Desde
Demogan, hemos venido dando la batalla contra la desinformación de las etiquetas
en algunas de las marcas de lácteos. Para ser equilibrados, consideramos que
TODAS, deben ser investigadas. Cuando se investiga un hombre o una empresa
honesta, estas salen fortalecidas: “Al único que no le molesta que le pidan
cuentas, es al hombre honesto”
Para
empezar, la leche, no tiene sustitutos. No hay leche pura, solo leche. Sin aditivos
ni agregados. La leche en los países éticos, ni se les agrega, ni se les quita
NADA.
Conste que
no hablamos de países desarrollados, pues algunos de ellos, exportan su comida
chatarra a países pobres.
Agregarle
lactosueros a la leche y no definirla como un bebedizo diferente a leche
es engaño, corrupción, comida impropia para niños y adultos, si no se denuncia
en la etiqueta, eso es, lo que en realidad es.
¿Qué podemos
esperar si una votación inédita contra la corrupción, de 11’674,951 votos, no
fue tenida en cuenta? Nos hemos puesto a pensar, que, si semejante mandato no
se honra, dejamos de ser democracia para convertirnos en una tiranía que ni la
ciencia política, el diccionario o los gobernados, han definido antes, y que nosotros
nos atrevemos a definir como: “Tiranía Parlamentaria” que no tiene en cuenta a
quienes representan. Los corruptos, continúan sin decir lo que contiene aquello
que envasan, pues están alineados con la nueva tiranía.
La tenaza de
los que burlaron a casi 12 millones de ciudadanos, creará una nueva pandemia:
la de la corrupción.
Los “Padres
de la Patria” tampoco tuvieron en cuenta la “Ley de la Comida Chatarra” los
entendemos, probablemente legislar contra uno mismo está prohibido por la ley.
Comida
basura. ¡Dios que pavorosa expresión! Mientras millones se mueren de hambre, el
mundo se atreve a crear esa extravagante definición para un tipo de comida.
Los lecheros
de Colombia, no tienen la manera de embazar sus productos. Imagínense, no les
alcanza para alimentar sus vacas, ahora para comprar lactosueros y rendir la
leche. Adicionalmente, las empresas pasteurizadoras serias, si sus proveedores
llegasen a adicionar cualquier líquido extraño, se darían cuenta y muy
probablemente, dejarían de comprarles o los deméritos en caso de seguir, serían
muy difíciles de asimilar por el ganadero.
Las
industrias lácteas son en su gran mayoría profesionales y no se pueden dar el
lujo de cohonestar ningún delito, pues con seguridad tienen más que perder que
ganar.
Les comparto
algunos costos para que cuando ustedes vean en el supermercado una leche de
bajo precio no solo se pregunten si la leche viene directamente de la vaca,
sino quien está asumiendo las diferencias:
Precio leche cruda puesta en finca $1,070
Mano de obra y transporte $
177
Valor empaque (bolsa) $
90
Gasto operativo para la producción $
647
Pérdida promedio leche (1,25%) $ 14
Costo producción en fábrica $1,998
Falta la
llevada de la leche hasta el consumidor. Y claro, la utilidad de la industria y
el supermercado.
¿Tienen
presentación las leches con precios al público de $1,400 hasta $1,900 el litro?
Recuerden, esas leches no se presentan en bolsa sino en caja de cartón
Tetrapack que es más costosa que la bolsa, y no solo eso, sino que quien empaca
debe comprar una máquina costosa que la misma fábrica suministra.
El daño a
los lecheros, destruye al campesino y por ende nuestra seguridad alimentaria.
¿Cuántas veces
más será necesario denunciar? ¿Esta es parte de la pandemia de corrupción que
empieza a inocular el país?
No hay comentarios:
Publicar un comentario