Vecol lleva
mucho tiempo promoviendo la cepa 19 como la solución para neutralizar la
brucelosis en el país. La realidad, en ocasiones es diferente. De hecho, nos llegan
testimonios de fincas, denunciando que no funciona. Contratistas del ICA, ante
los justos reclamos de los ganaderos por cuenta que los resultados de
laboratorio dan positivos una vez tras otra, avergonzados por tener que
recomendar la salida del fusil sanitario, aceptan que son obligados a ofrecer
la cepa 19, en lugar de la RB 51. ¿Es eso cierto? El gremio no lo sacamos
adelante sin autocrítica y sin verdades.
Desde luego
es fundamental despolitizar el ICA. Ese instituto tiene a su cuidado la sanidad
agropecuaria del país, no para resolver la nómina de ningún movimiento político. De ahí
la importancia que sea el ministro quien designe su gerente, de esa manera
aseguramos unidad de mando y la posibilidad que si se equivoca en la
designación, salga por sus errores y no por los de un político que solo le
interesan los nombramientos.
Documentos
de la mayor seriedad dan fe de la calidad que ofrece la RB51. ¿Es posible que
lo desconozcan Vecol, el ministerio y el ICA?
Les compartimos puntos de vista diferentes: Argentina
tiene prohibida la RB51, una de las razones, es que el laboratorio oficial produce la Cepa 19; seguramente tendrán otras, su vecino Uruguay con prácticas ganaderas
altas, prefiere la RB51. Estados Unidos y Chile sugieren que es con la RB51
que pueden ERRADICAR la enfermedad, no solo controlarla. Por último, un
ganadero estudioso nos hace el siguiente comentario: “La cepa 19, da títulos
positivos vacunales, pero no son por presencia de la enfermedad que se
pretende prevenir, desvirtuándose mediante una prueba de laboratorio,
Elisa Competitiva; debe considerarse también si la muestra es representativa,
al universo vacunado. Ninguna vacuna garantiza el 100% de inmunidad. Personalmente, tengo buen concepto de la Cepa 19., aunque uso la
RB51, por razón de los títulos vacunales.”
Como pueden ver, son tres puntos de vista diferentes.
Al final, debe ser la comunidad científica en unión de los finqueros, Vecol, el
ICA, el ministerio y otros laboratorios, quienes deben ayudarnos a despejar las
incógnitas.
No se trata
de rasgarse las vestiduras, tampoco que el fundamentalismo en ninguna de sus
expresiones, salga a decir que la afirmación es sesgada, sencillamente porque
NO lo es. Para mayor tranquilidad de la empresa gubernamental y de los
empresarios, queremos pedir que nos escriban denunciado los casos donde después
de vacunado el ganado el resultado final es sacrificar vientres.
La vacuna
contra la brucelosis, la utilizan como
argumento para comprar más dosis contra la aftosa, producida por Vecol. El concepto es
errado. Inyectar el ganado con las dos vacunas al mismo tiempo, de acuerdo con
información de organismos internacionales, NO es recomendable. Decir que le
regalan a los dueños de hatos, y que luego tengan que sacrificar así sea una sola
hembra, tiene costos evidentes y ocultos que exceden en mucho el “regalo”; es
como entregarle a Superman, dulces envueltos en kriptonita.
No se trata
de estigmatizar, tampoco de deificar al fabricante gubernamental, se trata de
ser responsables con nuestro hato.
La protección industrial es buen tema de discusión, sobreproteger es una práctica que pervierte. Hemos insistido que se evite considerar a los hombres de campo, personas ausentes de raciocinio. ¿Quién mejor, que el dueño de finca, que es el primer interesado en la sanidad de sus animales, para orientarnos acerca de cuáles son las mejores soluciones para ser un país libre de aftosa con vacunación? O para determinar ¿Si la cepa 19 es la mejor alternativa para evitar la zoonótica enfermedad y mantener sus animales, libres de brucelosis? Desde luego, que la nuestra es una propuesta que no pretende excluir a veterinarios y científicos que trabajan responsablemente, en torno al tema central que es la sanidad bovina y bufalina.
La protección industrial es buen tema de discusión, sobreproteger es una práctica que pervierte. Hemos insistido que se evite considerar a los hombres de campo, personas ausentes de raciocinio. ¿Quién mejor, que el dueño de finca, que es el primer interesado en la sanidad de sus animales, para orientarnos acerca de cuáles son las mejores soluciones para ser un país libre de aftosa con vacunación? O para determinar ¿Si la cepa 19 es la mejor alternativa para evitar la zoonótica enfermedad y mantener sus animales, libres de brucelosis? Desde luego, que la nuestra es una propuesta que no pretende excluir a veterinarios y científicos que trabajan responsablemente, en torno al tema central que es la sanidad bovina y bufalina.
Las
prácticas no incluyentes que se fueron enquistando en nuestra ganadería, por
cuenta de acuerdos incomprensibles entre Fedegan y aquellos que aceptaban sin
chistar las pataletas del diminuto y ególatra dictador, permitían por
ejemplo, que si se rechazaban lotes de la vacuna antiaftosa, se pospusiera a
voluntad del gerente de la federación los ciclos para mantenernos con nuestro
estatus de “libres de aftosa con vacunación”. Esa manera de actuar hizo que la
mayoría se sintiera excluida de su negocio. Eso, no debe volver a suceder.
Pensar que un gremio, tiene el poder científico o político de la ganadería, no
lo aceptamos en Demogan, de hecho, buscamos que desde todas las fincas se
active la inteligencia colectiva, que todos aporten sus experiencias, sus
observaciones, sus ideas. El oscurantismo medieval que tenían que aceptar los
finqueros, unido al culto de la personalidad de una sola persona, que
condecoraba la mayoría de las veces (Desde luego, no siempre) a aquellos que
columpiaban pebeteros con incienso, debe ser erradicado.
Nosotros
apreciamos al ministro de agricultura, él lo sabe; sin embargo estamos
convencidos que los gestos de verdadera amistad deben estar revestidos con la verdad. La manera como se dignifica al campo es cuando escuchamos al
campesino, al empresario, al industrial.
Vecol, ya
había dejado sin vacuna contra la estomatitis a algunas regiones, propensas a
esa enfermedad. Lo denunciamos entregándole al ministerio un testimonio escrito;
no tenemos idea que sucedió con eso. Nos urge saberlo junto con los correctivos
para que no se repitan los casos. Dignificamos la comunicación cuando damos
respuestas veraces, no disculpas inútiles.
Más allá de si sirve o no la vacuna, es que debemos continuar buscando tener una ganadería libre de problemas sanitarios. Sin
escuchar a los hombres de campo. La
democracia es imperfecta, sin embargo, nada resulta tan anómalo, como evitar la
crítica y no consultar a los que todos los días están al frente de sus fincas. Para los hombres de campo, el reconocimiento y el respeto de Demogan.
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