El 23 de
agosto en el Hotel Tequendama, con la participación de 20 departamentos, se
dio inicio al perfeccionamiento de los estatutos, para fundar la NUEVA
FEDERACIÓN GANADERA DE COLOMBIA. Fue un evento donde prevaleció la democracia.
Allí tuvieron espacio ideas divergentes, situación a la que los ganaderos no
estaban acostumbrados.
Pocas veces
utilizo la primera persona del singular en estos escritos, sin embargo hoy debo
hacerlo. En primer lugar, porque fui yo quien sugirió el nombre de Alfredo
García Burgos, para que presidiera el nuevo gremio. No lo hice para que
prevalecieran las componendas a las que tiene acostumbrado Fedegan a sus
asociados, sino por razones de practicidad. Se me ocurrió, que llevar a cabo
allí una votación no iba resultar. Lo hice para darle dinámica al proceso, con
el convencimiento que posteriormente, se nombre en una votación democrática, no
solo al director ejecutivo, sino la junta directiva. Aspiro que esta
explicación, sea suficiente.
De otra
parte, apareció un libelo de Fedegan, donde nuevamente y desde luego
continuando con la manera como siempre ha intentado confundir a los ganaderos,
la afirmación que la reunión estuvo cargada de tensión por cuenta que estaba
Colanta y Alquería. Quienes esto escriben, suponen que yo trabajo para y con
Alquería ¡¡¡Qué más quisiera yo!!! Esa es una organización ejemplo de
transparencia, que como todas tiene detractores y personas que la apoyan. Yo
soy uno de los que la apoyan, no soy su empleado y como les consta a mis
colegas de Demogan, son muchas las ocasiones en donde no hemos coincidido.
Cuando propuse, que la industria participara en el nuevo gremio, fui derrotado.
Esa es una de las maravillas que tiene la democracia, en ocasiones ganamos y en
otras perdemos. Respetuoso como soy de las decisiones de la mayoría, no
continué promoviendo esa idea, a pesar de estar convencido que es lo mejor para
todos.
Otra
afirmación que ya habían hecho es que soy contratista del estado. No es verdad,
soy consultor de Cotecmar, el primer astillero del país, que no recibe dineros
del estado y pertenece a la Armada. Mi obligación, es asesorarlos, en temas
fluviales, de cabotaje y exportaciones. Ya desde el año 2000 al primer
presidente de esa corporación, le había sugerido la importancia de exportar;
solo hasta ahora lo estamos logrando; estos no son ejercicios de unos pocos
meses. Les comparto todo esto, para evitar más fábulas en torno a mí vida.
Nadie en
Demogan aceptó un puesto en el nuevo gremio. Nuestro interés se fundamenta en
que despegue una gremialidad para servir a los ganaderos, que sea incluyente y
democrática, donde todos sus asociados puedan expresarse y como lo hemos
afirmado muchas veces, donde todos seamos cultores del desacuerdo.
He tenido
ganado en el pasado. Hoy no soy dueño de ningún bovino o bufalino, mi familia, sí.
Me pidieron que aceptara servir a la ganadería desde Demogan, acepté hacerlo no
para buscar protagonismo, sino ofendido por la manera como Fedegan imponía su
falta de ideas. Hemos avanzado, pero desde luego falta mucho; le hemos dicho a
García Burgos, que lo apoyamos mientras esté alineado con principios
democráticos y de transparencia, mientras entienda que solo las mayorías permitan
que sea líder, compartiéndole nuestra definición de liderazgo, que es la de
servir y dar ejemplo, no la de imponer, tergiversar y evitar hablar de los
temas que preocupan a los ganaderos como son la sanidad, la rentabilidad de sus
fincas, y no la vergonzosa imposición de ideas políticas, que es probable que
muchos compartan, pero que no son los gremios el lugar para promoverlas, que no
aceptamos que utilice este gremio incluyente, para lanzarse a representar
partido alguno. Hasta ahora lo ha aceptado. Continuaremos vigilantes.
La NUEVA FEDERACIÓN GANADERA DE COLOMBIA, tiene
ante sí mucho trabajo: Reconstruir la confianza perdida de los ganaderos en el
gremio que más aparecía y que menos los representaba, fortalecer y coordinar la
sanidad en las fincas; hoy tenemos latentes 14 enfermedades para las que
debemos proponer una estrategia y proceder con ella; el nuevo gremio debe rápidamente
quedar formalmente constituido, para empezar a trabajar con seriedad por sus
agremiados. Proponer soluciones para que los finqueros y sus descendientes, se
queden en el campo para fortalecer nuestra seguridad alimentaria, que el campo
sea un negocio, no un castigo, que al ganadero lo miren con la admiración y el
respeto con que en otras épocas lo acogían. Son muchas cosas por hacer, Demogan
acompañará al nuevo gremio, mientras este represente la decencia, la democracia
y el servicio a sus asociados.
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