domingo, 26 de abril de 2020

Demogan Finagro Ángel o Demonio


Los acontecimientos se multiplican. El volumen de información exige por parte de aquellos que tenemos responsabilidades con el sector, ser responsables y no apresurar condenas o aplausos.
Esta semana debemos obligatoriamente escribir acerca de Finagro; para poder hacerlo y por razones didácticas presentamos unos cuadros sencillos, que intentan mostrar una parte de la situación.
La fuente de esta información, es Finagro.
Últimos 5 años de operaciones:
Año
$ Billones
# Operaciones
Incremento $$
2015
$8’5
226,905

2016
$10’4
310,974
22,35%
2017
$14’8
445,437
42,30%
2018
$15’3
414,982
3,38%
2019
$19’3
413,733
26,14%

Dineros para las primeras 8 cadenas productivas que más recibieron dinero y número de beneficiados en los últimos 10 años.
El monto total de créditos en esos mismos 10 años, suman $80’4 billones que es la base para establecer los porcentajes de participación y la manera como se irriga el campo con crédito “barato”:
El total de cadenas productivas que atiende Finagro, son 25.
La media de préstamo en esos 10 años, fue de $32’160,000.
Ahora si la información:


Producto
Montos $$ Billones
# de operaciones
Participación %
Ganadería Carne
$16’7
569,051 (2)
20,77%
Arroz
$10’4
50,163 (4)
12,93%
Café
$7’2
755,742 (1)
8,95%
Avicultura
$6’99
22,687 (5)
8,69%
Caña Azúcar
$6’86
5,356 (8)
8,53%
Palma
$6’36
9,547 (6)
7,91%
Leche
$5’3
199,056 (3)
6,59%
Frutales
$4’56
6,525 (7)
5,67%
TOTAL
$64’37
1’618,127
80,06%

Para mayor comprensión, al lado del número de operaciones en paréntesis, indicamos la posición en las primeras 8 cadenas productivas que recibieron crédito.
Un contraste que vale la pena, es que el café que es el primero en número de clientes beneficiados, tiene un promedio en esos 10 años de $9’527,000 (nueve millones quinientos veintisiete mil pesos) por préstamo, en contraste, la caña de azúcar que es la que menos beneficiados puede mostrar (por razones obvias) el desembolso promedio en 10 años, es de $1’280,000,000 (mil doscientos ochenta millones de pesos) eso son 134 veces más con ahorros evidentes para el caso de la caña.
El ganadero de carne, reciben un promedio por operación de $29’347,000 y el de leche $26’625,673.
La suma de las dos, sobrepasa las operaciones de café.
Hace apenas dos semanas comenzó un debate en torno a $226 mil millones que según nuestro entendimiento era exclusivamente para atender a pequeños finqueros. Del total, $219 mil millones les prestaron a grandes empresarios ¿Qué más esperaba el gobierno? ¿Acaso no son ellos los que tienen la manera para tramitar de manera ágil esos dineros? ¿no son ellos los que mejor acceso tienen a la información? ¿Sabe el gobierno el tiempo que le toma a un campesino tramitar un préstamo en una entidad bancaria?
Creemos que el problema no es SOLO Finagro, el problema es el sistema. En paralelo con el escándalo de Finagro, hemos escuchado cuestionamientos serios al sector bancario. La manera como se lucran, captando al 4,5% y prestando al 18,6% efectivo anual, llegando a tasas de microcrédito desde 37,05% hasta 55,58% efectivo anual.
Finagro es un banco de segundo piso, que no presta, sino que ofrece sus tasas a través de la banca. Ellos a su vez intermedian ganándose un dinero sin prácticamente ningún riesgo. El banco gana, Finagro gana, el país continúa dejando desamparados a sus campesinos y finqueros. Curiosa ecuación, que no entendemos.
El cubrimiento con tasas preferenciales de Finagro es pobre. Imagínense, si el préstamo promedio al campo es de $8’000,000 y tenían $226 mil millones para prestar, suponiendo que el 100% se fuera a los campesinos, solo les iba a llegar a 28,250 fincas.
Si hablamos de 2’500,000 predios ¿tenían la esperanza de llegarle al 1,1%? Lo grave, es que solo prestaron $4’300 millones eso es menos del 2% del total y unos 537 préstamos. ¿creía el gobierno o Finagro que los bancos o el banco Agrario se iba a poner en la búsqueda de 28 mil clientes para prestarles?  
En Demogan consideramos que el error fue de todos. Nadie se salva, pues los estados no pueden reclamar ni buena fe ni ingenuidad.
Hemos sostenido que el campo es la cenicienta de la economía. Queda demostrado que así es.
El debate no podemos centrarlo en $226 mil millones. Si a alguien deben sancionar que lo hagan pronto. El debate es cómo y cuánto cuesta capitalizar el campo y su entorno. No nos corresponde hacerlo, pero desde luego estamos prestos para trabajar en el tema; les dejamos una cifra: Si quisiéramos mejorar 10 millones de hectáreas como un plan para invertir en nuestra seguridad alimentaria, ¿cuánto tendríamos que invertir y en cuánto tiempo?
Seguir buscando el ahogado río arriba desvía la atención de todos y todos, salimos perdiendo.

sábado, 18 de abril de 2020

Demogan Bolsa Nacional Láctea

El presidente Emmanuel Macron, en su discurso del lunes afirmó: “La agricultura tiene que estar fuera de las leyes del mercado”
Como anillo al dedo nos llegó la declaración que nos enviara nuestro director Jorge Castro Bucheli, esta manifestación que les compartimos, con la esperanza que más políticos no solo la enuncien, sino que la pongan en práctica.
El crecimiento de la producción lechera colombiana está a la vista. Sin duda la evolución de todo lo relacionado con el tema también.
En 1979 la producción de leche no llegaba a los 2 mil millones de litros por año. Desde luego contábamos con estadísticas más precarias que las de hoy. Producíamos unos 5’500,000 litros día. En ese momento, un país, agobiado por mil guerras, exigía que los campesinos procesaran buena parte de su leche en situ, para no hablar de la falta de cadena de frío, ni que decir de una red de carreteras así fueran terciarias. Hoy la producción según la fuente que cada quien escoja, está en unos 20 millones de litros día.
Hoy, tenemos para el caso que nos ocupa mucha información que en lugar de orientar confunde; tenemos dos fuentes: Fedegan (F) y Asoleche (A), nos faltó ANALAC, pero suponemos que se acogen a los guarismos del primero. Tener información, es primordial para el sector, la fuente primaria de todas estas estadísticas es la vacunación, el RUV (Registro Único de Vacunación) Les resumimos:
Número de lecheros, 395,215 (F),
Total, de leche producida año 2019, 6’600 millones de litros (A), 7’301 millones de litros (F). La diferencia es de 1’919,000 litros día, que al nuevo precio de la leche y un cambio del dólar de $3,800 es una diferencia de US $233’908,000. Esa discrepancia vale la pena no dejarla pasar esperando que esos dos gremios se pongan de acuerdo.
15% del total de las fincas, tienen más de 15 vacas; eso ratifica nuestra convicción que como movimiento ganadero debemos encontrar soluciones para el minifundio.
La primera, es mejorar la producción por vaca. Nuestra producción por animal solo ha aumentado el 8% desde el año 2000 (A), mientras tanto Brasil aumentó el 72%, La comunidad europea el 32% y USA el 27%. No se trata, que los gremios ofrezcan genética, pues hay suficientes particulares que tienen la manera ofrecer semen de alta calidad, diversos precios y un respaldo profesional a los lecheros o AGROSAVIA, en sus laboratorios está en la capacidad de producir embriones, a muy bajo costo.
La asistencia del estado es del 88% a los ganaderos; me dirán que donde, cómo y porqué. Eso es lo malo, está tan mal orientada que los supuestos beneficiarios no se dan cuenta que la tienen. Este es de los subsidios más altos del mundo y NO se nota; “la culpa no es de la vaca”, tampoco del ganadero, la responsabilidad primera es del estado y claro, nuevamente de gremios que invernan y solo esperan un fondo que los mantengan o el estado que les ayude.
Hemos convertido en costumbre pensar que solo es verdad aquello que nos favorece. Esa falacia, nos mantiene confundidos y también en hibernación: Todos somos responsables.
En el año 2019, la industria formal acopió, según ASOLECHE, 3’100 millones de litros; siguiendo con sus estadísticas, procesó el 47% del total de la leche producida. Hoy nos llegan de muchos lugares mensajes que nos piden ayuda para poder sacarla de rincones olvidados de nuestra geografía. No lo olviden, en esos rincones está el 85% del total o 336,000 empresarios campesinos a quienes, si no se les recoge la leche, no se quiebran, se MUEREN de hambre.
Mientras tanto, los consumos per cápita de leche no suben, estamos estancados en 145 litros año, siendo este el más optimista, mientras tanto la FAO, dice que deberíamos estar en 170 litros, eso implicaría que la industria procesara 3’3 millones más de litros al día, que a pesar de nuestros bajas producciones ahí están, por si fuera poco, importamos leche en polvo por 42,000 toneladas al año que equivalen a 17 días de producción y en el 2026 se abren las esclusas para que se pueda importar sin restricciones. ¿Estamos preparados? Pensamos que no.
Por todo lo anterior queremos proponer que, juntando voluntades, utilizando los tanques de acero inoxidable desperdigados por el país, las empresas pequeñas y medianas que hoy tenemos, se le compre sin mediar palabra el 100% de la leche a todos los campesinos; el costo más grande que tiene el productor está en la leche que vota cuando nadie la recoge, esa es la afirmación de ese gigante de la leche que es Jenaro Pérez Gutierrez, que durante 43 años lideró Colanta.   
Necesitamos evitar que se llenen de desesperanza los campesinos, para que eso no suceda, tenemos que comprar TODA la leche, eso se logra con el apoyo de los grandes y el acompañamiento del tejido industrial regado por todo el país. La gran industria lechera, está en la obligación de saber jugar en equipo, este es un país que no crece, porque no sabemos jugar en equipo, en el momento que dos grandes se junten reinventamos la palabra sinergia. Si Colanta, Alpina, Alquería, Nestlé y todos entendemos la urgencia de pasarnos la pelota para que entre todos metamos el gol, en ese momento cambiamos la ganadería.

domingo, 12 de abril de 2020

Demogan Fiebre Aftosa en Tiempos de Pandemia


Los temas relacionados con el control de la Fiebre Aftosa en el país han sido de nuestra preocupación y análisis permanente, solo basta con revisar las numerosas publicaciones que hemos hecho sobre este desafío en el blog de Demogan.
Respetando la obvia prioridad que tiene el estricto acatamiento de las instrucciones de aislamiento social por parte de las autoridades para la contención del Coronavirus (COVID-19), consideramos de la mayor importancia hacer un llamado a no bajar la guardia en el objetivo de mantener nuestro territorio libre de Fiebre Aftosa.
Recordemos que de los 32 departamentos, 23 han tenido problemas con el virus. Lamentablemente, no tenemos actualizado el número de municipios contagiados. Colombia es un país de ciudades y de 1,103 municipios. Es conveniente que las autoridades nos permitan conocer el dato.
El gobierno nacional, lo mismo que los alcaldes y gobernadores, han sido cuidadosos en sus determinaciones de control de salud pública, permitiendo claro está con las debidas medidas de bioseguridad, la movilidad de los trabajadores y contratistas de varias actividades esenciales, entre las cuales están por supuesto los sectores agropecuario, agroindustrial y farmacéutico, lo mismo que sus cadenas productivas y de abastecimiento, convirtiéndose en héroes que se arriesgan todos los días con el objetivo que garantizar el suministro de alimentos en el país, como lo son los funcionarios del sector de la salud atendiendo a nuestros enfermos: Para todos ellos, nuestro emocionado saludo.
Recientemente, en 2018 y 2019, padecimos casos y focos de Fiebre Aftosa, con graves efectos indeseables por la pérdida del estatus sanitario, que con tanto esfuerzo habíamos logrado de parte la OIE desde 2009, de: “País Libre de Fiebre Aftosa con Vacunación”, el cual recuperamos en enero de este año gracias al trabajo coordinado y el compromiso en la Campaña Nacional de Erradicación, de los ganaderos, los gremios, el ICA, la POLFA, los médicos veterinarios, los encargados y trabajadores de las fincas, los vacunadores, coordinadores, digitadores de la campaña y los laboratorios nacionales productores de la vacuna. 
La amenaza de la Fiebre Aftosa y otras enfermedades del ganado, permanecen, por lo que es fundamental asegurar la continuidad de las campañas de vacunación. No es momento de hacer críticas ni hacer juicios de valor, debemos trabajar con lo que tenemos a mano. En los últimos 4 años se logró elevar la vacunación a una cantidad histórica de bovinos y bubalinos, superando incluso las 28 millones de cabezas inmunizadas por ciclo semestral, lo que da alguna tranquilidad. Sin embargo, el flujo de contrabando desde Venezuela de ganado en pie, carne y lácteos, a pesar de ingentes esfuerzos no se ha podido controlar del todo; a ciencia cierta nadie sabe la dimensión de ese negocio ilícito. Desafortunadamente, la porosidad de esa frontera permite el paso permanente de personas y es permeable a todo tipo de mercancías. 
Es importante actualizar el inventario de animales que tiene Venezuela. Nos preocupa que la pobreza extrema por la que pasan sus habitantes, los lleve a continuar contrabandeando creando el peligro que su hato desaparezca. Podría ser que fuera el primer país del mundo que perdiera el 100% de su ganadería. Esperemos que no.
Desde luego, insistimos en la importancia de crear el escudo sanitario que tantas veces hemos sugerido. Sea esta una nueva oportunidad para hacerlo.
Exaltamos las recientes acciones del ICA habilitando laboratorios para el diagnóstico de Fiebre Aftosa en Norte de Santander y Arauca, que enriquecen su red de laboratorios a nivel nacional que son liderados por el LANIP y el CEISA. Se deben mantener los muestreos y pruebas de campo tendientes a detectar cualquier actividad viral que pudiera presentarse. Les agradecemos a los ganaderos de esas regiones, que nos mantengan informados del buen desempeño de los laboratorios. No basta con tenerlos sino con que se mantengan funcionales y activos. 
Son tres frentes fundamentales que debemos garantizar que son complementarios, todos igual de importantes. La vigilancia activa, es decir el diagnóstico sistemático por parte del ICA al mayor número de muestras que sea posible; la vigilancia pasiva, que consiste en la oportuna detección clínica y denuncia de casos sospechosos por parte de una red de información liderada por los mismos ganaderos de todo el país; y la Campaña Nacional de Vacunación.
El ICA expidió la resolución del Ciclo I – 2020 con fecha de iniciación el próximo 18 de Mayo. 
Hoy la campaña de la aftosa, cuenta con 3,000 vacunadores, que no deben ser expuestos por razones humanitarias y sociales. Así que proponemos que el costo de todos ellos, se asuma de manera tripartita entre MADR, Fondo Nacional del Ganado y los ganaderos. Por ahora, que se queden en casa y que los ganaderos sean quienes vacunan. Estamos seguros que lo harán a conciencia.
Debemos ser audaces y anticiparnos a las medidas que sea necesario tomar, con el fin de asegurar la aplicación oportuna de la vacuna, pero no podemos darnos el lujo de botar por la borda un trabajo y la valiosa inversión que significan tantos años de vacunación sistemática.

¡¡¡Así que a vacunar!!!

domingo, 5 de abril de 2020

Demogan Campesinos Faros de la Seguridad Alimentaria

Les compartimos los datos del Covid 19 en Colombia del Instituto Nacional de Salud y que nosotros conocimos gracias al escrito de Luis Guillermo Vélez: 32 departamentos, 22 de ellos con coronavirus, 1,103 municipios en el país donde tenemos diferentes niveles de afectación en 84 (7,6% del total de los municipios), de eso el 46% está concentrado en Bogotá. Nada de lo anterior debe tranquilizarnos, pero si darnos esperanzas.
No podemos descuidar el índice reproductivo básico, que significa cuantas personas puede afectar un individuo enfermo, siendo hasta ahora el máximo, 3,5 personas; esto es muy alto. En el país, aún no hemos llegado a esa relación, entendemos que está en 2,5 (Esta información no la hemos corroborado).
El total de camas que tenemos en Colombia son 80,000 y el número de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son 9,500 (este dato lo actualizamos). Se estima que, en un escenario medio, podemos llegar a tener 180,000 afectados.
Hacemos este preámbulo, para resaltar que a pesar de la urgencia que tenemos muchos por volver a laborar normalmente, el descuido en esta materia es mortal.
Los indicadores económicos de algunos estudiosos, son preocupantes: han evaluado tres escenarios donde está la duración de la crisis, el precio del petróleo y el desempleo; ellos mismos sugieren que nos vayamos por el escenario medio: duración, 6 meses, precio petróleo, US $36 y desempleo 15%. Todo lo anterior resulta complejo.
Los especialistas coinciden en algunos temas, como los ahorros que se hicieron en el pasado cercano, suman US $3’700 millones; eso ayuda a paladear la crisis, pero no la resuelve. Están de acuerdo que el gobierno está manejando bien el tema. Nos recuerdan que el mundo ha salido de huecos más profundos, piden que no se destruyan empleos, que se mantenga el tejido empresarial, plantean que nuestras PYMES, tienen un promedio de caja para las próximas dos semanas (En USA es de 27 días).
Luego de todo esto, Demogan considera que no podemos permitir que nos devoren los problemas.
Empezamos por dejar claro que en primer lugar, debemos preservar la vida, eso no puede estar en discusión.  
El faro y el eje de la seguridad alimentaria, es el campesino, el empresario del campo. Ese es nuestro convencimiento ¿Por qué los gurús de la economía no los mencionaron? ¿Cuál es la razón para dejarlos escondidos sin ser tenidos en cuenta?
Tenemos nuestras propias ideas. No sentimos que el campo esté bien representado en sus gremios. Continúan las observaciones definiendo tendencias políticas, sin proponer políticas del estado para el campo. Actuar con deslealtad con el gobierno de turno como se hizo en el pasado reciente, no es parte del libreto que proponemos. De una vez por todas: apoyamos al gobierno. El gobierno gustenos o no, es quien nos representa en sus aciertos y equivocaciones, así que pasemos la página y continuemos.
Esta no es una discusión de izquierdas o derechas, verdes o amarillos, este es un momento para defender la vida, el trabajo, la permanencia como país.
Algunas Propuestas:
Proponemos que se establezcan retenes para evitar que el virus entre a regiones enteras que producen y no están contaminadas.
Algunas personas piensan que irrigar el campo con créditos no es necesario, nosotros pensamos que sí. Proponemos un menú corto que los bancos DEBEN apoyar: Aprobaciones en dos semanas, desembolsos en otras dos semanas, intereses del DTF, plazos de 10 años con dos años muertos.
El tiempo es lo que algunos sugieren que puede tomarse la reactivación de una economía como la nuestra. Invertir en el campo, es la mejor inversión que como país podemos hacer, es un primer paso para cuidar nuestra seguridad alimentaria.
El segundo paso, es asegurar que tengamos centros de colecta, y transporte desde las fincas a los centros y desde los centros de acopio hasta los centros de consumo; hacer una línea especial de crédito a particulares con ese propósito.
El tercer paso, es cuidar la sanidad de los productos y los campesinos.
El cuarto, la seguridad física que nuestras fuerzas militares y de policía deben ofrecer en todas las veredas.
El quinto es la educación continuada de los trabajadores del campo.
Desde luego al mencionar los campesinos, hablamos de cuidar el minifundio y hacer que sea rentable. Un solo ejemplo: si cada pequeño productor de leche, mejora su genética, mejora sus pasturas vamos a hacer renacer el campo y su producción, desde luego, produciendo leche.
Todo eso, vale mucho menos y produce mucho más y en menos tiempo del que suponen muchos.
La alternativa es dedicarnos a importar; esa es la peor de todas; en este momento las leyes de la oferta y la demanda nos van a dejar por fuera de las subastas mundiales; el petróleo, aunque fundamental va dejar de ser la estrella, es la carne, la leche, los productos de pancoger, la canasta básica, la que si jugamos bien las cartas están en la posibilidad de recoger los frutos de esta crisis.
Demogan cree en esa alternativa. Nuevamente invita para que entre todos le propongamos al gobierno un plan de acción para el agro a seis meses, dos años y así sucesivamente hasta completar los 15 años. Una visión más corta, no nos dejaría maniobrar con tranquilidad. Tenemos la equivocada idea que los líderes deben ser protagonistas de todo esto, Demogan considera que el gran intérprete en este momento es el Campesino, que es nada más y nada menos que nuestro rey sin corona…virus.

Les compartimos los datos del Covid 19 en Colombia del Instituto Nacional de Salud y que nosotros conocimos gracias al escrito de Luis Guillermo Vélez: 32 departamentos, 22 de ellos con coronavirus, 1,103 municipios en el país donde tenemos diferentes niveles de afectación en 84 (7,6% del total de los municipios), de eso el 46% está concentrado en Bogotá. Nada de lo anterior debe tranquilizarnos, pero si darnos esperanzas.
No podemos descuidar el índice reproductivo básico, que significa cuantas personas puede afectar un individuo enfermo, siendo hasta ahora el máximo, 3,5 personas; esto es muy alto. En el país, aún no hemos llegado a esa relación, entendemos que está en 2,5 (Esta información no la hemos corroborado).
El total de camas que tenemos en Colombia son 80,000 y el número de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son 9,500 (este dato lo actualizamos). Se estima que, en un escenario medio, podemos llegar a tener 180,000 afectados.
Hacemos este preámbulo, para resaltar que a pesar de la urgencia que tenemos muchos por volver a laborar normalmente, el descuido en esta materia es mortal.
Los indicadores económicos de algunos estudiosos, son preocupantes: han evaluado tres escenarios donde está la duración de la crisis, el precio del petróleo y el desempleo; ellos mismos sugieren que nos vayamos por el escenario medio: duración, 6 meses, precio petróleo, US $36 y desempleo 15%. Todo lo anterior resulta complejo.
Los especialistas coinciden en algunos temas, como los ahorros que se hicieron en el pasado cercano, suman US $3’700 millones; eso ayuda a paladear la crisis, pero no la resuelve. Están de acuerdo que el gobierno está manejando bien el tema. Nos recuerdan que el mundo ha salido de huecos más profundos, piden que no se destruyan empleos, que se mantenga el tejido empresarial, plantean que nuestras PYMES, tienen un promedio de caja para las próximas dos semanas (En USA es de 27 días).
Luego de todo esto, Demogan considera que no podemos permitir que nos devoren los problemas.
Empezamos por dejar claro que en primer lugar, debemos preservar la vida, eso no puede estar en discusión.  
El faro y el eje de la seguridad alimentaria, es el campesino, el empresario del campo. Ese es nuestro convencimiento ¿Por qué los gurús de la economía no los mencionaron? ¿Cuál es la razón para dejarlos escondidos sin ser tenidos en cuenta?
Tenemos nuestras propias ideas. No sentimos que el campo esté bien representado en sus gremios. Continúan las observaciones definiendo tendencias políticas, sin proponer políticas del estado para el campo. Actuar con deslealtad con el gobierno de turno como se hizo en el pasado reciente, no es parte del libreto que proponemos. De una vez por todas: apoyamos al gobierno. El gobierno gustenos o no, es quien nos representa en sus aciertos y equivocaciones, así que pasemos la página y continuemos.
Esta no es una discusión de izquierdas o derechas, verdes o amarillos, este es un momento para defender la vida, el trabajo, la permanencia como país.
Algunas Propuestas:
Proponemos que se establezcan retenes para evitar que el virus entre a regiones enteras que producen y no están contaminadas.
Algunas personas piensan que irrigar el campo con créditos no es necesario, nosotros pensamos que sí. Proponemos un menú corto que los bancos DEBEN apoyar: Aprobaciones en dos semanas, desembolsos en otras dos semanas, intereses del DTF, plazos de 10 años con dos años muertos.
El tiempo es lo que algunos sugieren que puede tomarse la reactivación de una economía como la nuestra. Invertir en el campo, es la mejor inversión que como país podemos hacer, es un primer paso para cuidar nuestra seguridad alimentaria.
El segundo paso, es asegurar que tengamos centros de colecta, y transporte desde las fincas a los centros y desde los centros de acopio hasta los centros de consumo; hacer una línea especial de crédito a particulares con ese propósito.
El tercer paso, es cuidar la sanidad de los productos y los campesinos.
El cuarto, la seguridad física que nuestras fuerzas militares y de policía deben ofrecer en todas las veredas.
El quinto es la educación continuada de los trabajadores del campo.
Desde luego al mencionar los campesinos, hablamos de cuidar el minifundio y hacer que sea rentable. Un solo ejemplo: si cada pequeño productor de leche, mejora su genética, mejora sus pasturas vamos a hacer renacer el campo y su producción, desde luego, produciendo leche.
Todo eso, vale mucho menos y produce mucho más y en menos tiempo del que suponen muchos.
La alternativa es dedicarnos a importar; esa es la peor de todas; en este momento las leyes de la oferta y la demanda nos van a dejar por fuera de las subastas mundiales; el petróleo, aunque fundamental va dejar de ser la estrella, es la carne, la leche, los productos de pancoger, la canasta básica, la que si jugamos bien las cartas están en la posibilidad de recoger los frutos de esta crisis.

Demogan cree en esa alternativa. Nuevamente invita para que entre todos le propongamos al gobierno un plan de acción para el agro a seis meses, dos años y así sucesivamente hasta completar los 15 años. Una visión más corta, no nos dejaría maniobrar con tranquilidad. Tenemos la equivocada idea que los líderes deben ser protagonistas de todo esto, Demogan considera que el gran intérprete en este momento es el Campesino, que es nada más y nada menos que nuestro rey sin corona…virus