viernes, 13 de septiembre de 2019

Demogan Leche NO hay sino UNA

Igual que la madre, leche no hay sino una.
El artículo de esta semana, lo hacemos pensando en los consumidores finales de leche.
En la necesidad que tenemos todos de consumir productos de calidad, la leche es la primera en la cadena de calidad total que debemos cuidar, sin ella, la nutrición se va al caño.
Permitir la posibilidad de no alimentar bien a nuestros niños, es fórmula para el fracaso.
El génesis de una perfecta alimentación, está en la leche, no solo el calostro de la madre que, en el mejor de los casos, dura unas pocas semanas y contribuye para que los niños se enfermen menos, sino que el consumo continuo de leche pura, pasteurizada, manteniendo la cadena de frío, con tres ingestas al día, el niño mejora su entendimiento, hace deporte, se integra a la sociedad.
Educar a la madre para que alimente bien a sus hijos en un estado como el nuestro, es obligación de la nación. Muchas veces se ha mencionado la urgencia de educar; el rezago de la educación es muy grande, madres adolescentes que deberían estar mejorando sus conocimientos quedan embarazadas, sin poder atender a sus hijos de manera apropiada, ¿Cómo culparlas si no compran leche pura y se inclinan por sucedáneos que no alimentan igual, cuestan menos y tienen color parecido?
Es obligación del estado verificar que la leche sea pura. Enseñarles a los consumidores cómo distinguir sustitutos, que no alimentan, que engañan en su función primordial, que no es otra cosa que nutrir.
En algún escrito de hace unos años, en este mismo blog, sugeríamos adelantar una campaña para que, a partir de la leche, enseñáramos a cocinar platos más gustosos, haciendo equipo con arroz, papa, yuca, queso, arveja, huevos, carnes, arepas, que al combinarse con leche mejoran su sabor, su terneza, su presentación y claro aumenta la entrega proteica.
De acuerdo con un estudio de una de las más importantes industrias lácteas colombianas, descubrieron que el postre de mayor aceptación en el país era (no sabemos si continúa siendo) el arroz con leche… “me quiero casar con una señorita de la capital” y claro, nos falta el arequipe o dulce de leche, para nuestros lectores en otras latitudes, manjar blanco, para nuestros hermanos del Valle.
Café con leche, chocolate con leche, té con leche, échale leche a tu vida, pero por Dios que sea leche pura, no un bebedizo cualquiera.
La gran mayoría de los lecheros de Colombia, son gentes del común, campesinos que trabajan de sol a sol, que se esfuerzan por sacar un producto perfecto. Que no debemos arruinar adicionando lactosueros. Difícilmente, se encuentra un producto que mantenga intactos sus atributos originales como la leche.
Por todo lo anterior, invitamos a las madres, a los niños, sin duda al estado, a los ganaderos, a que cuidemos la calidad de la leche, para tener mejores ciudadanos. No es exageración, tampoco demagogia, es la verdad simple: un país que cuida la calidad de sus productos agrícolas, empezando por la leche, es un país que va en la senda del desarrollo.
Entones: ¡¡¡A tomar leche y no permitir que nos engañen más!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario