domingo, 2 de septiembre de 2018

Demogan Gremialidad y Democracia

El líder sabe que hacer, el gerente cómo hacerlo.
La ganadería ha estado durante años sin definir su rumbo. Seguimos anclados en el pasado, sin propuestas que nos permitan modernizarnos, sin renovarnos, mascullando complejos y frustraciones, intentando definir si la deficiencia en la cadena afecta un grupo o a todos los ganaderos.
Decir que es hora de hacerlo, es banal, no sirve de nada. La acción está ausente en todos los involucrados (nos incluimos), sin embargo, queremos mejorar, por serendipia (encuentros afortunados casuales) mágicamente, por cuenta del gobierno, o una donación del exterior y muchos, rogándole a Dios para que les compren la finca, las vacas y ojalá por el doble del precio.   
Renovarse está en el orden del día de muy pocos. Cambiar cuadros directivos es herejía. Dialogar es una propuesta válida en la medida que sea solo para escuchar una de las partes, de ninguna manera a todos y mucho menos de manera democrática.
En Demogan, tenemos la certeza que la parte afecta el todo; eso quiere decir que si los súper mercados se quiebran o no dan buen servicio o pagan mal a la industria, inevitablemente los productores se van a ver afectados y, por ende, los proveedores de insumos, para que al final perdamos inexorablemente nuestra seguridad alimentaria. Nadie es capaz de crecer aislado del resto, somos un mecanismo productivo, llamados a cuidar la naturaleza, de lo contrario nos vamos al traste.
El subdesarrollo se caracteriza por pensar de manera aislada, por desconocer al equipo, por alimentar el ego como religión.
Cuando un gobierno, un gremio, una empresa giran en torno a una persona, es una autocracia. Por descontado, que un sector con más de 500,000 dolientes no se le ordena que hacer, se lo convence, la igualdad es el norte, el protagonismo, sinónimo de fracaso.
¿Cuánto tiempo llevamos así? Desde que somos república. No evolucionamos, buscamos caudillos no líderes. Esa es una equivocación.
La ganadería debería ser una gran empresa y no lo es. Renovar los gremios es fundamental, no creemos que los ganaderos aboguen porque Fedegan, Unaga o Analac se acaben, el ruego es que se modernicen y piensen en el todo y no en una parte ¿puede eso lograrse con la dirigencia actual? Si se puede, que lo demuestren y si no, que a través de procesos democráticos se pongan a tono con el siglo XXI. Ya hemos transitado el 20% de este nuevo siglo y toda la discusión se centra en torno al manejo de los dineros parafiscales, no de servir a los ganaderos, tampoco de mejorar mecanismos de financiación, de crecer en uno o dos litros diarios la producción de la lechería doble propósito, de aumentar el consumo interno y tener una política de exportaciones que nos permita ser jugadores permanentes de leche y carne y hablar de la trascendencia de la sostenibilidad ambiental. Son muchos frentes y un solo tema sobre el cual se centran los debates: La Parafiscalidad. Eso es una vergüenza.
Analac necesita salir de sus dificultades financieras. El ministerio, debería encontrar la manera para que tuviera un respiro a través de un préstamo no reembolsable, de un aporte de los dineros parafiscales (si es que acaso se puede) de un contrato de asesoría técnica, en fin, hay muchas formas de hacerlo. Lo que no es aceptable, es que el gremio más antiguo de la ganadería tenga como principal propósito subsistir y no liderar y desde luego controvertir sin la posibilidad que sean chantajeados. La única manera que hasta ahora han encontrado para financiarse, es que, con la autorización de los ganaderos, la industria les retenga un peso por litro y se los entregue al gremio. Eso está bien, pero no va a ser suficiente. ¿Cómo hacer para que por ejemplo emprendan una gran campaña para aumentar el consumo interno? o ¿apoyen que no se puede continuar agregando lactosueros a las bebidas lácteas sin incluirlo en las etiquetas? o ¿creen un gran tanque del pensamiento para modernizar las fincas lecheras? Sin presupuesto ¿Cómo pueden ir a aprender con los mejores del mundo? O enviar a gentes a estudiar afuera, de pronto ayudar a mejorar los programas de formación. Eso por el lado de Analac.
En el caso de Fedegan nos preguntamos, ¿han pensado en pensar diferente? ¿Por qué les atormenta cambiar? ¿Cuál es la razón para no ser incluyentes? ¿Se dan cuenta que sus aportes a la ganadería dejan mucho que desear?
Salgámonos del siglo XX, ingresemos al XXI, dejemos a un lado pensamientos arcaicos y vamos todos a trabajar en equipo. Demogan está listo a seguir un líder que nos asegure modernidad y democracia.     

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