sábado, 11 de junio de 2016

Demogan Aun Falta Mucho Por Hacer

Sin duda, cuando hace 10 años los “progenitores” de Demogan iniciaron su trabajo, con el único propósito que les permitieran representar un grupo muy grande de ganaderos en la junta de Fedegan, no imaginaban que fuera a tomarles tanto tiempo. Vale la pena recordar los nombres de estos visionarios: Jorge Castro Bucheli, Heraclio Guevara Sandoval, Alberto Castillo Losada, Benjamín Quiñonez Mera, Ignacio Alvira Echandía y algunos otros que se me escapan.
Luego en junio de 2011, durante el AGROEXPO de ese año, el número se amplió a 203 asistentes. Por exigencia de quien en ese momento fungía como el todo poderoso de la ganadería colombiana, se nos prohibió utilizar las instalaciones del recinto ferial. Eso no lo deben olvidar los ganaderos que hoy escuchan la plañidera de alguien que nunca aceptó los derechos de la disidencia, y solo acepta que el disenso es válido si nace de sus privilegios. El día que fuimos expulsados de CORFERIAS, muchos de los asistentes, decidimos que no aceptábamos imposiciones de nadie. Y en ese momento con el nombre sugerido por Roberto Tatis (DEMOGAN) y dos de los tres principios tutelares de nuestro movimiento (UN GANADERO UN VOTO, NO A LA PARAFISCALIDAD SIN REPRESENTACIÓN) propuestos por Alberto Castillo, iniciamos un camino que solo le daba luz, los exabruptos permanentes del gerente de Fedegan. Sin duda fue de la mayor importancia que el ministro Juan Camilo Restrepo apoyara esta “quijotada”.
Hoy, luego de cinco años, hemos avanzado. Sin embargo falta mucho por hacer. Empezando, porque debemos “DESFEDEGANIZAR” la discusión. No vale la pena que continuemos girando alrededor de un gremio, que a partir de la comunicación de GANACOR, cuando se atrevió a manifestarse, aparecieron muchos otros corroborando la necesidad que sea retirado el actual gerente. Demogan no puede ni apoyar ni oponerse a esa lícita solicitud, sencillamente porque esa federación es privada y no pertenecemos a ella, especialmente luego que le fuera retirado el manejo del Fondo Nacional del Ganado (FNG) a donde aportan la mayoría de los ganaderos de Colombia. Ese fondo necesita ser legitimado, nombrando una junta que represente a los grabados. Este es otro de nuestros empeños, y el movimiento está trabajando. Que unos quieran continuar con Fedegan, no es algo que nos resulta prioritario; lo respetamos, no lo cuestionamos, y anticipamos que probablemente algunos de los que pertenecemos a Demogan no nos interese afiliarnos a ese gremio.
Otro de los objetivos, es que en nuestro movimiento (Ya hemos recibido varias comunicaciones para que nos transformemos en gremio) confluyan no solo ganaderos, sino industriales y proveedores. En la ganadería, está representada Colombia, por eso decidimos desde cuando tomamos las riendas, que no éramos excluyentes, sino todo lo contrario. En Demogan hay lugar para todos. Eso no quiere decir que estará desprovisto de desacuerdos profundos, de ninguna manera. Pero es que la democracia no es otra cosa que el culto al desacuerdo; eso es lo que la hace única y sin duda muchas veces compleja de seguir. No podemos no aferrarnos a ella, es nuestra razón de ser; por eso mismo tienen cabida y deben tener representación, los pequeños y los grandes ganaderos, desde luego con hoja de vida y sin prontuarios.
No podemos excluir a quienes no han podido pagar sus préstamos, eso no los convierte en malas personas ni en malas pagas, eso nos exige entender mejor nuestro negocio, para ver de qué manera lo hacemos rentable para todos.
La ganadería continúa sin definir una política ganadera entendida por todos. Que quienes estén en ella (Insistimos: productor, industrial y proveedor) participen con propuestas que generen abundancia, ideas que nos permitan ser protagonistas de la seguridad alimentaria no solo del país sino del mundo. Y es allí precisamente donde llegamos al equinoccio, al momento donde se encuentran las estaciones: invierno y primavera; llegamos a la obligación que tenemos de exportar y generar divisas, que debe ser una máxima del campo. Para eso necesitamos ser competitivos y no lo vamos a lograr si no entendemos todas nuestras posibilidades y debilidades, si no participamos de un trabajo creativo, renovador, que revitalice al ganadero, que permita que el gobierno entienda que no es a partir de altas tarifas de energía, catastrales y sin carreteras que el hombre de campo puede proyectar a Colombia al exterior.

Como ven, nos falta mucho, estamos trabajando en los que enumeramos y muchos otros frentes, por eso les pedimos que centremos nuestro trabajo, el pasado cada cual lo calificará, nosotros simplemente intentamos entenderlo con el propósito de construir futuro. Y desde aquí, volvemos a recordarles a las autoridades la urgencia de hacer un gran acuerdo para la prosperidad ganadera que encaje en la nueva realidad del país.           

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