martes, 16 de julio de 2019

Demogan La Mermelada en el ICA


Como la canción TODO sigue igual.
A pesar de las promesas, en el ICA funciona con perfección que nos arroba, la cuestionada por nosotros, y por lo visto olvidada por quienes lo prometieron, un esquema de mermelada excelsa.
No vamos a mencionar sino un solo caso solicitándoles a nuestros lectores que nos dejen saber sus denuncias.
El senador Cepeda, era quien “gobernaba” el ICA durante los 8 años del presidente Santos, a su vez, en el Meta la senadora Martínez dirigía de manera omnímoda el instituto.
El ICA, se fundó en junio de 1962, terminando el gobierno de Alberto Lleras Camargo, iniciando Valencia y luego el presidente Lleras Restrepo, llenó, con su curiosa manera de hacer clientelismo, contratando a los mejores, más capaces, honestos, estudiosos, sin filiaciones políticas, este y otros institutos. ¡¡¡Qué tiempos aquellos!!!
Hoy en el Meta, rige imperialmente, una dama del partido Centro Democrático -el partido de gobierno- su nombre es Jennifer Arias, es representante a la cámara y esperamos que su gestión sea exitosa.
De acuerdo con nuestras fuentes, doña Maritza Martínez, intentaba, no sabemos con qué éxito, nombrar personas con alguna preparación; eso desde luego no la disculpa de las múltiples equivocaciones que sus ahijados políticos cometieron, pero ahora, la vara que mide los conocimientos la bajaron excesivamente.
Al Meta, le han venido cayendo todas las plagas de Egipto. Para empezar, la carretera. Hoy trasladarse de Granada, hasta Bogotá, puede tomar si no aparecen inconvenientes mayores entre 13 y 14 horas. La cantidad de ganado que salía desde el Meta para los frigoríficos, se desmoronó, pues a la plaga de las carreteras, le sumaron la contratación de un ejército de nuevos empleados en el ICA, sin experiencia alguna, terminando de colapsar el esquema sin metodología que tiene el instituto.
Les compartimos solo un municipio: Guamal; ¿por qué? Resulta, que este es el segundo municipio en emisión de guías, Bonos de Venta y Determinación de Procedencia del ganado, que tiene el país. para terminar de ajustar a los ganaderos, en TODO el Meta, se estableció que en días que no fueran de mercado o de vacunación, se entregaban un máximo de cuarenta (40) turnos, para facilitar estos papeles. Pues bien, en Guamal en un día de poco trabajo se necesitan atender entre 60 y 80 criadores.
Lograr turno, exige que el ganadero salga de su finca antes de las 5 de la mañana. Llegar, pararse a la intemperie y eventualmente, que al llegar donde el funcionario, se encuentre con la sorpresa que no hay señal y por lo tanto el trámite se demore aún más tiempo. Exigiendo que un ganadero gaste entre 6 y 7 horas para que si esta de “buenas” le entreguen sus papeles.
¿desconoce el ICA las tareas que un ganadero debe cumplir? ¿les parece correcto quitarle en ocasiones el día entero de trabajo al finquero frente a su hato? ¿por qué no han contado con los ganaderos en todo el país para que ellos sin cobrar emolumento alguno, les expliquen cuál es la metodología que mejor se acomoda a sus necesidades?
Hablando de metodologías, las pocas que había durante el gobierno anterior, desaparecieron con la llegada de los nuevos mandamases. Probablemente intentaron reproducir la teoría del caos constructivo que se le atribuye al emperador Romano Julio César, para crear un clima de inestabilidad y violencia.
Durante el tiempo de implementación de la nueva autocracia, muchos empleados quedaron sin salario durante 45 días, trabajando con la ilusión que sus contratos serían renovados por otros 6 meses o un año. Eso no se dio, los contratos fueron renovados por tres meses, y luego se nombraron gentes afectas al nuevo régimen.
Lo que se define en el ICA, como PSG (Puntos de servicio al ganadero) está manga por hombro en muchos lugares del país. Es fácil de entender, que una persona que llega al puesto no puede hacerlo con igual eficiencia que los anteriores que ya tenían práctica en el oficio.
La forma como pagan salarios, que desde luego no surgió con la nueva administración, sino que viene de antes, funciona de la siguiente manera: Al mes se paga a ese nivel de funcionario, cerca de $1’700,000; de allí debe sacar para pagar su seguridad social, sin recibir primas ni horas extras. Si una empresa privada hace esto, es demandada; ¿por qué el estado sí puede hacerlo?
El ICA, pasó de ser un lugar de investigación, innovación y ciencia para convertirse en un hervidero que resume las necesidades de votos de unos pocos políticos que no creen que sea necesario y preservar y modernizar el conocimiento agrícola y ganadero. Tampoco creen en la urgencia de consolidar nuestra seguridad alimentaria.
Esperamos que, con la disculpa del caos, no vayan a devolverle a Fedegan el manejo de las guías, eso no debe suceder. 
Insistimos, en nombrar finqueros de comprobada idoneidad y sentido empresarial para que vigilen la calidad de los procesos. Todo esto debe ser ad-honorem.
Muchas veces en los últimos ocho años hemos escrito acerca de ese instituto, pocas veces hemos podido hacerle reconocimientos. Lo lamentamos, es urgente que se adelante una encuesta y midan la percepción que tienen las gentes del campo sobre el servicio que presta. Tememos que el resultado será vergonzoso; sin embargo, lo peor de eso, va a ser que no les importa, ellos son parte de lo que un investigador de la corrupción define como: “El retardo moral de nuestros gobernantes”

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