domingo, 13 de marzo de 2016

Demogan Nos Urge proponer políticas ganaderas

La urgencia de políticas ganaderas que permitan la consolidación del sector, empieza, por tener estadísticas confiables. Gracias entre otros a la información que nos comparte Gustavo Castro, ministro en varias ocasiones, líder gremial quien además en el pasado fuera presidente  del banco ganadero, y muchos otros emprendimientos que permitieron que exportáramos carne, a España, Curazao, Aruba, Perú, Italia e Israel entre otros lugares. Hoy desde la presidencia de la Asociación Nacional de Industrias Cárnicas (ACINCA) que es responsable por más del 60% del total de sacrificio del país, con indiscutible conocimiento de lo que es la industria de los frigoríficos tan mencionados en las últimas semanas, con logros ganaderos, comparte con nosotros algunas cifras y sugiere temas que vale la pena que empezando por las autoridades, no dilatemos más.  

En primer lugar, el sacrificio de ganado hacia el sur occidente del país ha bajado dramáticamente. Los porcentajes son:
        Putumayo           -17,32%
        Nariño                 -10%
        Cauca                 -10%
        Valle                     -7,82%
        Huila                     -6,59%
        Tolima                 -13,80%
        Bogotá                   -3,87%

A su vez, Jorge Castro Bucheli, desde el Cauca, nos reporta, que el precio de ganado en pie en la frontera con Ecuador ha llegado hasta $10,000 el kilo en pie. El contrabando nos está desabasteciendo, arrasando con nuestros inventarios. Lo anterior quiere decir que en Colombia el ganado esta barato. Sin embargo, si sube el precio del ganado vivo, hay estadísticas que demuestran que se disminuye el consumo interno; la sugerencia es que tengamos un sano equilibrio en todos los frentes.
En nuestra opinión, el mejor incentivo para la retención de vientres, es que el precio del ternero sea remunerativo para el ganadero. Eso se ha logrado, entre otras, gracias a la memorable intervención de Horacio del Castillo, quien públicamente les solicitó al presidente Santos y al ministro Restrepo, que permitieran continuar exportando terneros en pie. A esto solamente se opuso Fedegan que siempre ha tenido la urgencia de mejorar el balance de un negocio que no le correspondía hacer, y para el cual no tenía los conocimientos; pero eso es otra historia.

El sector debe manejarse, con información confiable para todos los involucrados. Partimos de un inventario que se ha deteriorado por falta de política, de gremio, de sector y sin duda de las urgencias de dinero que día a día trae la vida. Hoy según varias publicaciones que hemos consultado, el inventario es de 22’550,000 animales. Estamos sacrificando según estadísticas del DANE 3’950,000 animales año (Redondeo las cifras). Eso es una tasa de extracción, del 17,5%, el consumo per cápita de carne según todas las fuentes pasó, de 23 kilos a menos de 17 kilos; el pollo y la carne de cerdo en hora buena entendieron que había una gran oportunidad y trabajaron con éxito para mejorar sus guarismos. En cambio, el sector se durmió en sus laureles, no entendió la importancia de mantenerse al menos cuidando el consumo de 23 kilos por habitante, eso nos tendría hoy con un sacrificio de 5’400,000 reses, manteniendo la tasa de extracción en 17,5%, nuestro inventario tendría que ser de 30’857,000 cabezas. Desde luego, eso generaría más producción de leche, más exportación de terneros en pie y sin duda más ingresos para el sector.    

El ministro Iragorri, nos confirmó que ya está firmado el decreto para retención de vientres, que debe ser complementado con créditos a tres años para hacer inventario de ganados de ceba y levante. El esfuerzo no puede quedarse allí, el ganadero debe mejorar praderas y cuidar árboles para retener agua y disminuir el estrés térmico de sus hatos. El curioso documento que entregara Fedegan con bombos y platillos anunciando que en el 2019 tendríamos una res por habitante, se frenó incomprensiblemente y hoy, faltando apenas tres años para el 2019 y con el compromiso que ese manuscrito presentaba de estar en 38 millones de cabezas en el 2015, solo llegamos a 22’550,000. Despilfarramos el dinero del petróleo, hoy con recursos mermados debemos lograr los objetivos. Eso debe involucrarnos a todos, la propuesta de hacer sentir a los ganaderos víctimas no resuelve las necesidades. Recordemos que desde siempre hemos sido un país austero, que vivió el espejismo de los hidrocarburos. A diferencia de nuestros padres, pocos pensaron en ahorrar, y solo pensamos en gastar. Ahora debemos trabajar para ser los mejores, interpretando nuestras realidades, no importando teorías sino que con nuestros académicos y científicos se ofrezcan soluciones aterrizadas, sin olvidar que quien todos los días trabaja la tierra, es quien mejor la conoce. Un país de microclimas y suelos diversos debe entenderse en el campo, no solo en el laboratorio.

Todo esto nos hace volver a pedirles al ministro y al presidente, que realicemos el gran Acuerdo Para la Prosperidad de La Ganadería, con propuestas viables que entre todos debemos presentar y el gobierno fondear para salir adelante. El mundo necesita proteína animal y nosotros podemos producirla a costos y calidades mundiales.

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