El 17 de
mayo, en una finca en la vereda San Rafael, del municipio de la Calera, se
sacrificaron tres animales. Hacemos eco a esta noticia pues los dueños de la
finca, son pequeños ganaderos, para quienes la pérdida representa una
afectación importante de su patrimonio.
El abigeato,
a pesar de la nueva ley que se sancionó el 28 de diciembre de 2018, sigue
rampante en muchos municipios. Lamentablemente, cuando los ganaderos denuncian ante
las autoridades civiles y de policía, la respuesta es muy pobre, dejando un
manto de dudas y frustración con los finqueros.
En el 2016
escribimos un largo artículo donde ofrecíamos algunas propuestas para intentar
atacar este delito.
Debemos
compartirles que, en el caso de La Calera, la policía está enterada del hecho y
adelanta las pesquisas para dar con el paradero de los matarifes de finca. Adicionalmente,
nos informaron que en lo que va corrido del año, se han registrado dos delitos
de abigeato en ese municipio. Aprovechamos desde luego para agradecerle a la
policía que nos compartiera los pormenores de este hecho.
Hasta no
comprobar es nuestra política, no publicar nada, pues en el pasado, nos han
asaltado en nuestra buena fe. La importancia de las redes sociales, queda
desvirtuada cuando se utiliza para distorsionar la información.
En 1957, al
Coronel® Eduardo Román Bazurto, le pidió el presidente Alberto Lleras
Camargo que fundara en Casanare, el DAS rural. Posteriormente, durante la
presidencia de Álvaro Uribe, le solicitaron que se refundara este cuerpo para
intentar ponerle coto al problema. no se hizo, desconocemos las razones.
La policía
tiene muchos frentes de acción, sin embargo, preguntamos si vale la pena volver
a tener este cuerpo, para darle más seguridad a los ganaderos. Esta división
policial, tendría que estar en muchos lugares de Colombia, pero creemos que es importante
darle un nuevo impulso al tema. El dinero que se pierde por robo y sacrificio
de ganado en las fincas es muy grande. Con seguridad los ganaderos agradecerían
el gesto. La impunidad, engendra violencia. El antídoto es claro: Un cuerpo
policial y de inteligencia especializado.
A quienes
esto lean, les pedimos que nos denuncien los casos que hayan sucedido en su
región, pues es importante llegar al gobierno con una cifra aproximada de
carneo y abigeato. Pesamos que una vez, logremos valorizarla, nos sorprenderá a
todos. Con seguridad la policía tiene una buena parte de esos datos.
Transcribimos la respuesta de la inspectora de un pueblo del
Meta, que compartimos en nuestro escrito del 2016, que permite entender el tema: "le recibo el denuncio que queda en esta oficina
como estadística, igual que todos los que este año y anteriores que se han
recibido, porque no hay nada que hacer". La policía muy atenta dijo, ya
puso el denuncio, nosotros no tenemos unidades para el caso. El ejército
igualmente lleno de voluntad de servicio, ofreció una camioneta, “si la
comunidad paga $4.500.000 para repararla y que salga a patrullar. Pero no hay
gasolina ¿y los viáticos del personal? "
No era y
continúa sin ser aceptable las respuestas que recibió en ese momento el
ganadero que puso la denuncia.
Para
terminar, repetimos las propuestas que en su momento se hicieron, esperemos que
las autoridades se manifiesten:
1,
Formación de un cuerpo de inteligencia rural especializado (como fue el Das
Rural) dedicado y bien dotado para la prevención y control del abigeato y atracos
a residencias en finca con recursos apoyado del presupuesto de cada municipio
proporcional al de seguridad según la población que debe atender, con
veeduría de las organizaciones locales de ganaderos.
2.
Retenes de control móvil, en lugares estratégicos coordinado con los propios
ganaderos durante las 24 horas del día.
3.
Control serio de los documentos, carnet de ganaderos expedido por el ICA, a
quienes vacunan. Marcas en el ganado, papeleta de propiedad. Guía de
movilización.
4.
Controles al transporte y expendios de carne, degüello, licencia de fama y
venta de carne, matadero donde se sacrificó el animal.
5.
Régimen sancionatorio por penas en delitos comprobados, y sanciones económicas
hasta el decomiso de bienes mal habidos.
6.
Prohibición del sacrificio de semovientes por fuera de los mataderos
autorizados.
7.
Programar, financiar y desarrollar proyectos de mataderos por regiones
limítrofes que presten el servicio a varias cabeceras sin mayores distancias de
transporte, en condiciones de higiene básica y segura.
8.
Mejores medios de comunicación y estrategias programadas entre la población
afectada y las autoridades de control.
9.
Conciencia del cumplimiento del deber de los funcionarios encargados del
control y de la autoridad en la aplicación en de las penas y sanciones en
general.
10. Saber
que el sector rural también existe y tiene derechos como el derecho a la vida,
el trabajo y la propiedad.
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