El diario La República publicó un Tuit del ministro Zea
(Agricultura) Donde pide que se usen mejor nuestro suelos; reza así: “Tenemos
que usar mejor nuestros suelos. “Esos” (Las comillas son nuestras) monocultivos
de los pequeños agricultores, han puesto en riesgo la seguridad alimentaria”
Señor ministro, le sugerimos rectificar semejante
exabrupto, ¿Sabe usted cuantos de “Esos” Capesinos y de “Esos” Monocultivos
tiene el país? ¿Sabía usted antes de aceptar el ministerio, que son “Esos”
Capesinos, los que hacen la diferencia y los que definen la dignidad del agro y
el abandono del estado?
Debemos empezar por aclararle que son pocos los
latifundios, que siembran frijol, caña para panela, maíz no transgenico, habas,
ñame, moras, gulupas, producen quesos accequibles para quienes tienen bajos
ingresos, cuidan cabras, tienen pequeños reservorios donde siembran bocachico,
bagre rayado, nicuro y otras especies. Son muchos, diríamos mejor, MUCHÍSIMOS
productos que la ciudad no conoce y que por lo visto usted conoce poco. Y hacen
algo que sus antecesores no conocen y seguramente usted tampoco, como es
mantener vivas semillas de baja demanda, pero que son resistentes a
enfermedades e inundaciones.
Esos, “Esos”, son la savia del campo, son ese líquido
que le da vida a la apatía del estado central por el campesino anónimo, sin
prestaciones, ni oportunidades de compartir sus conocimientos, tampoco su
sabiduría.
El campesino cuando produce y hay baja demanda, no le
recogen o no vende, y cuando están sobredemandados sus productos no le ofrecen
el desquite.
La posibilidad que le desembolsen un crédito de manera
ágil y por el monto que corresponde NO lo logra, por esa razón es que sugerimos
crear el Banco Campesino, para que
cuando llegue allí, encuentre un lugar donde la agricultura sea venerada, donde
sus interlocutores entiendan sus dificultades, sin arrogancia y con respeto.
Los campesinos no piden limosna; Solo piden que se les
explique la razón para que un ministro del sector sugiera que “Ellos” han
puesto en peligro la seguridad alimentaria.
La suma de hectáreas del 1’5 millones de familias
campesinas, puede estar del orden de los 7’5 millones de hectáreas ¿Son menos?
Puede ser así, pues es muy trabajoso encontrar el número de hectáreas que estos
trabajadores del campo labran.
¿Cuánto dinero REAL tiene el gobierno para ofrecerle a
los campesinos? ¿Tiene usted clara la cifra? Nos dijeron que $1’3 billones ¿Eso
es para atender las necesidades de 1’5 millones de campesinos o la tercera
parte? Si la respuesta son 500,000 campesinos, el promedio de préstamo por
campesino sería de $2’600,000, ¿no le parece que con eso no apoyamos la
seguridad alimentaria de “Esos”?
¿Qué opina si con esos $1’3 billones crea una red de
acopio para que las mujeres y hombres del campo tengan una red de acopio que
les permita comercializar sus productos sin inconvenientes?
Sabemos que los fondos para los campesinos son mínimos.
Nuestra sugerencia es que no los disminuyamos más de lo que corresponde.
Señor ministro, no permita que los campesinos se
sientan maltratados, le insistimos: Dejemos que ellos sean el futuro ya que no
les hemos dado la oportunidad de ser el pasado.
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