Si algunos
tienen la idea que tragarse sapos es una alternativa para consolidar la
ganadería, están lejos de entender que es precisamente la posición vertical de
Demogan, la que nos ha permitido avanzar con paso firme, sin necesidad de
ingerir anfibios y tampoco negociar principios.
Nosotros no
hacemos alianzas que no sean públicas y que podamos comentar con tranquilidad.
Les compartimos un ejemplo que sucedió hace unas tres semanas. En la reunión
que se llevó a cabo en Bogotá de la Nueva Federación Ganadera (NFG) sugerimos
que se nombrara como presidente a Alfredo García Burgos, con la esperanza que
fuera una verdadera renovación ganadera, moral, de transparencia, en una palabra
de la ética. Previamente, y por sugerencia de algún buen amigo, habíamos viajado
a Montería a compartir nuestras ideas con García, empezando por la ley 89 de
1993, que exige al gremio que administre fondos parafiscales, detentar una
PROFUNDA democracia, cumplir con la ley no es negociable para nadie en este
proceso. Por esa razón, también le pedimos, no acceder al manejo del Fondo
Nacional del Ganado (FNG) hasta no poder demostrar que cumple con la constitución.
Desde luego le pedimos, que no se hicieran acuerdos con asociaciones,
federaciones o personas que hubieran pertenecido a la anterior junta del FNG.
Él lo registró y hasta donde entendimos lo acepto. Al menos hasta ahora, no
hemos tenido señales que están en conversaciones con ninguno de ellos.
De otra
parte, el ministerio de agricultura nos explicó que era necesario abrir la
licitación del FNG, que se recibirían observaciones y se modificaría si estaban
de acuerdo, o se responderían argumentado la razón para no cambiar a pesar de
los argumentos que presentaran los interesados. Desde Demogan hicimos varias
preguntas que aún no se responden, seguramente las estarán procesando. El
tiempo corre, y debe ser claro que existen líneas rojas que los ganaderos no
están dispuestos a transar, como es el caso que se le regrese el FNG al
anterior administrador, o a alguno de los que pertenecían a su junta.
Señalamos también que era mejor posponer la adjudicación hasta que no tuviera
el ministerio un consenso democrático nacional. A nada se ha dado respuesta.
Les recordamos que una de nuestras máximas es: “Solo el Silencio es Inútil” así
de claro lo expresamos, no lo decimos por decirlo sino porque creemos en ella.
Los sapos no
son para tragárselos, sino para echarlos al agua (Lo mismo que los patos) así
que la peregrina expresión, que en ocasiones debemos tragarnos sapos no está en
el talante de nuestro movimiento. No buscamos el manejo de dineros
parafiscales, y no entendemos como una licitación puede pasar por encima del
voto de cada ganadero; eso no es un sapo, ese es un principio que esperamos que
cualquiera que se presente a licitar y desde luego el ministerio, acepten como
la LÍNEA ROJA que nadie puede transgredir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario