Los
temas relacionados con el control de la Fiebre Aftosa en el país han sido de
nuestra preocupación y análisis permanente, solo basta con revisar las numerosas
publicaciones que hemos hecho sobre este desafío en el blog de Demogan.
Respetando
la obvia prioridad que tiene el estricto
acatamiento de las instrucciones de aislamiento social por parte de las
autoridades para la contención del Coronavirus (COVID-19), consideramos de la
mayor importancia hacer un llamado a no bajar la guardia en el objetivo de
mantener nuestro territorio libre de Fiebre Aftosa.
Recordemos
que de los 32 departamentos, 23 han tenido problemas con el virus.
Lamentablemente, no tenemos actualizado el número de municipios contagiados. Colombia
es un país de ciudades y de 1,103 municipios. Es conveniente que las
autoridades nos permitan conocer el dato.
El
gobierno nacional, lo mismo que los alcaldes y gobernadores, han sido
cuidadosos en sus determinaciones de control de salud pública, permitiendo claro
está con las debidas medidas de bioseguridad, la movilidad de los trabajadores
y contratistas de varias actividades esenciales, entre las cuales están por
supuesto los sectores agropecuario, agroindustrial y farmacéutico, lo mismo que
sus cadenas productivas y de abastecimiento, convirtiéndose en héroes que se
arriesgan todos los días con el objetivo que garantizar el suministro de
alimentos en el país, como lo son los funcionarios del sector de la salud
atendiendo a nuestros enfermos: Para todos ellos, nuestro emocionado saludo.
Recientemente,
en 2018 y 2019, padecimos casos y focos de Fiebre Aftosa, con graves efectos
indeseables por la pérdida del estatus sanitario, que con tanto esfuerzo
habíamos logrado de parte la OIE desde 2009, de: “País Libre de Fiebre Aftosa
con Vacunación”, el cual recuperamos en enero de este año gracias al trabajo
coordinado y el compromiso en la Campaña Nacional de Erradicación, de los
ganaderos, los gremios, el ICA, la POLFA, los médicos veterinarios, los
encargados y trabajadores de las fincas, los vacunadores, coordinadores,
digitadores de la campaña y los laboratorios nacionales productores de la
vacuna.
La
amenaza de la Fiebre Aftosa y otras enfermedades del ganado, permanecen, por lo
que es fundamental asegurar la continuidad de las campañas de vacunación. No es
momento de hacer críticas ni hacer juicios de valor, debemos trabajar con lo
que tenemos a mano. En los últimos 4 años se logró elevar la vacunación a una
cantidad histórica de bovinos y bubalinos, superando incluso las 28 millones de
cabezas inmunizadas por ciclo semestral, lo que da alguna tranquilidad. Sin
embargo, el flujo de contrabando desde Venezuela de ganado en pie, carne y
lácteos, a pesar de ingentes esfuerzos no se ha podido controlar del todo; a
ciencia cierta nadie sabe la dimensión de ese negocio ilícito.
Desafortunadamente, la porosidad de esa frontera permite el paso permanente de
personas y es permeable a todo tipo de mercancías.
Es
importante actualizar el inventario de animales que tiene Venezuela. Nos
preocupa que la pobreza extrema por la que pasan sus habitantes, los lleve a
continuar contrabandeando creando el peligro que su hato desaparezca. Podría
ser que fuera el primer país del mundo que perdiera el 100% de su ganadería.
Esperemos que no.
Desde
luego, insistimos en la importancia de crear el escudo sanitario que tantas
veces hemos sugerido. Sea esta una nueva oportunidad para hacerlo.
Exaltamos
las recientes acciones del ICA habilitando laboratorios para el diagnóstico de
Fiebre Aftosa en Norte de Santander y Arauca, que enriquecen su red de
laboratorios a nivel nacional que son liderados por el LANIP y el CEISA. Se
deben mantener los muestreos y pruebas de campo tendientes a detectar cualquier
actividad viral que pudiera presentarse. Les agradecemos a los ganaderos de
esas regiones, que nos mantengan informados del buen desempeño de los
laboratorios. No basta con tenerlos sino con que se mantengan funcionales y
activos.
Son
tres frentes fundamentales que debemos garantizar que son complementarios, todos
igual de importantes. La vigilancia activa, es decir el diagnóstico sistemático
por parte del ICA al mayor número de muestras que sea posible; la vigilancia
pasiva, que consiste en la oportuna detección clínica y denuncia de casos
sospechosos por parte de una red de información liderada por los mismos
ganaderos de todo el país; y la Campaña Nacional de Vacunación.
El ICA
expidió la resolución del Ciclo I – 2020 con fecha de iniciación el próximo 18
de Mayo.
Hoy la
campaña de la aftosa, cuenta con 3,000 vacunadores, que no deben ser expuestos
por razones humanitarias y sociales. Así que proponemos que el costo de todos
ellos, se asuma de manera tripartita entre MADR, Fondo Nacional del Ganado y
los ganaderos. Por ahora, que se queden en casa y que los ganaderos sean
quienes vacunan. Estamos seguros que lo harán a conciencia.
Debemos
ser audaces y anticiparnos a las medidas que sea necesario tomar, con el fin de
asegurar la aplicación oportuna de la vacuna, pero no podemos darnos el lujo de
botar por la borda un trabajo y la valiosa inversión que significan tantos años
de vacunación sistemática.
¡¡¡Así
que a vacunar!!!
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