lunes, 30 de enero de 2023

Demogan El Toro de Lidia, Segunda Parte, Colombia

En el anterior artículo, mencioné generalidades de la historia del toro de lidia. En esta segunda entrega compartiré información sobre el toro en Colombia, para ambientar mi escrito final en defensa de la fiesta.

Desde la colonia en nuestro país se llevaban a cabo festejos con toros más ariscos que bravos, partiendo de los animales traídos por los conquistadores que pastaban en tierras de Canoas y Tilatá en los llanos orientales, también en el Tolima se celebraron “corridas” cercando las Plazas Mayores, de forma parecida a como se hacen las corralejas en la Costa.

Los toreros eran improvisados y no faltó más de un muerto, una viuda, y muchos huérfanos, la fiesta exigía a los participantes, bastante valor y claro, algo de estupidez porque no había médicos para curar cornadas.

Solo hasta 1890, llegaron los primeros toreros profesionales manteniéndose los festejos hasta 1924, con toros criollos, “calentanos” llaneros, “tilateños” etc. Y a pesar de las deficiencias, la falta de casta y la dificultad de la lidia aun para los expertos que venían de España, el entusiasmo crecía, creándose una sólida afición en Bogotá, Cali, Cartagena, Bucaramanga, Medellín y Manizales.

De acuerdo con don Manuel Piquero Pérez “Picas”, en lo que se denominó la época del centenario de nuestra independencia, que inicia en 1910, se registraban 18 “plazas” de toros en diferentes sitios de Bogotá. En 1915 apareció la primera plaza o circo en San Diego, cerca de donde don Ignacio Sanz de Santamaría construyó la Plaza de Toros. En su anterior plaza de madera, participaron toreros icónicos como “El Gallo”, “Bienvenida”, “Alcalareño” y otros, y allí, traídos desde España por don Ignacio y con la empresa de don Hermógenes Vargas, se lidiaron por primera vez toros españoles de Veragua, Miura y Santacoloma. No imagino las vicisitudes del transporte por la falta de comunicaciones y vías, el peligro de llevar unos animales que potencialmente podían matar, campesinos, mulas, caballos o ganado, era de una dificultad sin nombre, además tenían que llegar los toros vivos en un trayecto que adivino podía tomar un mes; de contera, los toros también podían despeñarse, morirse y llegaban tan maltratados, que su recuperación debería ser parte de otra narración y es que hacer país no empieza la víspera sino que se toma siglos.

Nuestro país es un “joven” de 500 años con más historias y sin duda con más geografía y ríos que otros mucho más “viejos”. Los toros vienen desde la Colonia que inicia en 1521, por eso, nos preocupa que desaparezcan.

Sigamos con nuestra historia.

La primera ganadería que cruzó vacas calentanas, tilateñas y san martineras fue Mondoñedo, con la ayuda de don Ignacio y la sapiente tienta de su gran amigo, “el Gallo”. Paralelamente, don Fernando Vélez de Cartagena, importaba toros ibéricos para su finca Aguas Vivas.

El primer toro español que se lidió en el circo San Diego fue Miserable, de la ganadería Veragua, mató, “Joselito de Málaga”, tal fue la emoción que un aficionado de apellido Quijano, murió de un infarto en su barrera de sol.         

Antes que tuviéramos ganaderías que pudieran vender sus toros, se importaban los encierros completos, esto ocurrió entre 1924 y 1927.

La afición por la fiesta le costó a Ignacio Sanz, la friolera de la época de US $400.000.

Desde luego, la historia de los toros, la afición, los toreros y los ganaderos, no está circunscrita a Bogotá, hoy el país tiene 66 ganaderías cuidando páramos, agua fresca y medio ambiente, hoy la preminencia de la fiesta se trasladó a Manizales y probablemente Cali, Bogotá ha tenido contradictores extremos, que no confían en la razón sino en el grito, evitando el diálogo; no estar de acuerdo, no puede ser excusa para el insulto, porque solo agreden aquellos que no tienen la verdad, o sienten miedo, por eso el toro bravo nos da lecciones de dignidad en la plaza, no lo preocupa la muerte, a ellos solo les preocupa sin saberlo, que su raza no se extinga. 

lunes, 23 de enero de 2023

Demogan El Toro de Lidia su historia

Los fósiles más antiguos de nuestra raza son de los hombres de Kibish hace 200 mil años.

El toro de lidia que es una subespecie, y se denomina científicamente Bos Taurus Ibéricus está en la península ibérica desde antes de la llegada de los celtas; sin embargo, el Uro está en nuestro planeta desde hace 500.000 años:En algo hay un consenso pleno, el toro de lidia, así como, todas las razas de bóvidos proceden del uro primitivo (Bos primigenius) presente en el norte de África, Europa y Asia desde hace 500.000 años” (Centro Etnográfico y Bibliográfico virtual del Toro de Lidia).

Podemos ver que el toro estuvo presente 300.000 años antes que el hombre; es animal reliquia, que ha sido deidad, fuente de arte desde las cuevas de Altamira, pasando por los monumentos como los toros del Guisando en el camino entre Ávila y Toledo o el Fresco del palacio Cnosos que representa el rito del Salto al Toro. (1500 A.C.) en Creta, primera cultura de la edad de Bronce.

Desde luego en torno a sus orígenes existe controversia, que no intentaré dirimir en este artículo, solo intento dejar clara la importancia que una fiesta gire en torno a un animal prehistórico que las guerras no han podido extinguir.

En mi concepto, precisamente es la fiesta la que lo mantiene, si no hubiera sido por ella, no tendríamos fincas de toros de lidia en España, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Francia y probablemente otros lugares, con ganaderías que no dan leche ni carne, que “desalumbradamente” unos pocos poetas del medio ambiente y la ganadería intentan mantener con el único propósito que este animal continúe enseñándonos supervivencia, en un momento donde la raza humana puede llegar a extinguirse por cuenta de nosotros mismos.

El toro bravo enseña dignidad en la plaza y en la pastura, muere altivo, virgen, de cuatro a cinco años, a diferencia de los toros en el matadero, que entran en un callejón sin salida para ser sacrificados y desde luego cumplir ellos también, con una función vital alimentaria, no que el toro de lidia no lo haga, pero es que está llamado a cumplir con otros cometidos.

El toro define la libertad que los humanos hemos ido olvidando o perdiendo. En el potrero mira al infinito. Y donde está presente, no hay ni pesca, ni caza, ni paseos de campo, está allí para cuidar su entorno, permitiendo que el bosque primario y las aguas incontaminadas no se pierdan unos y no se contaminen las otras, son los mejores guarda oxígenos, que tenemos, ellos cuidan la vida y ojalá nosotros cuidáramos las de ellos.

Vale la pena que, desde la prensa hablada y escrita, se promueva un conversatorio para entender mejor este animal hermoso con más pasado que nosotros.

El toro de lidia es erudito en sostenibilidad. Su rusticidad le ha permitido llegar hasta nuestros tiempos, no es exigente en calidad de pasturas, pero si en cantidad y desde luego la calidad del agua es fundamental para que se mantenga bien, es un animal que ocupa espacios amplios, y va desde el nivel del mar hasta los 4000 metros de altura.

En España, donde tiene sus mejores cultores y críticos la primera corrida data del año 1128 en la boda de Alfonso VII de Castilla.

En América la primera ganadería brava la estableció en México, Juan Gutierrez Altamirano en el año 1523 y la primera corrida se llevó a cabo el 24 de junio del mismo año.

Un toro con historia, con tragedias a cuestas, pero con muchas narraciones que hablan de su grandeza, un toro que la humanidad debe preservar y que la única manera de hacerlo es manteniendo la fiesta viva.


lunes, 9 de enero de 2023

Demogan Se le Regó la leche a Fedegan

 Con el título ¿Qué hacer con la leche? Fedegan prende nuevamente alertas sobre la situación de la importación de leche en polvo que, a partir de 2026 quedará libre de aranceles.

El título del escrito es pertinente pues Fedegan reconoce con la pregunta lo alejado que ha estado del sector lechero; ese reconocimiento es un avance inédito que aplaudimos.

Desconcierta la preocupación de ese gremio, que, durante las negociaciones de los TLC, estuvo en el Cuarto de al lado”. Quiere eso decir que nada de lo que está sucediendo a los lecheros puede tomarlos por sorpresa. Solo se nos ocurren dos repuestas para entender lo sucedido: O que Fedegan no se opuso al tratado como quedó, o que dio su brazo a torcer para lograr mejores acuerdos para otros productos.

Aceptar equivocaciones, como le sucedió a la iglesia cuando pidió perdón por los desmanes de la inquisición luego de 400 años, no está mal.

Y aunque no es común escuchar las excusas de ese gremio, el hecho que inicie este el año aceptando el error cometido y se comprometa a no continuar siendo distante en especial con los pequeños ganaderos es un avance.

Su gerente ha aclarado que ellos advirtieron sobre lo sucedido; eso es así, pero no nos convence, pues no se trata de advertir, sino de ofrecer soluciones como uno de los gremios de la ganadería proponiéndole a ANALAC que lidere esas conversaciones y le presenten al actual gobierno fórmulas para que se posponga la libre importación por otros 5 años y en paralelo presentarle a los lecheros soluciones para que no los arrase la importación sin aranceles.  Desde luego esta negociación debe incluir a Estados Unidos y la Unión Europea.

En Demogan tenemos claro que sacar de circulación un país ganadero como es el nuestro, es un disparo en el pie que se darían en el mediano plazo los grandes jugadores. No podemos aceptar en el mundo actual que los tratados permitan que tengamos vencedores y vencidos, abogamos por una ganadería abierta, no proyectada a 10 o 15 años, sino a 100 años y desde luego entendemos que los sectores deben estar representados con independencia entre sí, pero no rechazando el trabajo en equipo.

Trabajar separadamente es conveniente, pero aprender a unirse define la posibilidad de estar vigentes dentro de 100 años que es nuestra propuesta; por esa razón sugerimos que ASOLECHE también esté presente.

Desde hace más de una década hemos promovido la necesidad de instalar una planta de leche en polvo en la costa, con la claridad que debe exportar y manejar inventarios para que nuestra industria no tenga la necesidad de importar. Conquistar mercados exige tener el largo plazo en la mira. Volvemos a proponer que los lecheros puedan ser socios de este emprendimiento, que desde luego esté bien financiada, y tenga una nómina y una calidad de clase mundial. En una palabra, que la leche sea competitiva y en ese momento se abran las puertas a los competidores del exterior.

Qué bueno que Fedegan ponga el tema de los tratados en los que estuvo presente para que el debate sea norma y no un milagro.