domingo, 12 de diciembre de 2021

Demogan El Cambio Climático y Nuestra Pasividad

Un miembro de la tribu Tuareg en el desierto del Sahara decía: “los blancos, se enteran de que algo existía cuando desaparece, no saben estar solos para intentar encontrase, sueñan con llegar a ser, en lugar de ser, miran la televisión y no las estrellas, piensan que llegar a la meta es el objetivo, cuando en realidad en nuestro pueblo todos los días debemos llegar a metas diferentes buscando agua y pasturas, ustedes tienen reloj, pero no tienen tiempo”

Sabiduría similar tienen nuestros campesinos y pescadores. El mundo se seca, el paisaje desaparece y nuestras prioridades no cambian.

La semana pasada compartí un cuadro del Banco Mundial sobre la afectación de CO2 equivalente en 12 países.

País

CO2 (Ton)

Habitantes

Ton Per Cápita

 %

                        Mundo

  34.041.046

China

  10.313.460

  1.414.000.000

7,29

30,30%

USA

    4.981.300

     330.000.000

15,09

14,63%

India

    2.434.520

  1.380.000.000

                  1,76

7,15%

Rusia

    1.607.550

     146.000.000

                11,01

4,72%

Japón

    1.106.150

     126.000.000

                  8,78

3,25%

Canadá

       574.400

       38.246.108

                15,02

1,69%

México

       472.140

     128.000.000

                  3,69

1,39%

Brasil

       427.710

     213.000.000

                  2,01

1,26%

Argentina

       177.410

       45.000.000

                  3,94

0,52%

Chile

          86.620

       19.458.000

                  4,45

0,25%

Colombia

          79.490

       50.372.000

                  1,58

0,23%

Perú

          54.280

       33.000.000

                  1,64

0,16%

 

Llevo varios años denunciando la grave crisis de este fenómeno que se ha acelerado por cuenta de nuestro paso por la tierra. Muchos escépticos no creen en la gravedad del asunto.

Algunos niegan el problema. Sin embargo, diferentes estudiosos lo ratifican. Hace 40 años un científico de EXXON conectó los puntos entre combustibles fósiles y CO2 equivalente. Desde luego el estudio no tuvo eco porque esa compañía no estaba interesada en profundizar los datos que son similares a las conclusiones de Paris y Glasgow.

La paradoja del Tuareg se repite, nos vamos a dar cuenta cuando no quede agua ni oxígeno.

Según John Doerr de Kleiner & Perkins, en su último libro: “Speed & Scale”: “La crisis climática, deja relegadas todas las otras crisis”, mientras que nuestra capacidad de resolverla se disminuye el desmantelamiento de la naturaleza se agiganta.

Invertir en el planeta es la propuesta de las empresas que entendieron la urgencia de no permitir que el planeta se nos acabe.

Si se cumple con los compromisos del COP 26 las proyecciones optimistas prevén que la temperatura del planeta se incrementará en el 2050 en 3.1°C, no en 1.5°C. Doerr sugiere que debemos aumentar la velocidad de las mejoras y hacer propuestas a gran escala.

Advierte que ni la rabia, tampoco el desespero o perder la esperanza va a ayudar, debemos fijar objetivos realizables y claros, sin olvidar que medir es lo que cuenta.

Formula las siguientes preguntas: ¿tenemos tiempo suficiente? 0jalá, ¿tenemos margen de error? NO, ¿tenemos dinero? advierte que vamos a tener que desviar los trillones que gastamos en energía sucia, para invertirlos en energía limpia.

Una historia increíble: en mayo de 1942, luego del ataque a Pearl Harbor, el presidente Roosevelt escribió la agenda de la guerra en una servilleta y empezó diciendo: “Primero, ganar la guerra (evitando la complejidad y los detalles inútiles) Mantener 4 territorios, Australia, India, Persia y Egipto. Atacar Japón. Derrotar a los nazis en la Francia Ocupada, de esa manera les dio claridad a todos. Esta servilleta solo se vino a conocer en el 2000, cuando desclasificaron, documentos de la segunda guerra.

El símil resulta adecuado. Solo tenemos la servilleta para escribir el compromiso que vamos a adquirir con el planeta, si lo prefieren con el hogar que hemos recibido de Dios.

No se trata solo de la ganadería o de la indiscutible contaminación de nuestros ríos, en especial el Magdalena, se trata que cada uno de los inquilinos que hoy posamos de ser amos y señores de la tierra, firmemos un compromiso en conciencia donde reconocemos con humildad que esto va a quedar peor cuando nos vayamos que cuando llegamos y que a partir de hoy vamos a comenzar a defender nuestro hábitat con firmeza, ternura y todos los días.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario