miércoles, 4 de mayo de 2016

DEMOGAN Juan Manuel Del Castillo a modo de obituario

La semana pasada, murió el hijo de nuestro amigo, líder ganadero, caballero intachable, compañero de brega, Horacio Del Castillo Restrepo y de su esposa Margarita De Brigard, el joven de 37 años Juan Manuel Del Castillo.
Habíamos demorado esta nota, para dejar que pasara un poco la congoja de los padres adoloridos, sin embargo, estos son dolores que se quedan para siempre.
¿Qué decir? Que creemos en Dios, que la vida eterna existe, que la despedida de Juan Manuel es por pocos segundos en el reloj divino. Por eso Horacio querido, estamos seguros que junto con el amor de Margarita y tus hijos, saldrá la familia fortalecida y adelante.
Conozco a la familia Del Castillo desde hace muchos años, Carlos Del Castillo Restrepo, hermano de Horacio, fue al primero que conocí gracias a que junto con mi hermano Jorge Ramírez, eran cercanos colaboradores del presidente López Michelsen, la esposa de Carlos, amiga de mi cuñada Magda Botero hizo que el paso para nuestros dos hermanos, por el gabinete de López fuera más llevadero a pesar de las dificultades que esos cargos entrañan.
La ventaja de contar con un par de los quilates de Horacio, es la transparencia en todos sus actos, qué decir de sus aportes a los ganaderos de Colombia, fue él quien con una intervención contundente ante el presidente Santos y el ministro Juan Camilo Restrepo, logró que la exportación de ganado continuara, permitiendo así que el precio de los mautes se mantuviera, y continúe hoy firme gracias a esas exportaciones que Horacio respaldó y sacó adelante. Su dedicación a la causa que a todos nos congrega en Demogan, donde buscamos la democracia para que todos los ganaderos puedan expresarse, es otro de los aportes silenciosos pero reales que nuestro compañero apoya.
Horacio y Margarita, sabemos que estas sencillas palabras en nada van a mitigar su dolor, sin embargo consideramos que compartirle a la Colombia ganadera que hoy uno de sus líderes, pasa por un sufrimiento que nadie puede definir, por el que ninguno de nosotros quiere pasar, que te tocó a ti amigo valeroso, al menos nos permite que las oraciones de muchos ganaderos, lleven al más allá de la mano a tú amado hijo.
La gallardía y la templanza que nos consta que has tenido todos estos días, definen tú carácter y bonhomía.
Dios tenga a Juan Manuel en su seno, y les dé la serenidad para continuar en este valle, donde vivimos, amamos, sonreímos, oramos y lloramos. Un abrazo ganadero, y las condolencias de muchos que aunque no te conocen, ya saben de tú trabajo por la ganadería, tantas veces vilipendiada, algunas veces olvidada, y por siempre querida, una ganadería que estamos convencidos vas a continuar cuidando, y a la cual aportas todos los días.

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