El 21 de
abril de 2016, le aprobaron al señor Pedro María Moreno Gómez, en
representación de su compañía, Agroindustrial Pecuaria Integral SAS (API) un
crédito hasta por $85 millones de dólares al 4,8% anual, una institución
bancaria de nombre RPA-NPO TAZA BULAK dirección 34ª, DOSTYK AVE. 050010, ALMATY,
KAZAKHSTAN su correo es FINANCE@TAZABULAK.NET su sitio web es www.tazabulak.net su teléfono, +77113509462. La garantía
que exigen, es un seguro que tiene un costo de $680,000 dólares al año.
Adicionalmente, las cuotas son constantes con vencimientos anuales, pagando
intereses durante la vigencia del crédito, por un total de $28’560,000 dólares.
Estos son los puntos relevantes del negocio financiero.
Vienen ahora
las preguntas que muchos nos hacemos y que aún no tienen respuesta. No
consideramos necesario ahondar más en el pasado del señor Moreno; en cambio, si creemos
importante tratar de entender las razones por las que un empresario con esa
capacidad de conseguir dinero, no logró entender la inviabilidad del negocio
que compraba con un préstamo a siete
años. Que según nuestros cálculos y teniendo solamente en cuenta la cancelación
de los $100 mil millones de pesos colombianos por el 53% de las acciones ($33
millones de dólares), en siete años exigiría un pago mensual en dólares (El
préstamos era en esa moneda) de $473,324, o si lo prefieren de $1’390 millones
de pesos al mes. Dice el señor Moreno, que otra parte de la garantía, eran las
acciones de Friogan, eso supondría que la empresa repartiera un total de $2’622
millones al mes, para ayudarle a atender el pago a su nuevo accionista. La
empresa jamás ha tenido esa caja libre.
De otra
parte, está la entidad financiera que solo exige un seguro como garantía de
pago. Da la impresión que no estudió los balances. Esa liberalidad no es propia
de una institución seria.
En este
espacio, hemos repetido una y otra vez las cifras de Friogan, llamándonos la
atención la cuenta de intangibles, que aparece en su balance (2014) por $50 mil
millones. ¿Licencias de Software? ¿Marcas? ¿Patentes? ¿Ninguna de las
anteriores? ¿El inversionista analizó esa y todas las cuentas? No lo sabemos;
tan solo dejamos la inquietud.
Todo esto,
debe poner a pensar a los ganaderos de Colombia. No hay profesionalismo, esto
se evidencia en todas las operaciones. Que el gerente de Fedegan no se hubiera
preocupado por estudiar quien era el comprador, ratifica la falta de cuidado
que tiene ese gremio para hacer sus negocios. De ahí, los desenlaces en cada uno de sus emprendimientos, que el gremio ganadero no termina de
lamentar.
No entendemos como la junta de
Fedegán, fue tan permisiva con su gerente.
Eso desde luego, no es algo acerca de lo que DEMOGAN pueda opinar pues no
pertenecemos a esa institución. Sin duda, algo que ofende sobremanera y acerca
de lo que si debemos discutir, es la junta del Fondo Nacional del Ganado (FNG)
que por decir lo menos fue permisiva, con las propuestas que hacía el gerente
de Fedegan para prestar e invertir en Friogan. A pesar que no teníamos toda la
información, anticipábamos que no era un negocio para el Fondo por dos razones:
la primera, porque los dineros de la parafiscalidad son de destinación
específica, la segunda, porque para todos era evidente lo mal manejado que era
ese negocio.
El Ministro
Aurelio Iragorri, el viceministro Juan Pablo Pineda y el antes promotor y hoy
liquidador del Fondo, Pablo Muñoz Gómez, han actuado con cuidado extremo,
siempre dándole a Fedegan todas las garantías para que pudiera solucionar sus
dificultades.
El gremio
solo fue capaz de amenazar a las autoridades, y desde luego comprometer y
acabar con 347 empleos del fondo y entendemos que más de 750 empleos de
Friogan. Cuando la arrogancia se impone sobre la razón y el buen juicio, no hay
mucho que se pueda hacer. Ahí están los resultados, la gran perdedora, es la
ganadería colombiana que hubo de tolerar más de 11 años un diminuto emperador
que arrasó con la institución. Es urgente, que los dineros para liquidar
justamente a los empleados del Fondo Nacional del Ganado, se giren para que
estas personas no tengan más inconvenientes, lo mismo debe suceder con los
empleados de Friogan.
Por último,
esperamos que nos definan la fecha para adelantar el gran acuerdo para la
prosperidad ganadera, y allí debatir el futuro de una profesión que le permitió
a Colombia alimentarse y llegar hasta hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario