lunes, 28 de septiembre de 2020

Demogan El INVIMA

Continuamos trabajando en el tema de los lactosueros, que no es un tema menor, los volúmenes involucrados oscilan según diferentes fuentes entre 91’250,000 litros al año y 371’000,000 de litros dejados de comprar a los ganaderos ($115 mil millones hasta $471 mil millones al año).

La razón para no poder precisar el volumen, son las pobres estadísticas con que cuenta el país; adicionalmente, en una práctica fraudulenta a nadie se le ocurre auto incriminarse.

Para reforzar nuestros números, solo contamos con la posibilidad de extrapolar información verificada y de allí derivar a una información no verificada.

El país cuenta con 3,600 industrias lácteas, que debemos cuidar, pues son estas las que nos permiten hacer que el hato ganadero crezca. Pensar subdesarrolladamente, es creer que podemos crecer sin el concurso de todos.

Cuando alguien utiliza lactosuero y lo menciona en los ingredientes que tienen sus productos finales, hace lo justo; con seguridad la gran mayoría de esas 3,600 industrias, proceden correctamente. Así lo creemos todos.

De igual forma lo considera el INVIMA: El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos. 

Tal y como nos lo ofreció el doctor Carlos Alberto Robles, director de alimentos y bebidas, pudimos tener una primera reunión con el excelente equipo técnico del instituto, que es de lujo. Nos compartieron información sin cortapisas, pudiendo hablar con total libertad, y con la promesa de volver a reunirnos en el mes de noviembre cuando tengamos la posibilidad de visitar sus laboratorios.

Les compartimos algunos datos básicos de esta institución: 1,179 empleados, 11 oficinas, presencia en 4 puertos, 3 aeropuertos, 6 pasos de frontera, 8 grupos, 7 laboratorios, 79 procesos CERTIFICADOS, un presupuesto en el año 2020, de $196 mil millones de pesos, que pensamos no es suficiente, pues sus responsabilidades son muchas.

Luego de nuestra reunión, el doctor Robles nos compartió algunos temas que transcribimos:

El Invima optó por la implementación y validación de una metodología analítica de cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas que permite, empleando como biomarcador CMP (Caseinomacropéptido), para identificar la presencia de lactosuero en leche, lo que facilitará tanto al Invima como a las Entidades Territoriales de Salud y demás entidades de control, la toma de decisiones frente a las disposiciones de la legislación sanitaria vigente.

Desde otro frente, el Invima ha implementado estrategias de control sanitario para las importaciones de estos productos en puertos, aeropuertos y pasos de frontera. Así como, en las empresas de procesamiento de leche (higienizadoras, pulverizadoras y productoras de productos lácteos en el territorio nacional), con el fin de hacer seguimiento al destino y uso de las importaciones de leche en polvo, lactosueros en polvo y permeados desmineralizados de lactosueros y verificar bajo el enfoque de riesgo sanitario, que los mismos se ajusten a los requisitos sanitarios señalados en la reglamentación sanitaria vigente.

El Instituto verifica el cumplimiento de la reglamentación sanitaria para que la leche en polvo y lactosueros que ingresen al país se ajusten a los parámetros de calidad e inocuidad definidos en el decreto 616 de 2006 y sean equiparables con los productos de origen nacional.

Adicionalmente, considerando que estos productos también pueden ingresar al país de forma ilegal, el Invima a través de su Grupo Unidad de Reacción Inmediata – GURI, participa activamente en el control del contrabando en coordinación y apoyo con las autoridades competentes como la DIAN y la Policía Nacional, con el fin de trabajar de manera coordinada en la lucha contra este tipo de delitos.

Con estas nuevas herramientas el Invima en cumplimiento de su misión, refuerza sus actividades de inspección, vigilancia y control del sector lácteo, para garantizar la protección de la salud de los colombianos.

Están evaluando el contenido promedio de CMP (Caseinomacropéptido) de la leche UHT, que permitirá establecer indicadores y parámetros, útiles y urgentes para que los consumidores finales cuenten con leche de clase mundial.

Nuevamente debemos reunirnos en el mes de noviembre. Quedan por aclarar algunos temas que consideramos fundamentales:

1.   Costo de cada análisis.

2.   Número de muestras que pueden evaluar durante el año.

3.   Fecha exacta cuando se iniciarán estas evaluaciones.

4.   La estrategia para lograr el mayor cubrimiento.

Ellos tienen en su cronograma iniciar en el primer trimestre del año 2021. Esperamos que todos apoyemos esta iniciativa, es urgente contar con información que permita asegurar en primer lugar que la leche de nuestros ganaderos es la que consumen los colombianos y en segundo lugar que esa leche, tiene sus atributos intocados.

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