El
presidente Emmanuel Macron, en su discurso del lunes afirmó: “La agricultura
tiene que estar fuera de las leyes del mercado”
Como anillo
al dedo nos llegó la declaración que nos enviara nuestro director Jorge Castro
Bucheli, esta manifestación que les compartimos, con la esperanza que más políticos
no solo la enuncien, sino que la pongan en práctica.
El
crecimiento de la producción lechera colombiana está a la vista. Sin duda la evolución
de todo lo relacionado con el tema también.
En 1979 la
producción de leche no llegaba a los 2 mil millones de litros por año. Desde
luego contábamos con estadísticas más precarias que las de hoy. Producíamos
unos 5’500,000 litros día. En ese momento, un país, agobiado por mil guerras,
exigía que los campesinos procesaran buena parte de su leche en situ, para no
hablar de la falta de cadena de frío, ni que decir de una red de carreteras así
fueran terciarias. Hoy la producción según la fuente que cada quien escoja,
está en unos 20 millones de litros día.
Hoy, tenemos
para el caso que nos ocupa mucha información que en lugar de orientar confunde;
tenemos dos fuentes: Fedegan (F) y Asoleche (A), nos faltó ANALAC, pero
suponemos que se acogen a los guarismos del primero. Tener información, es
primordial para el sector, la fuente primaria de todas estas estadísticas es la
vacunación, el RUV (Registro Único de Vacunación) Les resumimos:
Número de
lecheros, 395,215 (F),
Total, de
leche producida año 2019, 6’600 millones de litros (A), 7’301 millones de
litros (F). La diferencia es de 1’919,000 litros día, que al nuevo precio de la
leche y un cambio del dólar de $3,800 es una diferencia de US $233’908,000. Esa
discrepancia vale la pena no dejarla pasar esperando que esos dos gremios se
pongan de acuerdo.
15% del
total de las fincas, tienen más de 15 vacas; eso ratifica nuestra convicción
que como movimiento ganadero debemos encontrar soluciones para el minifundio.
La primera,
es mejorar la producción por vaca. Nuestra producción por animal solo ha
aumentado el 8% desde el año 2000 (A), mientras tanto Brasil aumentó el 72%, La
comunidad europea el 32% y USA el 27%. No se trata, que los gremios ofrezcan
genética, pues hay suficientes particulares que tienen la manera ofrecer semen
de alta calidad, diversos precios y un respaldo profesional a los lecheros o
AGROSAVIA, en sus laboratorios está en la capacidad de producir embriones, a
muy bajo costo.
La
asistencia del estado es del 88% a los ganaderos; me dirán que donde, cómo y
porqué. Eso es lo malo, está tan mal orientada que los supuestos beneficiarios
no se dan cuenta que la tienen. Este es de los subsidios más altos del mundo y
NO se nota; “la culpa no es de la vaca”, tampoco del ganadero, la
responsabilidad primera es del estado y claro, nuevamente de gremios que
invernan y solo esperan un fondo que los mantengan o el estado que les ayude.
Hemos
convertido en costumbre pensar que solo es verdad aquello que nos favorece. Esa
falacia, nos mantiene confundidos y también en hibernación: Todos
somos responsables.
En el año
2019, la industria formal acopió, según ASOLECHE, 3’100 millones de litros;
siguiendo con sus estadísticas, procesó el 47% del total de la leche producida.
Hoy nos llegan de muchos lugares mensajes que nos piden ayuda para poder sacarla
de rincones olvidados de nuestra geografía. No lo olviden, en esos rincones
está el 85% del total o 336,000 empresarios campesinos a quienes, si no se les
recoge la leche, no se quiebran, se MUEREN de hambre.
Mientras
tanto, los consumos per cápita de leche no suben, estamos estancados en 145
litros año, siendo este el más optimista, mientras tanto la FAO, dice que
deberíamos estar en 170 litros, eso implicaría que la industria procesara 3’3
millones más de litros al día, que a pesar de nuestros bajas producciones ahí
están, por si fuera poco, importamos leche en polvo por 42,000 toneladas al año
que equivalen a 17 días de producción y en el 2026 se abren las esclusas para
que se pueda importar sin restricciones. ¿Estamos preparados? Pensamos que no.
Por todo lo
anterior queremos proponer que, juntando voluntades, utilizando los tanques de
acero inoxidable desperdigados por el país, las empresas pequeñas y medianas
que hoy tenemos, se le compre sin mediar palabra el 100% de la leche a todos
los campesinos; el costo más grande que tiene el productor está en la leche que
vota cuando nadie la recoge, esa es la afirmación de ese gigante de la leche
que es Jenaro Pérez Gutierrez, que durante 43 años lideró Colanta.
Necesitamos evitar que se llenen de desesperanza
los campesinos, para que eso no suceda, tenemos que comprar TODA la leche, eso
se logra con el apoyo de los grandes y el acompañamiento del tejido industrial
regado por todo el país. La gran industria lechera, está en la obligación de
saber jugar en equipo, este es un país que no crece, porque no sabemos jugar en
equipo, en el momento que dos grandes se junten reinventamos la palabra
sinergia. Si Colanta, Alpina, Alquería, Nestlé y todos entendemos la urgencia
de pasarnos la pelota para que entre todos metamos el gol, en ese momento
cambiamos la ganadería.
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