lunes, 4 de septiembre de 2023

Demogan Hablemos de Extinción de Dominio

 El número de hectáreas en poder del estado incluyendo los baldíos, suman 48 millones de hectáreas. Por eso, no entendemos la urgencia de aplicar la extinción de dominio ni de comprar predios, si durante el primer año de gobierno se entregaron apenas 34.000 hectáreas y quieren en el cuatrienio llegar a un millón quinientas mil, en lugar de los 3 millones de hectáreas iniciales, que en buena hora entendieron no eran posibles de entregarse. Lamentablemente en Demogan, creemos que las 1’5 millones de hectáreas, tampoco son realizables.

Para qué hablar de expropiar Cuando cuentan con algo más del millón quinientas mil hectáreas que están en la frontera agrícola, y en su mayoría están formalizadas, tienen vías de acceso y pueden ponerse a producir más rápidamente; insistimos, que no se trata de entregar sino de educar, mejorar, sembrar, adecuar y seleccionar familias que estén convencidas que esa es la forma de vida que quieren.   

Si a la compra de tierras le sumamos el valor de poner a producir esas tierras no creemos que alcancen los presupuestos.

En números gruesos, en un ejercicio de 100.000 campesinos con 15 hectáreas cada familia y se construye viviendas dignas serían $3 billones de pesos, créditos para comprar vacas y que las entidades crediticias desembolsaran para la compra de 10 animales con un promedio de peso de 400 kilos, a un precio promedio de $7000 el kilo otros $2’8 billones y aun no arreglamos las tierras, pero conservadoramente adicionemos otro millón de pesos por hectárea llegando a $1’5 billones adicionales para un cauteloso gran total de $7’3 billones en el año 2024.

El préstamo para compra de ganado de las entidades bancarias no está asegurado, tampoco la manutención de las familias mientras empiezan a producir.

Ahora compremos la leche del 70% de animales con una producción promedio de 4 litros día entrarían al flujo diario del país otros 2’800.000 litros de leche aumentando en 20 litros el consumo per cápita que nos permitiría llegar a estándares mundiales de consumo y se afectaría el precio de compra.

Mencionamos la leche, por varias razones: hay quien la compre, esto son más de 800 industrias, ASOLECHE y el MADR, anunciaron la posibilidad de pulverizar y exportar una parte de esa producción (Viejo sueño de Demogan), que si nos concentramos en trópico bajo tendría un promedio interesante de sólidos para mejorar el rendimiento en polvo, la leche es el único producto del agro que genera caja todos los meses.

Los producidos que sugerimos son bajos así el ingreso a los 3 o cuatro años puede estar en el doble dependiendo de la genética (Mejor genética inicial aumenta el desembolso para comprar el ganado) y desde luego sería necesaria una red de frío que evite perder la leche y mejorar los ingresos, el proyecto debe instalar estratégicamente unos 1000 taques para el acopio; y eso también cuesta.  

Si a los números anteriores le sumamos la compra de tierras los desembolsos podrían triplicarse, pero si además la alternativa es amedrentar a los finqueros antes de empezar con la idea de extinguir el dominio de sus tierras, tememos que la suma de los intangibles (La gente razona diferente cuando está amenazada) harían impracticable el proyecto.

En Demogan estamos de acuerdo, que es necesario hacer que los campesinos produzcan y den el paso que les permita emplearse y generar prosperidad, pero eso no se logra con tierra que no produce y para la cual no exista un plan claro que los lleve a ser empresarios y no a empobrecerlos.

Insistimos: no se trata de entregar tierra, sino de hacer que produzca.