sábado, 27 de julio de 2019

Demogan La Política Migratoria de Trump

La decisión del presidente de Estados Unidos de arrinconar la mano de obra que cubre las necesidades del sector agrícola, es equivocada para ellos, y si sabemos aprovecharla excelente para los países latinoamericanos que sean capaces de ofrecer alternativas diferentes, que le asegure a ese país una parte de sus necesidades alimentarias.
Las cifras impresionan. Vamos a compartirles unas pocas que nos sirven de reflexión y sobre las que Demogan, quiere proponer que entre todos construyamos una estrategia de país para la ganadería. A continuación, comparamos las diferencias surgidas en 43 años:

Concepto
1970
2013
# de lecherías
648,000
47,000
Tamaño del hato
12’960,000
9’212,000
Lactancias # litros
4,400
9,900
Litros totales año
57’024,000,000
91’198,800,000
Hato promedio
20 vacas
196 vacas
Población
205 millones
316 millones
Empleos de lecherías
10’000,000*
Estimado
3’000,000
Consumo Per cápita año
278 litros
288 litros
% de empleo que generaba la leche
4,9%
0,9%

El estado de California aporta el 21% de la leche a su vez en 10 estados adicionales, la leche es el primer producto agrícola.
Destacamos dos hechos por los que la leche, podría verse afectada: primero, los trabajadores de las ganaderías, son en su mayoría migrantes indocumentados. Son muchos los testimonios que resaltan el hecho que los anglosajones no tienen la capacidad para aguantar los requerimientos laborales del negocio. ¿Qué piensa hacer USA en el momento que las lecherías se queden sin trabajadores?
En segundo lugar, la producción de lácteos en Estados Unidos está aumentando más rápidamente que la capacidad para su procesamiento, lo que ha provocado que algunos agricultores se vean obligados a tirar la leche, según reportó la cadena CNBC en un informe especial con Gene Paul, coordinador legislativo de la “National Farmers Organization”.
Estados Unidos, tiene registrados 825 industriales artesanales (continúan buscando una definición que incluya el producto realmente artesanal), y es gracias a esos procesos resultado de innovaciones individuales, que el consumo de quesos es de 16 kilos per cápita; eso quiere decir que el 65% de la leche que consumen los estadunidenses, es a partir del queso.
Si votan a los inmigrantes ¿Qué le sucede a la industria láctea? ¿A la producción de soya, maíz, sorgo y otros cereales? ¿Tiene claro el presidente Trump que hacer con los miles de hectáreas improductivas que de un día para otro tendría su país? 
Pues bien, a nosotros nos servirían mucho, si tuviéramos liderazgo y capacidad de pensar en grande.
Colombia concentra el 85% de su ganadería en pequeñas explotaciones, que, si educamos a sus dueños, podemos ofrecer productos diferenciados y orgánicos, que para nadie es un misterio que tienen precios superiores en el mercado internacional. Entender que somos un país con una base campesina importante, pero que todos los días migra del campo a la ciudad, es urgente. Quiere decir, que, si somos capaces de generar puestos bien remunerados y oportunidades, llevaremos paz al campo, ciencia al agro, innovación, equilibrio ambiental y con seguridad lograremos modernizar los 40 millones de hectáreas que suman la ganadería y la agricultura.
Los vientres de nuestras vacas producen terneros. El génesis de la ganadería son las hembras. Esa perogrullada, suena ingenua, pero es fundamental que la entendamos. Con esas vacas podemos sin duda producir machos para vender en pie y en canal, no solo a USA, que necesitará carne de prosperar la idea de echar a los inmigrantes, sino para el mundo.
Movilizar el cooperativismo productivo, crea una importante base de clase media en nuestro campo. No es necesario que cada cooperativa tenga muchos asociados, consideramos necesario que la industria organizada, se una a un movimiento cooperativo que transforme nuestra ganadería. Los campesinos deben mejorar sus esquemas productivos asegurando la comercialización con los industriales, ese ha sido nuestro mensaje desde hace 9 años que iniciamos nuestro trabajo.  

domingo, 21 de julio de 2019

Demogan La Mermelada en el ICA 2


No es nuestra costumbre escribir dos semanas consecutivas sobre un mismo tema. Sin embargo, la importancia del Instituto para el agro colombiano, justifica hacerlo.
Iniciamos, pidiéndole a la junta directiva, que se pronuncie frente a estos hechos. Entendemos que el presidente, el ministro de agricultura, La Sac y Fedegan, Planeación, los usuarios campesinos, el Consejo de ciencia y tecnología están representados. Como es obvio, pertenecer a una junta y obtener beneficios para sí, o para la empresa o gremio que uno representa, está descartado. Más adelante, volvemos sobre este hecho, para evitar no ser suficientemente entendidos.
Luego de nuestra columna de la semana pasada, nos llegaron muchas denuncias refiriéndose a circunstancias idénticas a las del Meta. Huila, Cesar, Tolima, casi todos los departamentos se quejan de la incapacidad para manejar guías y ejecutar trabajos, sin importar lo elementales que estos puedan ser. La repartija de puestos que se presenta en las seccionales es vergonzosa. La desprofesionalización del ICA, avanza, no se para, lo están acabando.
El organismo, va perdiendo su contacto con la ciencia. Solo avanza su politización. Debido a que esa práctica viene desde hace años, el ICA se rezagó.
Obviamente, no vamos a caer en el juego de cuestionar todo. Esa práctica es de desadaptados, de gente que solo quiere poder y no servir a los ganaderos. Demogan quiere servir, y de ninguna manera caer en exageraciones o mentiras para acabar con la honra de nadie.      
Los contratos a los supernumerarios, se firman por tres a seis meses, así no hay emprendimiento humano que pueda ni enseñar, ni progresar, tampoco crear políticas de largo plazo. Es muy probable que, si contratan personas por tan corto tiempo, se corrompa todo, más de lo que nos dicen que está.
La autoridad sanitaria, es indelegable. Debilitar o delegar esa función, es impensable. No queremos especular, pero ya sucedió que se entregó sin licitación el Fondo Nacional del Ganado, que se creó para servir a los ganaderos y poco lo ha hecho.
Mencionamos esto, pues en el escrito de la semana anterior, anticipábamos la posibilidad que se le regrese el manejo de guías y trazabilidad a Fedegan o a cualquier otro gremio, por cuenta de nuestras denuncias, además de las realizadas por comités afiliados a la federación.
No estamos pidiendo que se venda el sofá, nuestro reclamo es para que tengamos un instituto profesional y transparente, sin gamonales incrustados. Tampoco se interprete nuestra denuncia, para quitarle responsabilidades propias del gobierno y pasárselas a otros.
Colombia tiene tres regiones con estatus sanitarios diferentes, que, deben ser vigilados por el ICA. Ellos son: San Andrés y el Urabá antioqueño, que son libres de aftosa, las zonas de frontera que son de alta vigilancia y el resto del país.
El doctor Luis Barcos de la organización mundial de sanidad animal, advirtió al ICA, que de ninguna manera podía una organización privada sustituirlos en sus funciones; complementando su advertencia, con la afirmación que ser juez y parte como es el caso de algunos gremios, ponía en serio peligro nuestra sanidad. No solo eso, quienes en ese momento ostentaban el liderazgo de los gremios porcícola y avícola, le pidieron al viceministro de agricultura de la época (2011-2012), que esa condición era inequitativa y discriminatoria. Parece que ya lo olvidaron.
Se llegó al extremo de pensar en una ley de tasas para Fedegan (que era el administrador de las guías) y cobrar por los registros de hierros, guías sanitarias, bonos de venta, bonos de transporte etc. afortunadamente, no se hizo.
Quisiéramos saber, si además del pago que hacían los ganaderos por la expedición de estos documentos, el ministerio de agricultura les reconocía algún dinero extra. Si eso era así, lo consideramos un insulto a los ganaderos.
En la medida que los gremios se mantengan con fondos parafiscales, la esencia de servir se pierde, llevando a que busquen otras maneras de aumentar sus ingresos no para investigar, sino en muchas ocasiones para que estas federaciones, se crean con la capacidad de hacer negocios.
El ICA, debe continuar manejando la sanidad. Esa es su responsabilidad y para eso no puede tener socios ni privados ni públicos. La sanidad es un tema serio que no admite hacer política. De la misma manera como hay contabilidad ambiental, debemos tener contabilidad científica, saber si somos capaces de asumir las exigencias que el agro tiene, saber, si los ganaderos y agricultores se sienten bien servidos, si el ICA, ayuda para que sus parcelas sean negocio, y no si solo le sirve a unos pocos.      

martes, 16 de julio de 2019

Demogan La Mermelada en el ICA


Como la canción TODO sigue igual.
A pesar de las promesas, en el ICA funciona con perfección que nos arroba, la cuestionada por nosotros, y por lo visto olvidada por quienes lo prometieron, un esquema de mermelada excelsa.
No vamos a mencionar sino un solo caso solicitándoles a nuestros lectores que nos dejen saber sus denuncias.
El senador Cepeda, era quien “gobernaba” el ICA durante los 8 años del presidente Santos, a su vez, en el Meta la senadora Martínez dirigía de manera omnímoda el instituto.
El ICA, se fundó en junio de 1962, terminando el gobierno de Alberto Lleras Camargo, iniciando Valencia y luego el presidente Lleras Restrepo, llenó, con su curiosa manera de hacer clientelismo, contratando a los mejores, más capaces, honestos, estudiosos, sin filiaciones políticas, este y otros institutos. ¡¡¡Qué tiempos aquellos!!!
Hoy en el Meta, rige imperialmente, una dama del partido Centro Democrático -el partido de gobierno- su nombre es Jennifer Arias, es representante a la cámara y esperamos que su gestión sea exitosa.
De acuerdo con nuestras fuentes, doña Maritza Martínez, intentaba, no sabemos con qué éxito, nombrar personas con alguna preparación; eso desde luego no la disculpa de las múltiples equivocaciones que sus ahijados políticos cometieron, pero ahora, la vara que mide los conocimientos la bajaron excesivamente.
Al Meta, le han venido cayendo todas las plagas de Egipto. Para empezar, la carretera. Hoy trasladarse de Granada, hasta Bogotá, puede tomar si no aparecen inconvenientes mayores entre 13 y 14 horas. La cantidad de ganado que salía desde el Meta para los frigoríficos, se desmoronó, pues a la plaga de las carreteras, le sumaron la contratación de un ejército de nuevos empleados en el ICA, sin experiencia alguna, terminando de colapsar el esquema sin metodología que tiene el instituto.
Les compartimos solo un municipio: Guamal; ¿por qué? Resulta, que este es el segundo municipio en emisión de guías, Bonos de Venta y Determinación de Procedencia del ganado, que tiene el país. para terminar de ajustar a los ganaderos, en TODO el Meta, se estableció que en días que no fueran de mercado o de vacunación, se entregaban un máximo de cuarenta (40) turnos, para facilitar estos papeles. Pues bien, en Guamal en un día de poco trabajo se necesitan atender entre 60 y 80 criadores.
Lograr turno, exige que el ganadero salga de su finca antes de las 5 de la mañana. Llegar, pararse a la intemperie y eventualmente, que al llegar donde el funcionario, se encuentre con la sorpresa que no hay señal y por lo tanto el trámite se demore aún más tiempo. Exigiendo que un ganadero gaste entre 6 y 7 horas para que si esta de “buenas” le entreguen sus papeles.
¿desconoce el ICA las tareas que un ganadero debe cumplir? ¿les parece correcto quitarle en ocasiones el día entero de trabajo al finquero frente a su hato? ¿por qué no han contado con los ganaderos en todo el país para que ellos sin cobrar emolumento alguno, les expliquen cuál es la metodología que mejor se acomoda a sus necesidades?
Hablando de metodologías, las pocas que había durante el gobierno anterior, desaparecieron con la llegada de los nuevos mandamases. Probablemente intentaron reproducir la teoría del caos constructivo que se le atribuye al emperador Romano Julio César, para crear un clima de inestabilidad y violencia.
Durante el tiempo de implementación de la nueva autocracia, muchos empleados quedaron sin salario durante 45 días, trabajando con la ilusión que sus contratos serían renovados por otros 6 meses o un año. Eso no se dio, los contratos fueron renovados por tres meses, y luego se nombraron gentes afectas al nuevo régimen.
Lo que se define en el ICA, como PSG (Puntos de servicio al ganadero) está manga por hombro en muchos lugares del país. Es fácil de entender, que una persona que llega al puesto no puede hacerlo con igual eficiencia que los anteriores que ya tenían práctica en el oficio.
La forma como pagan salarios, que desde luego no surgió con la nueva administración, sino que viene de antes, funciona de la siguiente manera: Al mes se paga a ese nivel de funcionario, cerca de $1’700,000; de allí debe sacar para pagar su seguridad social, sin recibir primas ni horas extras. Si una empresa privada hace esto, es demandada; ¿por qué el estado sí puede hacerlo?
El ICA, pasó de ser un lugar de investigación, innovación y ciencia para convertirse en un hervidero que resume las necesidades de votos de unos pocos políticos que no creen que sea necesario y preservar y modernizar el conocimiento agrícola y ganadero. Tampoco creen en la urgencia de consolidar nuestra seguridad alimentaria.
Esperamos que, con la disculpa del caos, no vayan a devolverle a Fedegan el manejo de las guías, eso no debe suceder. 
Insistimos, en nombrar finqueros de comprobada idoneidad y sentido empresarial para que vigilen la calidad de los procesos. Todo esto debe ser ad-honorem.
Muchas veces en los últimos ocho años hemos escrito acerca de ese instituto, pocas veces hemos podido hacerle reconocimientos. Lo lamentamos, es urgente que se adelante una encuesta y midan la percepción que tienen las gentes del campo sobre el servicio que presta. Tememos que el resultado será vergonzoso; sin embargo, lo peor de eso, va a ser que no les importa, ellos son parte de lo que un investigador de la corrupción define como: “El retardo moral de nuestros gobernantes”