La leche la producen empresarios del campo y está amenazada. El último de los misiles es la leche sintética, elaborada a partir de biotecnología, con levaduras modificadas. Esta es una “Anti-Solución” y una amenaza para nuestro campo. Compartimos algunas razones.
Hoy nuestros
lecheros han podido estabilizar sus ingresos por cuenta de los diferentes
factores que agitan al mundo. Gracias a “don” mercado nuestros 330.000 predios
han logrado que compren su leche sin mayores altibajos, eso ha
fortalecido la industria que es aliada obligada de esa prosperidad y desde
luego a un millón de empleos que se generan en el campo (Solo con papá, mamá y
un hijo que trabajen en la finca llegamos a esa cifra). Hemos repetido una y
otra vez que el único producto del campo que genera ingresos de manera regular,
aun en las peores recesiones, es la leche.
Ese
bienestar puede verse afectado por cuenta de un producto que se elabora en un
laboratorio poniendo a trabajar las levaduras. Eso tendría consecuencias
también para los industriales, pues les arrebataría una de sus fortalezas que
es lo crean o no, el acopio, que en un país como el nuestro exige valor,
coordinación, compromiso con la calidad de cada finquero al que le recogen su
leche, le da trabajo a muchos transportadores, que derivan su sustento del
cumplimiento de esas industrias que algunos critican.
La leche se
ve amenazada por el poco interés que muestran las nuevas generaciones en continuar
con el legado de sus mayores.
Es un
trabajo agotador, donde los extremos son pan de cada día: frío, calor, granizo,
tormentas, se fue la luz, llegó el recibo, no vino el ordeñador, se inundó el
potrero, no hay agua, se enfermó la vaca, no llegó el veterinario, el camión de
la leche no pasó por cuenta de un derrumbe.
¿Quieren
más? Pues les tengo más, nos visitaron los “muchachos” que nos “cuidan” para
decir que los costos de nuestra “seguridad” subieron, que la paz total es un
cuento, que el hambre sigue, que en diciembre necesitan que les regalemos un
ternero para sacrificar, que necesitan transporte, que no hay escuelas, que sus
hijas no pueden ir en bicicleta hasta el pueblo.
El homenaje
a los productores de este líquido de vida, que alimenta de manera TOTAL, debemos
hacerlo de manera permanente.
Decirles que
van a darles créditos con subsidio es insultarlos, pues ellos con su trabajo
subsidian la economía, dándonos seguridad alimentaria, así que no hablemos de
rebajar intereses, sino que los préstamos reflejen el compromiso con el campo.
Cada finca
que se cierra mata las esperanzas de una familia, eso está sucediendo en Europa,
donde la pugna no es por los precios, sino por más leche, pero los productores
se envejecieron y ya no hay quien ordeñe, llegando a una sin salida, donde las
industrias empiezan a cerrar por falta de leche, y los productores con una
pequeña parte de los problemas de los nuestros, sacrifican sus animales y
venden sus tierras para urbanizar.
Desde
Demogan hacemos un llamado a que todos juguemos en equipo, desde el consumidor,
pasando por el proveedor de insumos aterrizando en los industriales. Lo crean o
no, es la única manera y recuerden que la ganadería es pasión, es entrega, es
ciencia, es estudiar todos los días para mejorar a Colombia de manera continua.
Otro día
hablamos de carreteras.
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