Los
acontecimientos se multiplican. El volumen de información exige por parte de
aquellos que tenemos responsabilidades con el sector, ser responsables y no
apresurar condenas o aplausos.
Esta semana
debemos obligatoriamente escribir acerca de Finagro; para poder hacerlo y por
razones didácticas presentamos unos cuadros sencillos, que intentan mostrar una
parte de la situación.
La fuente de
esta información, es Finagro.
Últimos 5
años de operaciones:
Año
|
$ Billones
|
# Operaciones
|
Incremento $$
|
2015
|
$8’5
|
226,905
|
|
2016
|
$10’4
|
310,974
|
22,35%
|
2017
|
$14’8
|
445,437
|
42,30%
|
2018
|
$15’3
|
414,982
|
3,38%
|
2019
|
$19’3
|
413,733
|
26,14%
|
Dineros para las primeras 8 cadenas productivas que más recibieron dinero y número de
beneficiados en los últimos 10 años.
El monto
total de créditos en esos mismos 10 años, suman $80’4 billones que es la base
para establecer los porcentajes de participación y la manera como se irriga el
campo con crédito “barato”:
El total de
cadenas productivas que atiende Finagro, son 25.
La media de
préstamo en esos 10 años, fue de $32’160,000.
Ahora si la
información:
Producto
|
Montos $$ Billones
|
# de operaciones
|
Participación %
|
Ganadería
Carne
|
$16’7
|
569,051
(2)
|
20,77%
|
Arroz
|
$10’4
|
50,163
(4)
|
12,93%
|
Café
|
$7’2
|
755,742
(1)
|
8,95%
|
Avicultura
|
$6’99
|
22,687
(5)
|
8,69%
|
Caña
Azúcar
|
$6’86
|
5,356 (8)
|
8,53%
|
Palma
|
$6’36
|
9,547 (6)
|
7,91%
|
Leche
|
$5’3
|
199,056
(3)
|
6,59%
|
Frutales
|
$4’56
|
6,525 (7)
|
5,67%
|
TOTAL
|
$64’37
|
1’618,127
|
80,06%
|
Para mayor
comprensión, al lado del número de operaciones en paréntesis, indicamos la
posición en las primeras 8 cadenas productivas que recibieron crédito.
Un contraste
que vale la pena, es que el café que es el primero en número de clientes
beneficiados, tiene un promedio en esos 10 años de $9’527,000 (nueve millones
quinientos veintisiete mil pesos) por préstamo, en contraste, la caña de azúcar
que es la que menos beneficiados puede mostrar (por razones obvias) el
desembolso promedio en 10 años, es de $1’280,000,000 (mil doscientos ochenta
millones de pesos) eso son 134 veces más con ahorros evidentes para el caso de
la caña.
El ganadero
de carne, reciben un promedio por operación de $29’347,000 y el de leche
$26’625,673.
La suma de
las dos, sobrepasa las operaciones de café.
Hace apenas
dos semanas comenzó un debate en torno a $226 mil millones que según nuestro
entendimiento era exclusivamente para atender a pequeños finqueros. Del total,
$219 mil millones les prestaron a grandes empresarios ¿Qué más esperaba el
gobierno? ¿Acaso no son ellos los que tienen la manera para tramitar de manera
ágil esos dineros? ¿no son ellos los que mejor acceso tienen a la información?
¿Sabe el gobierno el tiempo que le toma a un campesino tramitar un préstamo en
una entidad bancaria?
Creemos que
el problema no es SOLO Finagro, el problema es el sistema. En paralelo con el
escándalo de Finagro, hemos escuchado cuestionamientos serios al sector
bancario. La manera como se lucran, captando al 4,5% y prestando al 18,6%
efectivo anual, llegando a tasas de microcrédito desde 37,05% hasta 55,58%
efectivo anual.
Finagro es
un banco de segundo piso, que no presta, sino que ofrece sus tasas a través de
la banca. Ellos a su vez intermedian ganándose un dinero sin prácticamente
ningún riesgo. El banco gana, Finagro gana, el país continúa dejando
desamparados a sus campesinos y finqueros. Curiosa ecuación, que no entendemos.
El
cubrimiento con tasas preferenciales de Finagro es pobre. Imagínense, si el
préstamo promedio al campo es de $8’000,000 y tenían $226 mil millones para
prestar, suponiendo que el 100% se fuera a los campesinos, solo les iba a
llegar a 28,250 fincas.
Si hablamos
de 2’500,000 predios ¿tenían la esperanza de llegarle al 1,1%? Lo grave, es que
solo prestaron $4’300 millones eso es menos del 2% del total y unos 537
préstamos. ¿creía el gobierno o Finagro que los bancos o el banco Agrario se
iba a poner en la búsqueda de 28 mil clientes para prestarles?
En Demogan
consideramos que el error fue de todos. Nadie se salva, pues los estados no
pueden reclamar ni buena fe ni ingenuidad.
Hemos
sostenido que el campo es la cenicienta de la economía. Queda demostrado que
así es.
El debate no
podemos centrarlo en $226 mil millones. Si a alguien deben sancionar que lo
hagan pronto. El debate es cómo y cuánto cuesta capitalizar el campo y su
entorno. No nos corresponde hacerlo, pero desde luego estamos prestos para
trabajar en el tema; les dejamos una cifra: Si quisiéramos mejorar 10 millones
de hectáreas como un plan para invertir en nuestra seguridad alimentaria,
¿cuánto tendríamos que invertir y en cuánto tiempo?
Seguir
buscando el ahogado río arriba desvía la atención de todos y todos, salimos
perdiendo.
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