En el año 2013 comenzamos a construir la idea de exportar leche en polvo desde Colombia.
Siempre hemos pensado que los sectores que no exportan y no
tienen mercados ampliados, restringen su crecimiento y modernizarse les cuesta.
No exportar afecta la estabilidad ganadera. Si tuviéramos un mercado estable y
creciente de 30 o 40.000 toneladas en polvo exportadas al año, la presión sobre
todo el sector disminuiría.
Si a eso le agregamos que la leche-leche que se diluye
con lactosueros afecta la demanda, incluyendo a los que cometen el delito, por
la simple razón que si no compran la leche se cierran hatos disminuye la oferta
y destruye miles de empleos, incluyendo laboratorios, veterinarios, fincas y
todo lo que gira en torno a la leche.
Fueron muchas las reuniones que llevamos a cabo, la
mayoría consideraba que estábamos dibujando un cuadro con colores en mal estado.
Los primeros en objetar la idea fueron los gremios ganaderos, pensaban que era
ingenuo lograrlo por cuenta de los altos costos de producción. Ninguno nos
acompañó.
Cuestionar los obstáculos que tiene cualquier idea es lícito
y respetable. Para iniciar sugeríamos que, con la leche pulverizada en el país,
empezáramos vendiéndole a la industria que importa. Otro de los inconvenientes
que revisamos fue el bajo rendimiento en algunas regiones en pasar de líquido a
polvo las leche. Por eso la idea era y es, ubicar la planta en la Costa Caribe,
donde la leche tiene más sólidos totales, disminuyendo así costos de transporte
a puerto, mejorando el rendimiento de líquido a sólido, mejorado el nivel de
vida de campesinos, y probablemente lo más importante modernizando el hato
lechero. Es probable que el costo de energía sea un punto en contra que debemos
resolver entre todos.
Nuestra producción media por hectárea deja mucho que
desear, por eso es importante que los costos se analicen desde el detalle, la
producción, litros por hectárea. Esto toma tiempo, pero no es razón para no
seguir adelante; francamente esto es lo que más nos entusiasma pues consolidar
la cultura del largo plazo en todas las actividades del agro, es fundamental.
Soñar para algunos es perder el tiempo, para otros pocos
es razón de vida y es por esa razón que siendo Demogan discípulo de los
soñadores, continuamos con la idea que no solo es necesario exportar, sino que
es la principal propuesta para la supervivencia de la ganadería.
Fedegan finalmente se unió a la idea de exportar leche. Es
importante que lo haya hecho, la suma es la que impulsa las propuestas, le
damos la bienvenida, pues nunca es tarde para unirse a una buena causa.
Faltan ANALAC, ASOLECHE y todos los líderes de las
diferentes razas lecheras.
Alberto Hoyos, que es un ganadero cuyo ejemplo debemos
seguir, insiste que produzcamos leche A2A2, esta sería una leche de mayor
precio para el productor y desde luego para quienes la compren en el exterior,
lo mismo que darle denominación de origen y el sello de leche orgánica, condición
en la que están muchas fincas sin saberlo.
Con la seguridad que el 100% de la leche producida se debe
comprar y procesarse, debemos establecer un plan para mejorar la genética, los
pastos, la educación en el campo, las vías terciarias, las viviendas y la
seguridad, todo eso antes de 10 años.
Estamos en mora de crear una comercializadora internacional
ganadera. Su misión sería generar valores agregados, importar soluciones que
modernicen y eduquen, proponer ideas innovadoras, sustituir las importaciones
de leche y exportar regularmente.
Genaro Pérez decía que el precio más bajo que se le
pagaba al campesino era de la leche que no le recogían. Por esa razón insistimos
que pulverizar debe asegurar que se recoja 100% de la leche a nivel nacional.
La idea originalmente como se concibió, era permitiendo
que los productores fueran socios y que el dinero de las acciones que compraran
saliera de un préstamo a largo plazo que la misma empresa podía pagar al banco,
reteniendo una parte del pago por la leche que entregaran.
Pocos productores tienen experiencias industriales y por
eso desde el inicio sugeríamos que los industriales de la leche participaran
accionariamente en la planta y el gobierno fuera aportante minoritario, para
disminuir el monto de dineros aportados por los particulares, con el compromiso
de recompra de acciones por parte de la misma empresa o de terceros.
Liderar el proyecto exige tener habilidades
empresariales, por eso insistimos que la industria participe, la empresa les
vendería leche en polvo disminuyendo sus exigencias de inventarios y a los que
tengan pulverizadoras, comprándoles para atender necesidades de exportación.
Exportar es un disciplina que no puede centrase en excedentes
sino en la continuidad de la oferta de todos los actores, conquistar mercados
exige largo plazo, no esporádicas salidas. Para lograrlo, todos los jugadores
debemos aportar una cuota de sacrificio.
Abrimos el debate e invitamos a que el ministerio de
agricultura cite a una reunión donde participen todos los interesados.