Desconcierta
la andanada de reclamos por contaminación que, a diario recibe la ganadería.
La FAO, en
su informe La Larga Sombra de la Ganadería con una carátula de terror, presenta
una vaca esquelética de esas que aparecen en las películas de vaqueros y en más
de 450 páginas nos dice el aporte negativo medio ambiental de los ganados.
Ubica al
ganado con el 18% de aportes al efecto invernadero, luego, sin muchas
explicaciones afirma que es el 14%, más tarde, llega a sugerir que es el 3%. La
inexactitud de las cifras, confunde y no ayudan a hacer un análisis
adecuado.
En Demogan debemos ser parte del debate. Aquí nuestras opiniones que ya
las habíamos compartido en noviembre de 2016, cuando el ministro de Medio
Ambiente del momento, afirmó que la ganadería era la que más aportaba a
contaminar, es más, nos puso a la altura de los automóviles. Lo triste y sin
duda curioso, es que el ministro de agricultura de la época no intervino y
desde luego el actual ministro tampoco ha intervenido…cosas de ministros, eso
nos hace pensar que no hay ministros ni buenos ni malos, solo ministros.
La única
manera cómo podemos analizar el tema, es abrir una controversia civilizada,
democrática con argumentos sustentados en la ciencia, de ninguna manera en las
especulaciones.
El debate no
ha terminado, apenas empieza; si la ganadería es parte de nuestra estrategia
como país, debemos discutir qué tanto contaminamos, las aguas los suelos, la atmósfera,
pero desde luego, incluir también que tanto alimentamos.
Con solo un
kilo de carne de bovino per cápita de consumo, que aumente la China, se requieren
sacrificar 4’000,000 adicionales de reses; eso generaría un incremento en el
precio del ganado, que los más pobres, no podrían asumir, pero que generaría
riqueza a nuestros ganaderos.
Hoy la carne
uruguaya de exportación, se vende a US $4 (cuatro dólares) en pie; el precio
aquí en Colombia es de US $1,32 dependiendo del cambio por dólar. A su vez,
Brasil y Paraguay venden su carne en pie a US $2,65 y US $2,60 respectivamente.
Como pueden
ver, hay un baile, al que nosotros no hemos sido invitados, a pesar que nuestro
ganado por cuenta de nuestras condiciones, emite mucho menos gases de efecto
invernadero que esos tres países (sin contar con los inmisericordes incendios
de la amazonia que hoy observa estupefacto el mundo)
Un bovino de
500 kilos, libera diariamente, 4 litros de gas metano al día, esto es 1,460
litros al año. El gas metano, es 23 veces más contaminante que el CO2, de ahí
la gravedad del tema.
De ninguna
manera el 100% de nuestros animales pesan 500 kilos, el peso promedio de
nuestro inventario (la fuente somos nosotros mismos, por falta de fuentes
confiables) puede ser del orden de 300 kilos por cabeza. Son 27 millones de
animales, así que serían 544 millones de toneladas de emisiones al año.
Según el
censo nacional agropecuario, en el país, tenemos 42’3 millones de hectáreas
para uso agropecuario, de las cuales el 80% son para la ganadería, eso son
33’84 millones de hectáreas.
Una hectárea
con Buenas
Pasturas, según la doctora María Cristina Amezquita (PhD en temas
ambientales, específicamente en captura de CO2 equivalente en pasturas)
secuestra una media de 2 toneladas año, eso quiere decir que solo con pasturas,
secuestramos el 12,44% del total de nuestra contaminación; eso desde luego debe
ser utilizado como argumento ambiental para que nuestros compradores, sepan que
compran.
Además de
las pasturas, tenemos la posibilidad de sembrar una media de 10 árboles por
hectárea por año llegando en 10 años a 100 árboles por hectárea. ¿Qué significa
eso en términos de captura de dióxido de carbono?, que llegaríamos a
neutralizar en poco tiempo el 100% de nuestra generación de Gases efecto
invernadero. Dependiendo de la especie, una hectárea con 1000 árboles, puede
capturar a partir del décimo año, una media de 100 toneladas de CO2, desde luego que
10 árboles, no son mil, pero a razón de 10 árboles son 338’400,000 arbustos y a
su vez son 338,400 hectáreas plantadas o 33’840,000 toneladas de gases
contaminantes, capturadas. Al cabo de 20 años capturaremos 338’400,000
toneladas neutralizando 74,81% de nuestras emisiones.
Para
terminar la ecuación deberíamos adelantar la “revolución de los biodigestores”
para generar parte de nuestra energía en nuestras fincas; no solo por el costo
que significa la mala electricidad a precios desmesurados, para el ganadero,
sino que con seguridad utilizando el metano que producimos, nuestro saldo
ambiental pasaría a negro, seríamos un ejemplo para el mundo y terminaríamos
con la polémica en la que estamos inmersos hace muchos años.
Nos dirán
que esto se toma mucho tiempo, nuestra respuesta es simple: En la medida que no
tengamos propuestas de largo plazo y contenido ambiental, que den ejemplo y nos
convierta en líderes, mundiales de la ganadería, seguiremos lamentándonos sin
avanzar.
Tenemos la
seguridad que muchos países, nos apoyarían con tecnologías para lograr nuestros
objetivos, pero más allá, para aquellos que no sepan, podríamos hacer además de
venta de carne y leche con sello verde, vender bonos de Mecanismos de
desarrollo limpio (MDL), que según entendemos ya se transan a precios muy altos de
hasta 14 Euros (14 €) por tonelada de CO2 capturada; supóngase
que se vendan al 20% de la suma anterior, eso serían ingresos para los
ganaderos de algo más noventa y cuatro millones de euros, COL$ 357 mil millones
cada siete años, además que preservaríamos nuestras aguas, nuestro suelo, nuestro medio ambiente.
¿Cuántas industrias pueden ofrecer
algo siquiera similar? Volver un problema solución es la manera de hacer las
cosas en Demogan.
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