compartidas de manera permanente y convertirlas en hábito para que los posibles afectados las interioricen.
Si se llega a demostrar que un elevado número de reses en Venezuela está infectado, debe informar quien sea que lo descubra a la OIE y crear escudos sanitarios en Colombia, si es, al contrario, el costo país para nosotros, no ha sido suficientemente valorado y debe ser estimado de manera urgente.
Muchas veces nos hemos referido al tema. Demogan no es un movimiento afecto a utilizar la manida frase de “Te lo dije” eso no resuelve nada, más bien crea frustración e inmoviliza. El sector desde hace mucho ha desarrollado una especie de síndrome de la inmovilidad, donde solo criticamos sin ser propositivos. Hoy le pedimos al MADR al ICA y en la medida que lo estimen pertinente a los gremios asociados a la ganadería que busquemos soluciones para evitar el peligro latente e inminente que es un vecino que no cuida la salud de su ganadería.