Esta semana se llevó a cabo el congreso de Fedegan en Barranquilla. Asistió el presidente Petro y dio un discurso salpicado de noticias.
Petro vuelve
y carga contra la ganadería, ese ha sido su discurso con el que no estamos de
acuerdo pero respetamos su consistencia, ni da ni ofrece tregua, luego,
haciendo uso de su incuestionable parresía, terminó ofreciéndole al gerente de
Fedegan que hiciera parte de los negociadores con el ELN. La oferta arrancó
aplausos, eso fue bálsamo para el país y ejemplo para que construyamos puentes.
En Demogan invitamos
a unos momentos de reflexión y análisis.
Siempre
hemos apoyado la paz, estamos seguros es la única forma que el país prospere. Celebramos
que ahora Fedegan acepte estar presente en las negociaciones, aunque no podemos
dejar de sorprendernos, pues en el pasado atacó la paz que proponía Santos,
como si existieran estratos para la paz.
Pensamos que
paz hay solo una, es la ausencia de violencia, no de desacuerdo que es
connatural al ser humano. La paz se obtiene con verdad y ninguno mejor que
Nietzsche para decirlo de manera sencilla: “El
verdadero valor de un hombre se mide por la cantidad de verdad que pueda
soportar”. Creemos que quienes están dispuestos a aceptar la verdad total pueden
avanzar en una negociación de paz total.
Existen dos
condiciones importantes para iniciar ese camino: Ser Flexibles y entender que
es un encuentro con nuestra espiritualidad; aquí cito a Teilhard de Chardin, religioso
jesuita, paleontólogo y filósofo francés que afirmaba que no éramos seres
humanos teniendo experiencias espirituales, sino seres espirituales teniendo
experiencias humanas. ¿Están los negociadores dispuestos a escalar esos
peldaños? ¿Todas las partes quieren la paz?
Nos preocupa el
representante de Fedegan que en el pasado ha dado muestras de intemperancia, no
se trata de descalificar, pero es menester aterrizar las expectativas de todos.
Nadie puede de manera unilateral retirarse o retirar a alguien de una reunión. Esas
conversaciones exigen grandeza y desde luego un principio de acuerdo de los
roles de cada uno, demanda disciplina, humildad, hablar poco, escuchar mucho,
no sobreestimar al interlocutor; el ELN es un curtido negociador, ellos tienen
clara la manera de cómo desequilibrar a la contraparte, se han formado en la
desconfianza, no subestiman, cada uno conoce su partitura. Se han entrenado y
tienen la paciencia que Colombia entera espera tengan los representantes del gobierno.
Petro está cumpliendo como ninguno
de los que lo antecedieron sus promesas de campaña, no se trata de estar en
desacuerdo, sino de entender que aquí no hay “jugaditas”. Él intenta unirnos
entorno a unos ofrecimientos que muchos cuestionamos y sobre los que nos toca “capotear
el vendaval”.
El trabajo apenas empieza,
la prontitud con la que salieron a reunirse a Caracas da la impresión de que los
participantes han tenido reuniones previas, esperamos que no sea así por eso
nos atrevemos a sugerir que no improvisen y se preparen bien antes de “abrir
plaza”.
La paz no es una ideología,
ella es el único puerto donde debemos fondear, es el estado que nos va a
permitir el desarrollo de nuestra maltrecha nación, es la única vía que podemos
transitar si queremos una nación, es el encuentro entre hermanos, es el momento
de agradecer a Santos, Uribe, Pastrana, Betancur. Todos ellos hicieron aportes
y sacrificios, el país entero debe agradecerles.
Jose Felix, Demogan
acompañará sin protagonismos su trabajo por la paz, anticipamos que será
doloroso, cuente con nuestro apoyo, nuestra discreción, nuestra crítica constructiva,
nuestra verdad sin pliegues ni rincones oscuros, nuestra esperanza que usted
entienda que este es un momento de generosidad de cambio y de unión.