sábado, 29 de septiembre de 2018

Demogan Feliz Día Ganaderos Nuestra Propuesta De Manejo De La Parafiscalidad

“Los débiles toman venganza, los fuertes perdonan, los inteligentes ignoran”
Recibimos esta semana la alentadora noticia que comienzan a aparecer voces que acogen nuestras ideas para el manejo de la parafiscalidad, desde luego con mejoras e inclusiones que siempre serán bienvenidas.
¿Qué proponen?: Unificar agremiaciones, política climáticamente inteligente, fortalecer la competitividad, la innovación, los mercados, el consumo, promover para que todos los gremios sean democráticos, sin tintes políticos, gremios proactivos con criterios gerenciales y técnicos, que el dinero se continúe manejando desde una fiducia con un comité o junta donde estén representados los diferentes gremios esto es ANALAC, UNAGA (Unión de razas y no de ganaderos), FEDEGAN, NFG y algunos otros.
¿Que quisiéramos incluir y resaltar? (ya lo hemos hecho en el pasado, pero lo reiteramos):
v Que sea por elección popular que se acceda a la junta de la fiducia que maneja el FNG.
v En esa elección, deben los candidatos presentar su hoja de vida, no solo como gremio, sino como personas, y los programas con los que se comprometen.
v Comprometerse a presentar informes mensuales o al menos trimestrales acerca de dónde y en que se están gastando los dineros de los ganaderos.
v La ventaja de continuar el dinero siendo manejado a través de una fiducia, es que se disminuiría el enorme costo burocrático que significó durante años tener una nómina que costaba $22 mil millones, 347 empleados y salarios que excedían en mucho la rentabilidad de las fincas.
v Desde que iniciamos con estos escritos, hemos insistido que el FNG debe liderar la manera para que los campesinos puedan tener pensión. Es una infamia que muchos tengan que ordeñar sus vacas y hacer labores del campo, con problemas de artritis evidentes, columnas deficientes, sin protección de salud y otras falencias. Este sería no un logro, si no ratificar que la justicia no es un enunciado sino una obligación.
v Debe existir un compromiso para que no se inviertan dineros de los ganaderos en emprendimientos. Las empresas pueden ser exitosas o fracasar, no estamos de acuerdo con permitir que los dineros de los empresarios ganaderos corran albures. La plata del fondo no es para asumir riesgos.
v Hasta donde sea posible, la sanidad no puede ser curativa sino preventiva. La estrategia para lograrlo debe promoverla el FNG.
v Acompañar las denuncias de malas prácticas industriales como es la incorporación de lactosueros que no quedan claramente dichas en las etiquetas. 
v El FNG está en el derecho y la obligación, de apoyar para que los gremios ganaderos sean sostenibles. Entendiendo que hasta un máximo del 10% de sus ingresos pueden ser repartidos entre todos ellos, con una formula comprensible que no se preste para promover privilegios. Eso desde luego incluye a muchos que no hemos nombrado.
v Promover el consumo con estrategias que beneficien a los ganaderos y no a las agencias de publicidad, que sin duda son primordiales, para construir propuestas creativas.
v Una política internacional que nos permita educarnos, vender nuestros productos a precios remunerativos, y alcanzar al siglo XXI lo antes posible.
Desde ya, Demogan anticipa, que estaremos en la contienda electoral, sin pretender beneficios económicos de índole alguna. nosotros hemos sido austeridad, somos independientes y no queremos debilitar esa independencia con canonjías o prebendas. Nuestro norte es servir a los ganaderos, buscar que la democracia sea el diario vivir y no un milagro y que la modernización de nuestro sector sea permanente.
FELIZ Y PROSPERO DÍA DEL GANADERO

domingo, 23 de septiembre de 2018

Demogan La Crisis de la Irrelevancia


En su último libro Yuval Noah Harari, llama la atención de lo inundado que está el mundo con información irrelevante, compartiéndonos que más allá de esa información, o de ufanarnos por el acceso ilimitado al conocimiento, debemos empezar a trabajar en buscar claridad, que es en últimas, la que nos permitirá despejar incógnitas.
Hoy las 500,000 familias ganaderas pueden llegar a tener un número enorme de prioridades, las probabilidades que se crucen muchas de ellas, son altas, de igual forma que aquello que para uno es importante para el otro no tenga sentido.
Es tan grave la irrelevancia que le damos a muchos temas, que podemos encontrar que hay ganaderos para quienes el cambio climático no es importante, con seguridad la crisis democrática que tenemos en el gremio, tampoco sea un tema que encuentren relevante.
La necesidad de tecnología comprensible para el campo, comparada con la urgencia que no invadan MI predio, cualquiera de las llamadas minorías, hace que pase lo importante a un segundo plano, convirtiéndose en prioridad la urgencia, dejando a un lado la importancia de pensar como país ganadero en soluciones para que a ningún ganadero lo invadan, convirtiéndose en relevante si me invaden, y no que desarrollemos un espíritu de cuerpo, donde prime la solidaridad de las 500,000 familias con el colega que violentan.
Los dilemas globales como puede ser la seguridad alimentaria, no tienen importancia, todos esperamos que salga de una lámpara el genio que nos guíe para celebrar la estupidez que tiene la fogosidad del discurso, y no la sabiduría que encierra la reflexión silenciosa del maestro.      
La epidemia de noticias falsas que alimentan nuestros días, son más importantes que prestar atención a actualizarnos, a reflexionar, o abrir diálogos con gentes que piensen diferente y nos den la oportunidad de innovar, investigar y desarrollar productos, eventualmente mejorar nuestros controles, o la calidad de lo que vendemos.
Acaso los ganaderos nada tenemos que decir acerca del millón (o más) de inmigrantes que hoy debemos alimentar, educar, asegurarles salud, buscarles trabajo, reorientando nuestro rechazo para buscar oportunidades que hagan sinergias con lo que aquí tenemos. Estados Unidos tiene claro –no todos- que los aportes de esos extranjeros no solo son bienvenidos, sino necesarios y que generan riqueza ¿Cómo hacer para que eso mismo nos suceda? ¿Qué estrategia podemos proponer los ganaderos?
¿Podemos los ganaderos continuar contaminando nacimientos, quebradas y ríos? Hemos visto como algunos agricultores desvían ríos y los contaminan ¿El derecho de una persona, es más importante que el de muchas? Irrelevancia es la palabra. Yo tengo derechos USTEDES no.
Los prejuicios no permiten evolucionar, nos hunden en cavernas de las que resulta difícil salir, la falta de ética nos hace creer qué si yo me quedo con algo de manera indebida, no es robo, si es otro que se queda con lo que yo he adquirido indebidamente, yo tengo mis derechos y estoy siendo atropellado.
Hemos llegado a creer, que la sospecha es una virtud. Nos dedicamos a sospechar del vecino, en lugar de trabajar en lo de cada uno y con cada uno.
¿Somos conscientes, que el desarrollo biotecnológico e infotecnológico nos puede dejar sin trabajo? ¿qué estamos haciendo para que no nos vaya a suceder? ¿estamos preparados para los cambios? Seguramente no lo estamos, eso es increíble, pues de cambios hemos estado llenos los últimos años.
¿Cómo podemos salir de la crisis de la irrelevancia? Nosotros creemos que, salvaguardando libertades, permitiendo que la igualdad suceda, equilibrando la tecnología con el cuidado al medio ambiente.  
No podemos continuar sin tener opiniones claras de los ataques a nuestro entorno del que somos responsables, secamos humedales, sembramos desiertos verdes y de arena, confundimos fechorías con verdades.
Un buen amigo sin saber que iba a escribir acerca de este tema, me compartió una entrevista que le hicieron a un nativo de una de las tribus Tuareg en el desierto del Sahara: “Un anciano de mi tribu, se lamentaba que los blancos, se enteran que algo existía cuando desaparece, no saben estar solos para intentar encontrase, sueñan con llegar a ser, en lugar de ser, miran la televisión y no las estrellas, piensan que llegar a la meta es el objetivo, cuando en realidad en nuestro pueblo todos los días debemos llegar a metas diferentes buscando agua y pasturas, ustedes tienen reloj, pero no tienen tiempo”
Las lecciones que nos dan estas gentes sabias, deberían ayudarnos a entender que la mayoría de las cosas que hacemos, son irrelevantes y que, de continuar así, vamos entender que discutíamos acerca de temas irrelevantes, mientras que lo relevante se evaporaba ante nuestros ojos.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Demogan Tampoco tenemos estrategias para la carne


Los números hablan por sí solos: las exportaciones colombianas de carne y despojos desde el 2004 hasta la proyección del 2018, representadas en miles de toneladas:
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
117,4
70,7
136,6
144,9
147,1
96,5
2,4
5,3
8,9
33,3
2014
2015
2016
2017
2018





9,2
9,9
10,2
18
19,5





(Fuente DIAN)
Las importaciones de carne, enero mayo, 2016-2018:
2016           54,000 toneladas.
2017           93,000 toneladas. aumento del 72,22%
2018         128,000 toneladas. aumento del 37,63%
Y para terminar con una cereza, el sacrificio de vacunos pasó de 4’100,000 cabezas en el 2013, a 3’400,000 en el 2017, una disminución del 17%.
El caso de las exportaciones de carne, fueron como todos lo sabemos, un espejismo y sin duda una falta de estrategia. El inmediatismo, el dinero fácil, compradores en Venezuela carentes de ética y ávidos de dinero, distorsionaron nuestra realidad ganadera. Nadie se preguntó, nadie cuestionó, solo veíamos como se enriquecían unos pocos, muchos anhelaban estar entre los bendecidos con el lucro fácil, que era legal en Colombia, delito en Venezuela. La lección aprendida, que desde luego no hay muchos interesados en asimilar, es que los negocios para tener continuidad, no pueden ser el resultado de influencias, ni privilegios de unos pocos, sino de estrategias sólidas y de largo plazo.
El síndrome del Dorado, nubla nuestro entendimiento, la mala influencia de la corrupción a ambos lados de la frontera, exige inmediatez, de ninguna manera largo plazo. Se hicieron presupuestos que no consultaban realidades; no entendimos que el negocio no era sostenible. El engaño llegó a su fin en el 2009.
El 2010, trajo consigo la cruda realidad que exigen los negocios. Desde ese año, las toneladas exportadas vienen creciendo de manera sostenida, con un salto en el 2013, que pretendió nuevamente acicalar nuestra verdad.
La lección de las exportaciones de carne, aún no se asimila. Hay quienes no entienden que esas ventas maquillaron sus balances y venden la idea que fue gracias a gestiones inexistentes que los negocios florecieron.
Las exportaciones, disminuyeron y las importaciones crecieron, no de manera proporcional a las exportaciones sino mostrando realidades sobre las que aún no reflexionamos.
En Demogan no tenemos las respuestas, pero si algunas preguntas que deben ayudarnos a entender este crecimiento.  
En primer lugar, es conveniente separar la importación de carne porcina, de aves y bovina, para tener un mejor entendimiento. Adicionalmente, una cosa son carnes procesadas y otra, carne en canal o despostada. Desde luego esa división debemos tenerla para entender nuestros consumos, fortalezas y debilidades.
Las estadísticas son primordiales para entender los diferentes sectores; exportar o importar carne en canal es una operación que no nos permite entender con exactitud el negocio, la carne en canal genera menos mano de obra en el país de origen y más en el país de destino; diferente es, cuando son carnes procesadas que no generan valores agregados en el país donde se consumen.
Nos preguntamos, ¿Cuál es el encanto de comprar productos importados? Desde luego, la carne argentina, uruguaya, las chuletas de cordero neozelandesas, o los cortes australianos, decoran banquetes, pero empobrecen a nuestros ganaderos. Es obligación de todos los dolientes de la ganadería estudiar con cuidado la estrategia para aumentar el consumo interno. Eso se ha pensado y mal ejecutado muchas veces, los resultados están a la vista.
¿Qué estamos pensando los ganaderos? ¿cuál es la razón para nuestro inmovilismo? ¿somos conscientes que esperar siempre a que otro nos tire un salvavidas no es respuesta? Nuestra falta de proactividad es nuestro peor defecto ¿qué proponen?
Nosotros pensamos que el primer paso, es renovar los protagonistas actuales de la ganadería. No puede ser tan difícil entender que, si no nos renovamos, los cuerpos gerenciales envejecen rápidamente, cuando no hay innovación, perdiendo flexibilidad en especial cuando no se renuevan.
La arteriosclerosis empresarial existe.
Luego, concientizar al consumidor para que compre colombiano. La amenaza de acabar nuestro campo está latente. El mercado interno, es el primer pilar que debemos atender, fortalecer y promover. Eso no quiere decir que dejemos de importar, quiere decir que es nuestra obligación ser competitivos en toda la cadena. Competir no puede ser un tabú, es una obligación sectorial.
Hemos dejado de sacrificar 700,000 cabezas. Eso son unas 162,000 toneladas; un porcentaje son sacrificios que no pagan impuesto de degüelle, eso debe ser más alto de lo que creemos. Hacemos un llamado a las autoridades para estar vigilantes.
¿Qué sucedió con el ganado que antes se sacrificaba? Perder en 5 años el 17% del sacrificio nos obliga a investigar.
Somos un sector con resultados que disminuyen todos los días. Un sector sin respuestas, tampoco con estadísticas que arrojen claridad para entender que sucede.
Gobernar es una difícil labor, es más complicada cuando se ofrece cambiar y todo continúa igual. En la carrera por el poder todos ofrecen lo que sea con tal de llegar a la meta de primeros.
El presidente Duque, ya llegó. Es hora de empezar señor presidente. Le sugerimos que promueva el diálogo ganadero por regiones, que su ministro de agricultura lo lidere hasta que le dé la vuelta Colombia, luego en un gran encuentro nacional con su presencia, se firme entre todos, los compromisos con la ganadería a cinco y diez años; para que en ese documento quede reflejada la política de estado para la ganadería.    

domingo, 9 de septiembre de 2018

Demogan Nuestros Objetivos


Un buen amigo ganadero, de esos que combinan tradición y modernidad, que produce algo más de 12,000 litros de leche al día, alejado de gremios, movimientos y vanidades, nos preguntaba ¿Cuáles son los objetivos de Demogan?
Esas son preguntas que si se formulan al desayuno, se terminan de responder a la hora de la cena. Repasemos quienes somos y por qué.
En primer lugar, hemos adolecido de guía; ningún gremio, movimiento o persona, hemos tenido el liderazgo para unir, para dotar a la ganadería de una visión de futuro y tampoco hemos mostrado los caminos para llegar al destino. Han aparecido escritos, panfletos y libros que hacen un menú de enunciados que nadie se preocupa por verificar si fueron o no fueron. Nos preocupan más los medios que servir a los ganaderos.
Nuestro nombre define nuestra esencia: Democracia Y Modernización Ganadera.
La democracia es participación, participar, es opinar libremente, no a cambio de prebendas, tampoco de privilegios. Participar de muchas maneras es permitir que nuestra conciencia nos encuentre.
La democracia nos exige apoyar lo bueno y cuestionar lo que consideramos equivocado de cualquier gobierno, movimiento, empresa, gremio o persona.
La democracia gremial, no puede de ninguna manera permitir ser politizada.
Demogan está empeñada en buscar la manera que tengamos una política de estado agrícola y pecuaria, una propuesta que de ninguna manera pueda ser modificada por los cambios políticos permanentes que sufre el ministerio del ramo. Esa iniciativa de estado debería nacer del ejecutivo, eventualmente del legislativo, pero no, no hay quien la formule y cuando buscamos encuentros con colegas del sector nos encontramos que, en sus agendas, la principal preocupación es a quien le van a entregar el Fondo Nacional del Ganado y no qué hacer para que la ganadería sea un negocio rentable. Si sacamos este tema de la discusión, probablemente vamos a poder avanzar en lo que es verdaderamente trascendente. Demogan les propone a los gremios, que el manejo de ese fondo se centre en que todos tengan representación activa, que el FNG se maneje con un presupuesto austero de funcionamiento, que se les informe a quienes contribuyen, que se hace con su dinero mensualmente, compartiéndoles los beneficios que reciben por sus aportes.
Ahora a lo importante, si resolvemos algunos interrogantes, probablemente vamos a poder ayudar a diseñar la política de estado que nos urge poner en practica:
1.    Adelantar el Inventario REAL que tenemos de bovinos y bufalinos (Cada sector le recomendamos hacer lo mismo). Evitemos continuar pensando que la vacunación nos ofrece cifras confiables. 
2.    Sanidad animal: no podemos estar circunscritos solamente a ser un “país libre de aftosa con vacunación” según algunos científicos 14 enfermedades merodean la ganadería. ¿cómo evitar, sin dejar de controlar la aftosa, tener una epidemia que sin duda llevaría a los ganaderos a la quiebra? ¿Cuánto es el presupuesto para trabajar preventiva y urgentemente en estos temas? ¿Quién o quienes además del ICA, deben apoyar la gestión del instituto? El ICA debe empezar por ingresa a  cuidados intensivos
3.    Genética: la falta de esta, disminuye ingresos, la buena calidad asegura ganancias.
4.    Educación continuada: hacer un programa nacional de gerencia ganadera. Aceptémoslo, gerenciar es una palabra lejana de nuestro diario trajinar, nos hacen falta presupuestos, contabilidad, políticas de personal, análisis financiero, etc.
5.    Evitar la migración del campo a la ciudad: en una dictadura, sería factible hacerlo por decreto, en nuestro país debe hacerse por convencimiento, la manera de convencer a las nuevas generaciones, es que el campo sea una alternativa de vida y no de mendicidad. Esta es una propuesta que debe permanecer en el tiempo.
6.    Política Ambiental: adelantar la operación “Colombia Ganadera Reforesta” “Colombia Ganadera Cuida Fuentes de Agua” para hacerlo bien, debe establecerse un presupuesto proyectado a 10 años. 30 millones de hectáreas o tres mil millones de árboles, no son susceptibles de sembrarse sin una estrategia entendida por todos, con el compromiso de todas las partes.
7.    Estrategia financiera: el campo tiene fama de mala paga. Buena parte del problema nace en el sistema que demora los créditos, no presta asesoría al campesino o empresario agrícola y lo peor para todas las partes, presta menos del dinero requerido. Las garantías y los plazos, son otro muro para que el campo no evolucione. La banca debe entender el negocio haciendo propuestas de largo de plazo y así poder permanecer, estableciendo tiempos de pago acordes con márgenes que deben ser competitivos y poder exportar al mundo.
8.    Exportaciones con valores agregados: hasta ahora hemos incursionado en los mercados internacionales sin valores agregados, sin productos diferenciados. Iniciar esta transformación exige largo plazo empezando por materias primas e ir evolucionando en el tiempo, con empaque, texturas, sabores, nutrición y mercadeo. Este debe ser un plan a 20 años y con la claridad que solo con el consumo ampliado podemos crecer de manera estable.
9.    Consumo interno: las diferentes fuentes de proteína siguen ganando mercado en comparación con lo que le sucede a la carne bovina. El consumo de leche según ASOLECHE, está en 145 litros per cápita año. Sin embargo, cuando se analiza por estratos, se puede ver que las franjas bajas consumen mucho menos de la mitad que las altas. Una política de mercadeo sólida asegura que, si el país consume, el sector crece pudiendo tener excedentes exportables.
10.          Ética, transparencia, buenas prácticas, trabajo en equipo: no trabajamos en equipo por falta de ética, no hay ética por falta de transparencia, no jugamos en equipo porque desconfiamos del colega. Este punto no es un reto, es una manera de vivir que deberíamos poner en práctica.
Nos pueden llamar soñadores, estamos convencidos que no somos los únicos en pensar así. Es probable que a muchos los avergüence decirlo y no estar con la mayoría. Permitan que sus convicciones afloren.
Por último, si lo miran con detenimiento los diez puntos se entrelazan, haciendo que la suma de los factores, fortalezca el todo.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Demogan Gremialidad y Democracia

El líder sabe que hacer, el gerente cómo hacerlo.
La ganadería ha estado durante años sin definir su rumbo. Seguimos anclados en el pasado, sin propuestas que nos permitan modernizarnos, sin renovarnos, mascullando complejos y frustraciones, intentando definir si la deficiencia en la cadena afecta un grupo o a todos los ganaderos.
Decir que es hora de hacerlo, es banal, no sirve de nada. La acción está ausente en todos los involucrados (nos incluimos), sin embargo, queremos mejorar, por serendipia (encuentros afortunados casuales) mágicamente, por cuenta del gobierno, o una donación del exterior y muchos, rogándole a Dios para que les compren la finca, las vacas y ojalá por el doble del precio.   
Renovarse está en el orden del día de muy pocos. Cambiar cuadros directivos es herejía. Dialogar es una propuesta válida en la medida que sea solo para escuchar una de las partes, de ninguna manera a todos y mucho menos de manera democrática.
En Demogan, tenemos la certeza que la parte afecta el todo; eso quiere decir que si los súper mercados se quiebran o no dan buen servicio o pagan mal a la industria, inevitablemente los productores se van a ver afectados y, por ende, los proveedores de insumos, para que al final perdamos inexorablemente nuestra seguridad alimentaria. Nadie es capaz de crecer aislado del resto, somos un mecanismo productivo, llamados a cuidar la naturaleza, de lo contrario nos vamos al traste.
El subdesarrollo se caracteriza por pensar de manera aislada, por desconocer al equipo, por alimentar el ego como religión.
Cuando un gobierno, un gremio, una empresa giran en torno a una persona, es una autocracia. Por descontado, que un sector con más de 500,000 dolientes no se le ordena que hacer, se lo convence, la igualdad es el norte, el protagonismo, sinónimo de fracaso.
¿Cuánto tiempo llevamos así? Desde que somos república. No evolucionamos, buscamos caudillos no líderes. Esa es una equivocación.
La ganadería debería ser una gran empresa y no lo es. Renovar los gremios es fundamental, no creemos que los ganaderos aboguen porque Fedegan, Unaga o Analac se acaben, el ruego es que se modernicen y piensen en el todo y no en una parte ¿puede eso lograrse con la dirigencia actual? Si se puede, que lo demuestren y si no, que a través de procesos democráticos se pongan a tono con el siglo XXI. Ya hemos transitado el 20% de este nuevo siglo y toda la discusión se centra en torno al manejo de los dineros parafiscales, no de servir a los ganaderos, tampoco de mejorar mecanismos de financiación, de crecer en uno o dos litros diarios la producción de la lechería doble propósito, de aumentar el consumo interno y tener una política de exportaciones que nos permita ser jugadores permanentes de leche y carne y hablar de la trascendencia de la sostenibilidad ambiental. Son muchos frentes y un solo tema sobre el cual se centran los debates: La Parafiscalidad. Eso es una vergüenza.
Analac necesita salir de sus dificultades financieras. El ministerio, debería encontrar la manera para que tuviera un respiro a través de un préstamo no reembolsable, de un aporte de los dineros parafiscales (si es que acaso se puede) de un contrato de asesoría técnica, en fin, hay muchas formas de hacerlo. Lo que no es aceptable, es que el gremio más antiguo de la ganadería tenga como principal propósito subsistir y no liderar y desde luego controvertir sin la posibilidad que sean chantajeados. La única manera que hasta ahora han encontrado para financiarse, es que, con la autorización de los ganaderos, la industria les retenga un peso por litro y se los entregue al gremio. Eso está bien, pero no va a ser suficiente. ¿Cómo hacer para que por ejemplo emprendan una gran campaña para aumentar el consumo interno? o ¿apoyen que no se puede continuar agregando lactosueros a las bebidas lácteas sin incluirlo en las etiquetas? o ¿creen un gran tanque del pensamiento para modernizar las fincas lecheras? Sin presupuesto ¿Cómo pueden ir a aprender con los mejores del mundo? O enviar a gentes a estudiar afuera, de pronto ayudar a mejorar los programas de formación. Eso por el lado de Analac.
En el caso de Fedegan nos preguntamos, ¿han pensado en pensar diferente? ¿Por qué les atormenta cambiar? ¿Cuál es la razón para no ser incluyentes? ¿Se dan cuenta que sus aportes a la ganadería dejan mucho que desear?
Salgámonos del siglo XX, ingresemos al XXI, dejemos a un lado pensamientos arcaicos y vamos todos a trabajar en equipo. Demogan está listo a seguir un líder que nos asegure modernidad y democracia.