El ciclo de vacunación empezó a tiempo.
Veamos: Las compras de vacunas que normalmente realiza
Fedegan, son un poco más de 20’000,000 por ciclo, ahora solo compró 12’400,000.
¿Por qué? Los ganaderos tienen el derecho de saber las razones, y Fedegan tiene
la obligación de explicarlo. Además, de quedar claro a cómo compra, a cómo
vende y cuánto se gana; esa no es una operación de una empresa sino de un
gremio que debe servir a todos los ganaderos. No es aceptable que uno de los
oferentes de la vacuna (Limor) ofrezca rebajas considerables para ser
trasferidas a los ganaderos, y sin razones claras el único comprador rechace el negocio, sin una explicación al ministerio, y a los directamente implicados que
son los dueños del ganado.
Solo dos laboratorios están la posibilidad de producir la
vacuna: Vecol y Limor; Vecol es el tradicional proveedor y sin duda patrimonio
de los ganaderos de Colombia. La mayoría de sus acciones están en cabeza del
gobierno y es por eso que son socios todos ustedes que sostienen ese
laboratorio con sus compras.
Las utilidades de Vecol están representadas por la venta de
la vacuna para la aftosa; el resto de las drogas que fabrica, le generan
pérdidas. Con un solo comprador (Fedegan), cualquiera entiende que el esfuerzo
comercial es mínimo. Desde luego no desconocemos que exporta la vacuna al
Ecuador y algo a Uruguay, pero el volumen importante de sus utilidades los
generan quienes compran la vacuna en Colombia.
Por eso, es que no resulta aceptable que Fedegan nos diga
lleno de orgullo, que es gracias a ese gremio de puertas cerradas, que Colombia
es libre de aftosa con vacunación. ¡¡¡Alto ahí!!! Colombia es libre de aftosa
con vacunación, porque los ganaderos pagan su vacuna, porque aportan al Fondo Nacional del Ganado, porque
mucho más de los que se imagina Fedegan, cada dueño de finca, vacuna y supervisa ese trabajo sin
necesidad que nadie los obligue.
La vacuna contra la aftosa, no puede ser suspendida. Eso lo
digo, pues en muchos lugares del país ganadero nos sugieren esa posibilidad; el
dato que tenemos del Uruguay, es que dejó de vacunar y la enfermedad volvió y
les costó volver a controlarla (No erradicarla) la friolera de mil quinientos
millones de dólares. Con la sanidad no se juega, de eso los ganaderos deben ser
los primeros responsables. Además de sentirse orgullosos que hoy podamos decir, que somos libres de aftosa con vacunación.
La nueva junta de Vecol, debe recibir una
inducción y entender a fondo los controles que tiene la vacuna en el
laboratorio, las razones por las que puede ser rechazada, cómo se mide su
efectividad, comparada con la competencia; en fin, las juntas tienen
responsabilidades y en la de Vecol se debe agregar la obligación de saber cómo
están los procesos productivos internos.
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