sábado, 5 de diciembre de 2015

Demogan Afectación de las vacas de leche en el trópico por altas temperaturas y altas humedades


Solo a mediados del siglo pasado empezamos a conocer en la comunidad científica americana resultados de investigaciones formales sobre el conocimiento   de los requerimientos ambientales de los animales para poder expresar eficientemente su potencial productivo y  el papel de la Ingeniería Agrícola en la solución adecuada de estos requerimientos. Fue gracias a investigadores  tan importantes como Max Kleiber y posteriormente Merle L. Esmay que tuve conocimiento de sus trabajos y de sus propuestas  en los Estados Unidos. La vida profesional me llevó por otros caminos, pero siempre he tenido  interés por la Ingeniería Agrícola y por el negocio ganadero.    
Hoy en Colombia nos enfrentamos al cambio climático y sus graves consecuencias,   a los veranos e inviernos prolongados, sin haber resuelto previamente una estrategia de manejo, de alimentación y de generación de nuestros ganados  desde el punto de vista de la Ingeniería para proteger la producción y el ingreso de los ganaderos. Todavía no tenemos claridad sobre qué hacer.
Reconozco que puedo estar equivocado con estas apreciaciones, pues no soy cercano a las Facultades de Ingeniería Agrícola Colombianas y sus trabajos, pero me atrevo a decir estas cosas, porqué si veo la realidad en nuestras explotaciones y la falta de rigor científico que llevamos los ganaderos con la mayoría de nuestras explotaciones y sus resultados.
Un poco de principios sobre  ambiente animal.
Las vacas de leche presentan en su fisiología unas condiciones que podríamos llamar ideales para la producción. Los especialistas en esto de la adaptación ambiental definen un índice conocido como THI o DI, índice de Temperatura-Humedad o Índice de Incomodidad Ambiental, que considera la Temperatura de bulbo seco y la Temperatura de bulbo húmedo en su definición. Inicialmente, por allá en 1960 se consideraba un índice aceptable en vacas Holstein menor o igual a 75, como índice máximo de Incomodidad Ambiental. Hoy se considera que el Índice  de Incomodidad Ambiental debe estar por debajo de 68. Esto quiere decir que la temperatura máxima que soportarían las vacas Holstein para ser productivas sería de 20°C. La Humedad Relativa también cuenta y  debería estar entre 50 y 80% para tener un ambiente óptimo de producción. Condiciones de humedades  extremas, por encima o por debajo de esos valores a la misma temperatura, son también posibles como límite óptimo de producción, pero requieren manejos especializados en alimentación y ambiente para conseguir buenos resultados (1, 3, 7). Desgraciadamente no conozco los Índices de Incomodidad Ambiental para vacas cebuínas, pero la experiencia nos demuestra que debe ser mucho mayor que el definido como ideal para el ganado Holstein, teniendo en cuenta su comportamiento ante los ambientes extremos de calor y humedad.
Ya nos pronostican también los investigadores especialistas en el cambio climático, que en los valles interandinos y en muchas de nuestras llanuras la temperatura promedia subirá antes de 5 años en por lo menos 2°C como consecuencia de los efectos del cambio climático. Grave para los ganados que no tengan en su formación una respuesta genética a estas condiciones extremas. También grave para los ganaderos que no  se preparen para enfrentar estas nuevas realidades. (2, 4, 5, 6).
Efectos  de las condiciones extremas de Temperatura y Humedad
Cuando las vacas lecheras se enfrentan a estas condiciones que superan el Índice de Incomodidad Ambiental de  68 presentan otros síntomas claros de desadaptación que llegan en algunos casos a comprometer la supervivencia del animal. Algunos síntomas son los siguientes:
Temperatura corporal por encima de 39°C,  aumento en el consumo de agua en más del 50% del consumo normal, disminución en el consumo de alimentos durante el día, disminución en la eficiencia alimentaria y disminución en la absorción de nutrientes. Vacas expuestas a estrés calórico aumentan el conteo de células somáticas y bacterias con disminución del contenido de grasa y de proteína. Dependiendo de lo extremo de las condiciones, la producción de leche  llega  a disminuir hasta  un 60% y en algunos casos extremos de altas temperaturas y humedades en  el ganado cebuíno se presenta  terminación completa de la lactancia, antes de lo esperado. Las tasas de concepción disminuyen en hasta un 20% y aumentan las incidencias de mastitis, problemas respiratorios, retención de placentas y problemas respiratorios. Las longitudes esperadas de las gestaciones también cambian. Para terminar los  terneros expuestos al estrés calórico durante  los últimos 45 días de gestación presentan  menores pesos al nacimiento, menores ganancias de peso y se deprime su sistema inmune. (8).
Estrategias de mitigación
Para disminuir esta situación de tragedia al cual se enfrenta el ganado en el trópico durante los veranos extremos podemos ayudar arborizando las fincas y creando sistemas de ventilación natural en los corrales con un diseño apropiado. Cada finca requiere una estrategia definida. Debemos hacer ajustes en la alimentación, en el manejo y en la recuperación de las praderas  y en las densidades de los lotes que se manejan en los potreros y en los corrales. (4)
Más importante que todo esto es la planificación en el diseño y desarrollo de nuestras  haciendas. Tamaño del hato en ordeño, localización y diseño de  corrales y sitios de ordeño, selección de pasturas y leguminosas a utilizar, tamaño de  potreros, vías de comunicación internas,  entrenamiento del personal para el manejo adecuado de los ganados, disponibilidad de fuentes de agua, estrategias de alimentación, son factores que muchas veces no analizamos ni oportuna ni eficientemente.  En la mayoría de los casos esta planeación inicial no se realiza y con el tiempo nos damos cuenta  lo costoso que es para la finca no haber dispuesto de un tiempo para la planificación  de la operación que nos permita manejar racionalmente los ganados y  las personas que responden por  la explotación. (4, 7) 

Obviamente, las condiciones ideales de Temperatura y Humedad expuestas en párrafos anteriores  no son las condiciones que encontramos en nuestros trópicos. En el trópico bajo las temperaturas llegan en los veranos extremos a más de 40°C y en el trópico medio hasta 35°C. Las humedades relativas también es necesario considerarlas. Todo esto genera un ambiente hostil, que los ganados Bos Tauros  no pueden resistir.

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