Nuestro estatus: “libre de aftosa con vacunación” podrá verse comprometido si prospera la idea de tres organizaciones que son: el centro panamericano de la fiebre aftosa, PANAFTOSA, el banco de vacunas que almacenará principios activos para la producción de estas, BANVACO y la comisión suramericana para la lucha contra la fiebre aftosa, COSALFA. Tres organizaciones que se complementan pero que también en ocasiones se contradicen.
Básicamente,
proponen que dejemos de vacunar en el 2026, fundamentando su decisión en el
hecho que cinco estados brasileros han tomado la iniciativa de no continuar vacunando,
argumentando las siguientes razones:
Si no
vacunamos, obtenemos mejor precio de venta en el exterior; sin embargo,
Argentina y Uruguay, afirman que ellos vacunan y no han desmejorado los
precios.
La segunda
razón, es que les preocupa el costo para los ganaderos, olvidando que en
nuestro caso, durante el último brote que ocurrió en el departamento de Arauca
en el 2017, de 317 reses que se sacrificaron, no han pagado ninguna, tampoco las
más de 2000 reses que se sacrificaron en Cundinamarca, el fusil sanitario,
funciona en países desarrollados como Gran Bretaña donde si les pagaron a los
ganaderos las reses sacrificadas.
La tercera
razón, es que 5 estados brasileros sugieren que ya son libres de aftosa sin
vacunación. Sin embargo, Los recientes brotes en Rusia e Indonesia, cuando esta
última tiene alarmada a Australia que ya documentó casos de la epizootia traída
de ese país, además de nuestro absoluto desconocimiento de lo que sucede en
Venezuela, y la claridad que tiene la ciencia que el virus puede viajar miles
de kilómetros, sepulta la seguridad con la que hablan los 5 estados.
La cuarta
razón, es en nuestro concepto algo ingenua, pues hablan de que esta es una
solución conjunta. No sobra preguntarnos, como se resolverían las urgencias de vacunas.
Tiende uno a pensar que los países con mayores aportes a BANVACO tendrán la
prioridad en caso de una emergencia. Tampoco es claro el tiempo de respuesta y
que sucedería si no se cumple con la entrega de las dosis ¿Pagaría el banco a
cada ganadero la aplicación del fusil sanitario? ¿Cómo se determinaría el costo
de cada animal? Para los ganaderos no tiene sentido que dependa de un tercero
la neutralización de las enfermedades, el ganadero es libre, no le gusta que le
digan que depende de un ausente.
La última y
nada fácil, es que, en nuestro caso, el control de fronteras en especial los 2219
kilómetros que tenemos con Venezuela, no hemos logrado controlar el paso de
delincuentes, mucho menos vamos a lograr evitar que nos invada un virus.
Reiteramos
que Colombia no puede dejar de vacunar. Estamos alineados con Fedegan,
¡¡¡Increíble, en un mes llevamos dos veces que sin hablar estuvimos de
acuerdo!!!
Coincidimos
con Uruguay, Argentina y Paraguay en no dejar de vacunar. Miren las cifras que
en la revista Valor Agro comparten. Mercosur es libre de aftosa con vacunación,
exportan $15 mil millones de dólares al año, en derivados ganaderos, tienen un
inventario de 270 millones de bovinos, una tasa de extracción del 22% (60
millones año), exportan $4 millones de toneladas de carne, son el 36% del
mercado mundial, generan 5’5 millones de empleos.
Impresionante
¿verdad?
Pues bien,
si dejan de exportar perderían quince mil millones de dólares, si solo dejan de
exportar a China, la perdida sería de US $7 mil millones y si exportan solo al
35% de los compradores, las perdidas ascenderían a US $5 mil millones.
Nuestra
ventaja, nos la ofrecen un laboratorio oficial, VECOL, y uno privado, LIMOR,
donde tenemos técnica, investigación, competitividad (Nuestro precio al
ganadero es el más bajo de América Latina) desde luego la ciencia y algo que
tanta falta nos hace, la ETICA empresarial.
Si dejamos
de vacunar, los grandes perdedores seríamos los ganaderos.
Si se
suspende la vacunación, la vigilancia, vale tres veces más que si vacunamos (Fuente:
Valor Agro).
Hoy con la
denominación “Libre de aftosa con vacunación” Uruguay llega a 130 mercados.
El año del
primer brote de aftosa, Uruguay perdió setecientos millones de dólares.
El
presidente López Pumarejo, decía: “Mis compatriotas, tienen la costumbre de
irse para otra fiesta, cuando en la que están, es la buena” Por favor no
cambiemos el esquema que ya funciona.