Se
preguntarán nuestros lectores, la razón por la que nos hemos tomado tanto
tiempo volviendo una y otra vez con los lactosueros. La razón es simple y
aspiramos dar mayor claridad al tema en este artículo.
Si los
lecheros estuvieran ganado dinero, ese sería un costo país que podría ser
controvertible. Sin embargo, en el origen del producto, se ven afectados cerca
de 350,000 lecherías a quienes no les compran en muchas ocasiones por
razones como: las importaciones de leche en polvo, la mala infraestructura de
carreteras, la fragilidad de las redes eléctricas permitiendo que se pierda la
leche, la inclusión de lactosueros a la leche, la falta de gente para trabajar,
la ausencia de créditos, el verano, el invierno, y algunas otras. Todo afecta a
nuestros finqueros, poco saben los gobernantes acerca de los detalles que deben
administrarse en una finca.
¿Cuánto les
cuesta al año a estos colombianos que se incluya lactosuero en un empaque que solo
debería contener leche? Hemos denunciado que la menor cantidad de
leche comprada puede llegar hasta los $240 mil millones de pesos y de ninguna
manera ser inferior a los $90 mil millones. Claro, nuestras estadísticas son
insuficientes y esas cifras pueden estar subvaloradas; en la medida que nos
llegan noticias de muchos municipios del país, vemos que eso es lo más factible
que suceda.
¿Cuánto le
cuesta a la industria? Muchas veces, les hemos compartido que Demogan, a
diferencia de otros gremios o movimientos ganaderos, considera que la industria
debe ser respetada, de ninguna manera eso significa que no pueda ser
cuestionada. Sin embargo, cuando escuchamos voces aisladas de algunos
productores, diciendo que el problema de los lactosueros es solamente de la
industria, nos damos cuenta que en la medida que no tengamos la mente abierta
para dialogar y desde luego controvertir con los industriales, todos perdemos.
El sino trágico de la desconfianza es el que nos alumbra, y así no se construye
país, mucho menos ganadería.
Los
industriales, están regidos por la resolución 017 de 2012, en ella se regula el
precio mínimo de la leche. Obviamente hay quienes no la cumplen, pero la
mayoría de ellos si. La fantasía de algunos hace creer que los
grandes industriales hacen lo que les viene en gana. No es así, si ellos
transgreden la ley, son duramente multados, además de perder credibilidad con
el mercado que para ellos tiene tres soportes: el productor, el supermercado y
desde luego el consumidor final. El mercado es su gran regulador. Al mercado no
lo pueden burlar tan fácil. Si se demuestra que una compañía grande está
incluyendo lactosueros y NO los denuncia en su etiqueta, el impacto en sus
finanzas es de dimensiones desconocidas para nosotros. El costo de ellos, puede
ser fácilmente tres veces el de los ganaderos. Así las cosas, ya llegamos a la
$722 mil millones y en nuestra cifra más conservadora a $270 mil millones de
pesos. Recuerden, que estos guarismos todos los días debemos modificar por las
noticias que nos llegan de todo el país.
Está el
costo de los consumidores. No tenemos idea, cómo cuantificar el mal nutrir de
una generación. Probablemente puede triplicar nuevamente nuestros números. eso
hace que superemos el billón de pesos, y que nadie lo sienta. Sencillamente
porque el largo plazo para la mayoría de nosotros no es importante o no lo
entendemos o sencillamente, afirmemos sin palidecer, eso no me corresponde.
Error que cometemos. No pensar en que todo está conectado con nuestro futuro,
es equivocado.
Queda por
último el costo país. Cifra que es más complicada de obtener, pues insistimos
que nuestras estadísticas son muy malas y que cuando las conocemos, por lo
abultadas pueden parecernos irreales.
¿Saben los
gobernantes cuál es el costo de ser permisivos con el engaño? ¿No entienden que
esto es continuar con la corrupción que nos afecta a todos los niveles?
No podemos
dejar pasar que ya el INVIMA decidió que va a comenzar a actuar. Lo
interesante, es que no es necesario que haga visitas a las plantas, sino a los
supermercados y si encuentra allí leche “bautizada” con lactosueros, las
sanciones vendrán.
Nos
impresiona desde luego que las industrias hayan sido tímidas, igual que algunos
funcionarios. Lo mismo nos sucede con el mutismo de los gremios. No denunciar
estos fraudes le hace mal al todo. Deteriora la moral de un país que amamos y
que es nuestra obligación cuidar.
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