miércoles, 28 de marzo de 2018

Demogan La Hacienda San José en el Vichada


HACIENDA SAN JOSÉ
Un oasis en la altillanura colombiana
Por Jorge Ramírez Ocampo
14 de febrero de 2018
Del 2 al 4 de febrero de este año tuve el privilegio de visitar la Hacienda San José, en el corregimiento Nueva Antioquia, municipio La Primavera, departamento de Vichada.
La Hacienda San José es una importante empresa ganadera, liderada por Gabriel Jaramillo Sanínt, antiguo banquero profesional, que resolvió reinventarse a los 60 años.
La hacienda se compone de 8 propiedades, que suman cerca de 9,000 hectáreas, bajo una administración. Lo primero que se hizo, cuando se adquirieron las propiedades fue una planeación detallada de todas las actividades con base a una planimetría georreferenciada, análisis de suelos y todos los elementos necesarios para la preservación del medio ambiente. Se instaló la infraestructura, que incluye un sistema de decenas de kilómetros de vías en terraplén con excelentes drenajes, que se mantienen en buenas condiciones durante todo el año. Actualmente tiene un tapete de pastos de 5.100 hectáreas, en las que pastan 6.500 cabezas de ganado, con una densidad de 1.3 animales por hectárea. Debe tenerse en cuenta que en las sabanas de la altillanura la densidad normal es de un animal por cada 4 hectáreas. Esto representa un aumento de productividad de 5.3 veces. Además, en las sabanas de la altillanura sólo se cría y se levanta el ganado porque no son aptas para la ceba.

En el desarrollo de la hacienda está previsto instalar 2.500 hectáreas adicionales de praderas. Respetando siempre las matas de monte que hay en la hacienda y la fauna que crece allí pacíficamente. En la programación para los próximos años se ha diseñado la estrategia para llegar a 25.000 animales en esta hacienda, con una densidad de más de 3 animales por hectárea.
Para lograr este milagro en el breve período de 4 años se están utilizando las variedades de pasto humidícula, caymán, marandú y dictyoneura, que tienen alto contenido de proteínas. En el futuro se utilizarán también mombasa y zuri. Se comenzó con potreros de 30 hectáreas, pero se han ido reduciendo hasta el tamaño actual de 5 hectáreas, que es considerado ideal. Se ha instalado un sistema de cercas eléctricas, con energía solar y sus respectivas baterías. Así se ha logrado utilizar una cerca muy barata, con postes de madera inmunizada cada 100 metros y varillas de media pulgada cada 3 metros. Se utiliza una sola cuerda de alambre liso, de tal manera que no pase el ganado grande, pero los terneros puedan moverse con bastante libertad hasta antes del destete.
La siembra de estos pastos con semilla es sumamente costosa. Por eso se innovo con una tecnología para establecer praderas mediante la utilización de estolones, en forma mecanizada. Para ello se cortan los estolones con una guadaña y se recogen con un remolque que utiliza uñas que no dañan el estolón. Este mismo remolque se utiliza para distribuir los estolones en la pradera, con la ayuda de dos operarios que van sentados en su parte trasera. Después se pasa una rastra sin traba para taparlos. Así se logra sembrar hasta 10 hectáreas diarias, a la mitad del costo de la siembra con semilla. Al año de la siembra estas praderas quedan listas para su utilización.
Los potreros se distribuyen alrededor de sitios de descanso de 30 a 40 metros de diámetro, cuyo piso está afirmado para evitar el encharcamiento durante el invierno con un material que hay en la región que llaman ripio (una especie de recebo). En los sitios de descanso se han montado tanques de agua fresca con una capacidad de 11.000 litros de agua cada uno, alimentados con un acueducto subterráneo que cubre la totalidad de la hacienda. El agua de excelente calidad se extrae de pozos con bombas de energía solar. Además, allí se encuentran los saladeros. La formulación de la sal se hace periódicamente para cada conjunto de potreros, previo un análisis organoléptico de los pastos y de las boñigas para que la sal contenga el complemento nutricional requerido. Alrededor de cada sitio de descanso hay entre 8 y 16 potreros (los necesarios para completar una rotación).
La explotación se hace con rotación de potreros. Para determinar el número de cabezas que se deben utilizar en cada rotación, se hace un aforo de la pradera, mediante la medición de su altura y el pesaje del volumen de pasto por metro cuadrado. Las rotaciones se hacen cada 28 días, con el objeto de utilizar la pradera en su punto óptimo de contenido de proteínas y volumen de pasto. Este año se harán ensilajes de pasto para su utilización durante la estación seca.
En la técnica tradicional de explotación de praderas se suponía que el pisoteo del ganado compactaba el suelo y producía un hard pan que impedía la explotación eficiente. Además, era necesario renovar las praderas cada 3 o 4 años con altísimo costo. Pero, con la asesoría de los brasileros, se eliminaron estas costosas prácticas porque las raíces del pasto bien manejado y con las correcciones y fertilizaciones realizadas técnicamente, previo análisis de suelos realizados en laboratorios especializados, se mantienen y mejoran permanentemente los suelos. Así, la pradera se convierte en un cultivo permanente.
La variedad de ganado de carne que se ha considerado ideal para las condiciones de la altillanura es el ganado Nelore de ciclo corto. Este ganado es un cebuino originario de la India, que ha sido mejorado durante los último 20 o 30 años en Brasil con un cuidadoso proceso de selección genética. Los criterios para esa selección han sido la búsqueda de precocidad reproductiva, fertilidad y precocidad de desarrollo. Así se ha logrado preñar a las terneras de 10 a 14 meses y se ha reducido el ciclo de ceba a pasto de 48 a 24 meses.
En la mañana del 3 de febrero, cuando íbamos a desayunar a un potrero, vimos a Amalia, una de las profesionales que trabajan en la hacienda, que caminaba frente a 80 hermosas novillas que la seguían sin necesidad siquiera de llamarlas. Después, esas novillas nos acompañaron durante el desayuno y metían las narices en los platos… Naturalmente, esa mansedumbre, junto con la excelente nutrición, ayuda a que el ganado prospere rápidamente.
Para multiplicar esta raza, se comenzó seleccionando vacas donadoras excepcionales bajo criterios de fenotipo y genotipo. Los embriones extraídos y fertilizados con semen de los mejores toros de ciclo corto se implantan en vacas receptoras F1 Angus con Brahmán. Esto permitirá producir en Colombia alrededor de 1.000 animales Nelore de ciclo corto de excelente calidad para fin de este año y un rebaño de 5,000 matrices en el corto plazo.
Mientras tanto, para llegar rápidamente a una escala de explotación sostenible y rentable se ha adquirido ganado de la región. Este ganado blanco cebú sabanero se ha cebado con éxito, a pasto y sal mineralizada, dando una conversión en frigorífico del 56%. Los vientres de ese ganado se han cruzado, mediante inseminación artificial con ganado Angus, con muy buenos resultados en adaptación, rusticidad, desarrollo y rendimiento económico. El manejo del ganado se hace sin gritos ni golpes siguiendo las más rigurosas normas de bienestar animal. Se guían con unas banderas de asta muy largas para poderlos mover en los corrales con mínimo estrés.
Para el transporte del ganado se adaptó la tecnología de una empresa de Brasil y así se ha logrado llevarlo desde el potrero hasta el mercado de Villavicencio, transportándolo en barcazas y camiones, con agua y bolas de pasto que se cuelgan de las varillas del medio de transporte y con mínimo estrés, con pérdida de sólo 2% de peso.
Todo este milagro se ha realizado con la participación de los habitantes locales, incluyendo a los indígenas. Es sorprendente la disciplina, orden y competencia con que trabajan estas personas, que al principio terminaban sus tareas antes del medio día porque estaban cansados. Pero ahora, gracias a la mejor nutrición y entrenamiento, y a la excelente gerencia técnica y profesional, trabajan su jornada completa y son trabajadores admirablemente responsables y productivos, que se ganan un salario digno y han mejorado su nivel de vida, el de sus familias y el de sus comunidades.
Con el paquete tecnológico ya consolidado y aplicado en la práctica, se tiene previsto dejar la cría, con 25.000 cabezas en San José, montar una hacienda de levante entre Nueva Antioquia y Puerto Gaitán, y otra hacienda para ceba entre Puerto Gaitán y Villavicencio. Así se podrá llegar a consolidar una ganadería de escala internacional para la exportación de carne.
Naturalmente, en la medida en que se siga cumpliendo el efecto demostración que ya se está presentando en el entorno de la Hacienda San José en Nueva Antioquia, se logrará en unos años impactar 4 a 5 millones de hectáreas de los departamentos de Vichada, Meta y Casanare para posicionar a Colombia como gran proveedor del mercado de carne bovina, que, en los próximos 30 años deberá aumentar su demanda en más de 70%, a consecuencia de los mayores ingresos de la población y de sus mayores requerimientos nutricionales.
Lo que pretende el proyecto es desarrollar un modelo sostenible y replicable a gran escala para posicionar a Colombia en el mercado mundial de carne, con calidad certificable en los mercados más exigentes desde el punto de vista de calidad y competitividad. El ganado de la Hacienda San José ya cumple con las exigencias de los mercados de carne más sofisticados del mundo. Ganado criado a pasto (“grass fed”,) sin antibióticos, químicos y hormonas de desarrollo y con una trazabilidad superior a la de Australia, Argentina, Brasil, México y Paraguay. Además, ha logrado beneficiar socialmente a la comunidad mediante acciones sociales que han impactado la educación, la salud, los hábitos nutricionales y la calidad de vida de los habitantes de Nueva Antioquia.
Hasta este momento estos objetivos se han logrado en la Hacienda San José, la cual ha tenido ya un efecto demostración que ha sido imitado en sus características básicas por otras fincas ubicadas en los alrededores de la hacienda.

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