domingo, 23 de septiembre de 2018

Demogan La Crisis de la Irrelevancia


En su último libro Yuval Noah Harari, llama la atención de lo inundado que está el mundo con información irrelevante, compartiéndonos que más allá de esa información, o de ufanarnos por el acceso ilimitado al conocimiento, debemos empezar a trabajar en buscar claridad, que es en últimas, la que nos permitirá despejar incógnitas.
Hoy las 500,000 familias ganaderas pueden llegar a tener un número enorme de prioridades, las probabilidades que se crucen muchas de ellas, son altas, de igual forma que aquello que para uno es importante para el otro no tenga sentido.
Es tan grave la irrelevancia que le damos a muchos temas, que podemos encontrar que hay ganaderos para quienes el cambio climático no es importante, con seguridad la crisis democrática que tenemos en el gremio, tampoco sea un tema que encuentren relevante.
La necesidad de tecnología comprensible para el campo, comparada con la urgencia que no invadan MI predio, cualquiera de las llamadas minorías, hace que pase lo importante a un segundo plano, convirtiéndose en prioridad la urgencia, dejando a un lado la importancia de pensar como país ganadero en soluciones para que a ningún ganadero lo invadan, convirtiéndose en relevante si me invaden, y no que desarrollemos un espíritu de cuerpo, donde prime la solidaridad de las 500,000 familias con el colega que violentan.
Los dilemas globales como puede ser la seguridad alimentaria, no tienen importancia, todos esperamos que salga de una lámpara el genio que nos guíe para celebrar la estupidez que tiene la fogosidad del discurso, y no la sabiduría que encierra la reflexión silenciosa del maestro.      
La epidemia de noticias falsas que alimentan nuestros días, son más importantes que prestar atención a actualizarnos, a reflexionar, o abrir diálogos con gentes que piensen diferente y nos den la oportunidad de innovar, investigar y desarrollar productos, eventualmente mejorar nuestros controles, o la calidad de lo que vendemos.
Acaso los ganaderos nada tenemos que decir acerca del millón (o más) de inmigrantes que hoy debemos alimentar, educar, asegurarles salud, buscarles trabajo, reorientando nuestro rechazo para buscar oportunidades que hagan sinergias con lo que aquí tenemos. Estados Unidos tiene claro –no todos- que los aportes de esos extranjeros no solo son bienvenidos, sino necesarios y que generan riqueza ¿Cómo hacer para que eso mismo nos suceda? ¿Qué estrategia podemos proponer los ganaderos?
¿Podemos los ganaderos continuar contaminando nacimientos, quebradas y ríos? Hemos visto como algunos agricultores desvían ríos y los contaminan ¿El derecho de una persona, es más importante que el de muchas? Irrelevancia es la palabra. Yo tengo derechos USTEDES no.
Los prejuicios no permiten evolucionar, nos hunden en cavernas de las que resulta difícil salir, la falta de ética nos hace creer qué si yo me quedo con algo de manera indebida, no es robo, si es otro que se queda con lo que yo he adquirido indebidamente, yo tengo mis derechos y estoy siendo atropellado.
Hemos llegado a creer, que la sospecha es una virtud. Nos dedicamos a sospechar del vecino, en lugar de trabajar en lo de cada uno y con cada uno.
¿Somos conscientes, que el desarrollo biotecnológico e infotecnológico nos puede dejar sin trabajo? ¿qué estamos haciendo para que no nos vaya a suceder? ¿estamos preparados para los cambios? Seguramente no lo estamos, eso es increíble, pues de cambios hemos estado llenos los últimos años.
¿Cómo podemos salir de la crisis de la irrelevancia? Nosotros creemos que, salvaguardando libertades, permitiendo que la igualdad suceda, equilibrando la tecnología con el cuidado al medio ambiente.  
No podemos continuar sin tener opiniones claras de los ataques a nuestro entorno del que somos responsables, secamos humedales, sembramos desiertos verdes y de arena, confundimos fechorías con verdades.
Un buen amigo sin saber que iba a escribir acerca de este tema, me compartió una entrevista que le hicieron a un nativo de una de las tribus Tuareg en el desierto del Sahara: “Un anciano de mi tribu, se lamentaba que los blancos, se enteran que algo existía cuando desaparece, no saben estar solos para intentar encontrase, sueñan con llegar a ser, en lugar de ser, miran la televisión y no las estrellas, piensan que llegar a la meta es el objetivo, cuando en realidad en nuestro pueblo todos los días debemos llegar a metas diferentes buscando agua y pasturas, ustedes tienen reloj, pero no tienen tiempo”
Las lecciones que nos dan estas gentes sabias, deberían ayudarnos a entender que la mayoría de las cosas que hacemos, son irrelevantes y que, de continuar así, vamos entender que discutíamos acerca de temas irrelevantes, mientras que lo relevante se evaporaba ante nuestros ojos.

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