sábado, 14 de marzo de 2020

Demogan La Importación de Embriones


Villavicencio, marzo 5 de 2020
Doctor
RODOLFO ENRIQUE ZEA NAVARRO
MINISTRO DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL
Av. Jiménez de Quesada, No. 7 - A - 17
Bogotá D. C.
Asunto: “Programa de Mejoramiento Genético de FEDEGAN - EMBRIOGAN.
¡Genética para todos!”
Quienes abajo firmamos, como responsables y voceros de diferentes entes ganaderos y de la academia del país, hacemos un llamado acerca de la inconveniencia de revivir el proyecto del asunto en referencia, el cual, en el pasado, generó controversia y fracasó, Además de ir en contravía de las políticas de desarrollo sostenible y en particular de la conservación, de las especies domésticas locales (criollas) promulgadas e impulsadas por ese Ministerio, desde el año 1936, la desafortunada propuesta de FEDEGAN también contradice las prioridades establecidas en el “Plan Nacional de Acción para la conservación, mejoramiento y utilización sostenible de los recursos genéticos animales de Colombia” (FAO –MADR, 2010).

Dicha propuesta, asume conceptos errados y contradictorios respecto a los elementos que debería contemplar un Programa Nacional de Mejoramiento Genético Bovino. Veamos a continuación las razones:
Ø El objetivo de un programa de mejoramiento genético es identificar, para utilizar apropiadamente, a los animales sobresalientes en rasgos económicos, especialmente en los atinentes a adaptación, tales como reproducción, longevidad productiva, resistencia al medio, producción, calidad e inocuidad de productos, para lo cual, la única ruta existente es la de realizar evaluaciones genéticas apropiadas en el entorno donde se utilizarán (ambiente específico, manejo específico).
Una vez identificados esos animales, se realiza la selección de los mejorantes y luego se hace la distribución apropiada de su materia germinal.
Ø De otra parte, un Programa integral de Mejoramiento Genético Animal, con visión de país y paisajes, no solo debe contemplar los genotipos animales a utilizar, sino, lo más importante, las condiciones medioambientales, económicas y
sociales, donde se desarrollará.
Ø La transferencia de embriones (TE) no es mejoramiento genético per sé, como erróneamente se presenta en el citado Programa que pretende adelantar FEDEGAN. La TE es tan solo una herramienta para afrontar un plan de mejoramiento y es válida en casos muy puntuales o específicos y no precisamente en el caso de la ganadería colombiana, cuya principal falencia es la precaria reproducción, el rasgo de mayor importancia económica, y solucionable por una única vía sostenible, como es utilizar animales adaptados.
Ø En el campo de la genética existen fundamentos indiscutibles (“sine qua non”) que de no cumplirse dan al traste con cualquier plan de mejoramiento animal. El primero de ellos está relacionado con la necesidad de trabajar con genotipos o razas adaptadas al medio productivo. Animales mejorados en otras latitudes (zona templada) difícilmente sobreviven en nuestro medio, es decir son insostenibles desde los puntos de vista ambiental y económico. Por lo tanto, es este otro de los desaciertos de la propuesta de FEDEGAN. Los mejores genotipos o animales en un ambiente dado no son necesariamente los mejores en otras condiciones, esta situación innegable se conoce como la “interacción genotipo – ambiente” y dicha situación también se omite.
Ø Otro antecedente indiscutible, se refiere a que la selección, para que sea efectiva, debe generarse en el mismo medio o entorno donde los animales y su descendencia se van a desempeñar y evolucionar; es decir, que cada región o país debería desarrollar sus propias razas o genotipos, para obtener una producción eficiente, competitiva y sustentable.
Ø Las razas bovinas taurinas, de origen europeo, contempladas en el Programa, no son genotipos adaptados a las regiones de trópico húmedo bajo, del país. No existe ninguna raza taurina moderna (Bos Taurus) de origen europeo, como las que se proponen de manera errática y desenfocada en el Programa del gremio “cúpula” de la ganadería en Colombia, que estén adaptadas a la región
tropical del mundo y mucho menos al trópico húmedo bajo.
Ø No es indispensable que el país tome la ruta, dispendiosa y de largo plazo, de formar nuevas razas; sin embargo, dada la oportunidad de incursionar en mercados especializados, y si fuera preciso hacerlo, entonces, siguiendo los mismos lineamientos zootécnicos que se utilizaron para la formación de las razas compuestas que se han generado en otras latitudes, se podrían considerar los Taurus adaptados (criollos) y el Brahman colombiano, y a partir de allí formar nuestros propios compuestos: “Rombrahs” (Romosinuano), “Bombrahs” (BON), “Sambrahs” (Sanmartinero), “Chimbrahs(Chino Santandereano), etc.
Ø Con absoluta seguridad Señor Ministro, generaríamos una ganadería propia con superiores bondades para la producción de carne magra y de alta calidad, a partir de características ampliamente probadas, validadas y demostradas como son: adaptación, rusticidad, longevidad, supervivencia, precocidad sexual, fertilidad y habilidad materna. Todos estos aspectos son de gran importancia económica y son indispensables para alcanzar una producción eficiente y sostenible, traducida en más kilos de carne y más litros de leche por hectárea.
Ø No se contempla ninguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS, una propuesta global a la cual nuestro país ha adherido, es signatario y además se enmarca y se reivindica en el documento CONPES 3918 “Estrategia para la Implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Colombia”.
Tampoco, la propuesta de FEDEGÁN tiene en cuenta los criterios establecidos en el Convenio de la Biodiversidad sobre los recursos genéticos, del cual hacemos parte precisamente por el valioso aporte de nuestras razas bovinas criollas.
Ø Es una contradicción de enfoque, que mientras otros países, con mayores adelantos en el campo pecuario (v. gr. México), se interesen por nuestros recursos genéticos criollos, en Colombia, no reciban la misma atención y valoración, v/gr la propuesta de FEDEGAN, que a todas luces no incentiva ni motiva el verdadero despegue, aporte y contribución valiosa de nuestros recursos genéticos.
Ø Precisamente, en los últimos tres años con la concurrencia y trabajo dedicado alrededor de la Mesa de Ganadería Sostenible, se han construido las bases técnicas que deben contribuir al diseño, aprobación y posterior implementación de la política pública que reconvierta y oriente nuestra actividad pecuaria hacia un
modelo sostenible para luego sí obtener la productividad, la rentabilidad y la competitividad que debe ser una consigna de toda la cadena de valor, incluyendo por supuesto un modelo de mejoramiento genético, acorde con las particularidades de los ecosistemas y de los paisajes ganaderos sostenibles.
Ø Respecto a los puntos anteriores, llamamos también la atención sobre la necesidad que el país ganadero conozca los resultados del “Programa Nacional de Mejoramiento Genético Bovino” el cual se está ejecutando desde hace casi una década, apalancado en recursos públicos apropiados por la cartera ministerial que le acaba ser asignada.
En gracia de discusión y para acometer un debate técnico que nos conduzca a formular un plan de mejoramiento genético diferenciado por sistemas de producción, éste debería ser entonces un insumo determinante para comenzar.
En síntesis, lograr un desarrollo sostenible de la ganadería colombiana con base en nuestros recursos zoogenéticos e información, apalancándonos en los estudios que se adelantaron en el pasado por el ICA y hoy por AGROSAVIA y otras entidades, dedicadas a la investigación en el país y en otras latitudes, y en los testimonios de experiencias de campo que evidencian las bondades de toda índole de nuestras razas criollas; igualmente sería importante que, de manera complementaria, se revisaran los resultados del Plan de Mejoramiento Genético Bovino implementado por UNAGA. Todos estos elementos de juicio nos deberían llevar al diseño de instrumentos de política idóneos, auténticos y propios, coherentes con la realidad de los pequeños ganaderos que son la mayoría y que poseen menos de 50 animales en más del 80% de los predios rurales.
Finalmente, Señor Ministro, queremos que Usted tenga presente que las razas criollas colombianas, con más de 500 años de presencia, supervivencia y evolución en el trópico Iberoamericano, y sin conocer cuántos años más de historia en el trópico afroasiático (de allí se trasladaron a España), se encuentran en vías de extinción y la responsabilidad que no desaparezcan es nuestra y de nadie más.
La contribución de las razas criollas colombianas como parte del arsenal de medidas para la mitigación y la adaptación al Cambio Climático, particularmente dirigidas a los pequeños productores ganaderos, y la urgente necesidad de que los sistemas productivos ganaderos se vuelvan resilientes es significativa y estratégica, para alcanzar una ganadería sostenible con beneficios tangibles en lo social, en lo económico y en lo ambiental. Esto, sumado a la capacidad de estas razas para que a partir del manejo adecuado de las pasturas tropicales, naturales o introducidas -pasturas C4-, se deberá traducir en una ganadería de pastoreo eficiente, con una ventaja comparativa respecto a aquellas que deben recurrir a altos niveles de suplementación, sobre todo, en una perspectiva ambiental y la creciente discusión sobre el consumo de carne y sus impactos ambientales durante su fase de producción.
No se nos puede olvidar que, dentro de ese gran reto de ofrecer alimentos sanos, seguros e inocuos, ahora se suma un atributo diferenciado que empieza a ser reclamado por el consumidor final, la huella de carbono y la huella hídrica de la carne y de la leche y de sus subproductos. Por lo tanto, Señor Ministro, atender una
propuesta como ésta denominada “Programa de mejoramiento genético de
FEDEGÁN – EMBRIOGÁN, Genética para Todos”, carece y se aparta de lo que en consenso estamos buscando las entidades públicas, las ONG ´s, los actores privados que hacen parte de la cadena de valor, así como los prestadores de servicios y oferentes de bienes: una Ganadería Sostenible.
El reto, para el caso que nos atañe, se debe basar en las directrices establecidas en la política pública de la cartera ministerial a su cargo para que las decisiones de los ganaderos, se traduzcan en el uso de sus razas criollas colombianas a partir de su alto valor genético y de su adaptación ampliamente demostrada y valorada.
Sin otro particular y con la esperanza que los puntos de vista técnicos acá expuestos tengan la repercusión que esperamos, nos suscribimos de forma atenta y respetuosa.

Cordialmente,

GERMÁN MARTÍNEZ CORREAL          ALVARO OCAMPO DURAN
Presidente ASOCRIOLLANOS                  Docente   UNILLANO
LOURDES PEÑUELA R.                            HERACLIO GUEVARA S.
Fundación Horizonte Verde                           Demogán
CARLOS MANRIQUE P.                           LUZ ANGELA ALVAREZ
Docente Universidad Nacional, Bogotá      Docente Universidad Nacional, Palmira
ARCESIO SALAMANCA C.                      DARIO CARDENAS G
Docente Universidad Cooperativa, Arauca    Docente Universidad Cooperativa, Vcio.
NICOLAS SIERRA VELEZ
Ganadero
ROBERTO TATIS ZAMBRANO             CARLOS RUEDA N.
Depto. Técnico ASODOBLE                        Presidente ASOCHINO
ALVARO ARISTIZABAL MEJIA
Depto. Técnico ASODOBLE.

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