domingo, 30 de octubre de 2016

Demogan Democracia y Demagogia se escriben con D

Los políticos son capaces de crear frases a partir de pleonasmos y quedar tan tranquilos: “Democracia Participativa” o “La demagogia de los halagos falsos”
La demagogia la utilizamos (Todos en algún momento lo hemos hecho), para decir lo que la gente quiere escuchar.
Al contrario, la democracia en su esencia, es para escuchar la mayor cantidad de opiniones, debatirlas y por último tomar decisiones.
La demagogia trasciende, cuando la democracia es débil, cuando el interlocutor no lo educamos, es el opio de la democracia y solo se mantiene durante poco tiempo, la demagogia es la alternativa fácil que tienen los que no entienden la patria, cuando se alinea con el populismo, cuando apela a los prejuicios.
El ejercicio de la democracia es largo, casi eterno, no termina, desgasta y hasta los que creemos en ella, terminamos odiándola cuando prevalecen las ideas de las mayorías. Mayoría en democracia es a partir de un voto bien ganado, cuando no hace parte de componendas y mentiras infames. Efectivamente, la democracia es una de las maneras que tenemos los ciudadanos para desentrañar verdades. Importante advertir que tal y como nos enseñó un maestro, la verdad es apenas un instante, solo los principios son inamovibles.
La democracia, debe estar blindada por esos principios: derecho a la vida, debates fundamentados en la verdad conocida, respeto por las ideas ajenas y algo que debemos evitar para que no distorsione la pureza de esa quimera, la democracia no debe buscar a toda costa el poder ni los privilegios, sino que las ideas de las mayorías prevalezcan; y si por casualidad, eso coincide con las nuestras pues santo y bueno, pero no podrá el verdadero demócrata, utilizar artimañas de ninguna índole para hacer triunfar sus posiciones.
Lo anterior ¿suena a nuestra democracia? No siempre.
Son tan confusos los conceptos, que muchos nos preguntan si fue que matamos el tigre y nos asustamos con el cuero. Aclaramos: ni matamos el tigre, ni nos asustamos con el cuero.
Como les consta a quienes nos siguen, venimos pidiendo que sean los ganaderos quienes decidan, quién debe manejar el Fondo Nacional del Ganado (FNG)
De igual forma, los ganaderos previo se refuerce el entendimiento de los peligros sanitarios a los que está expuesta la ganadería, y la obligación de vacunar, puedan ellos opinar, si la venta de los biológicos de aftosa y brucella, deben o no ser manejados por los laboratorios,  o por instituciones como el ICA. Sin duda  el debate es largo y desgasta. A su vez no consultar con la base, no es un procedimiento incluyente, y por lo tanto, DEMOGAN no puede estar de acuerdo.
A Fedegan le retiraron el manejo del FNG, entre otras razones, por no poder demostrar que es un gremio incluyente. De ahí que en el caso hipotético que el actual gerente y su junta, se retiren, pensar que de manera automática, pueda entregársele de vuelta la administración del fondo y la campaña contra la aftosa y la brucelosis, no es aceptable. Se puede acceder, en el caso que los ganaderos de Colombia tengan la posibilidad de votar. Si así fuera, nosotros trabajaríamos previo un debate interno, o para apoyar un gremio, o ser nosotros esa posibilidad.
También hemos escrito, que no es nuestro interés manejar la parafiscalidad; lo reiteramos, sin embargo, estaríamos listos a debatir nuestras ideas de cómo deben ser manejados esos dineros y en caso de no presentar nuestro nombre, apoyaríamos a quien de manera genuina, acoja al menos los siguientes planteamientos, que son en nuestro concepto la base del desarrollo ganadero: Ser un gremio democrático, que entienda que esos dineros serán invertidos en: sanidad, aumento del consumo, investigación, exportaciones y en la promoción de soluciones crediticias y sociales. Además, que la conformación de la junta no permita que grupo alguno prevalezca (La anterior junta, los representantes de las cooperativas, Fedefondos etc. salían de la junta de Fedegan) que no impere el clientelismo y que cada cuatro años (no cada 10 años) se vote para cambiar o permitir que continúe la administración del momento, hasta por un máximo de tres veces.
Haber permitido una sola voz que suponía interpretaba el pensamiento ganadero, no era democracia, era demagogia, pero ambas se escriben con D.

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