A falta de
pan, buenas son tortas.
En vista que
el Ministro de Agricultura no ha tenido tiempo para agradecerle a los
agricultores y ganaderos del país, hemos tomado la iniciativa en Demogan sin
pretender tener la vocería, de agradecerles a nuestras gentes del campo su
trabajo incondicional.
Aclaramos
que en nuestro sentir nadie tiene esa vocería; ese es un honor que exige estar
por encima de las vanidades y con el compromiso de servirles a los 11 millones
de hombres, mujeres, jóvenes y niños que habitan nuestra olvidada, pero siempre
comprometida periferia.
No se nos
escapan los miles de camiones que recogen en las fincas y por carreteras que
olvidaron su nombre, la leche, llevan y sacan insumos, novillos, vacas, toros a
los frigoríficos, papa, hortalizas frutas y toda la cornucopia de nuestro agro.
Cada uno de estos laboriosos compatriotas son héroes anónimos de esta pandemia.
El campo no
se ha entregado. Ojalá el presidente en alguna de las tardes donde hace
anuncios intentando tranquilizar al país inmóvil, le haga un reconocimiento a
los siempre activos y presentes campesinos; ojalá también les pidiera a los
banqueros, que cuando un paisano, llegue a sus puertas herméticas y selladas
para los créditos del campo, les abrieran así sea una hendija.
La banca no
está comprometida con el campo, porque no lo entiende. Esta pandemia solo les
ha servido para aumentar sus utilidades (no sus negocios) aumentar su distancia
con el campo y creer lo que muchos piensan que sucede: que la leche viene de
una caja de Tetrapack.
En el pensum
de educación falta una materia que es urgente incluir, que si tuviéramos un
ministro de agricultura la propondría: Enseñar campo, agro, finca, árbol, vaca,
gallina, cerdo…enseñemos que gracias a los que están en esas regiones remotas,
los que estamos aquí nos alimentamos.
Las
utilidades de la banca en el 2019 fueron de COL $11 billones y entre el primer
banco y el segundo lograron el 52% de las utilidades; ¡¡¡Bien por ellos!!! Por
esa razón les proponemos que, dada su indiscutible capacidad para hacer
negocios, hagan una propuesta imaginativa para que el campo asegure la
alimentación de todos y genere divisas. Podrían empezar, creando una línea de crédito
para la tecnificación del campo, darles a los campesinos educación digital, que
inevitablemente les va a revertir, pues un campo educado, mejora fincas, genética, maquinaria, energía, transporte, semillas, nutre cosechas. Lo propuesto es una estrategia de mercadeo, no un gasto.
No solo es
un esfuerzo de los bancos. La telefonía móvil, tiene un espacio muy grande,
pues en el momento que nuestras redes queden con tecnología 5G (se está
trabajando en ellos) se aumenta en 2,6 veces el tráfico. Los invitamos a que
inviertan en planes de comunicación para los campesinos. Ya en este momento y
sin tecnología 5G, los datos móviles se deben aumentar 3,5 veces; existiendo
una diferencia, es que los datos para el campo se transforman en nutrición.
Nada le
pedimos al gobierno, sabemos que están saturados con el Covid.
Al sistema
financiero y al de datos móviles, les proponemos que su plan de mercadeo
incluya al campo. Nuestra propuesta se convertiría en un círculo de eficiencia,
productividad y bienestar para nuestros campesinos. Esta es la manera que puede
el país agradecerles por su compromiso silencioso e incondicional.
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