Ya es común
ver la manera como Fedegan maneja el sector, sin tener en cuenta los hechos,
sino desviando argumentos, nunca respondiendo por sus actuaciones.
Nos
referimos específicamente, a la acusación que en contra del ministro Juan
Camilo Restrepo presentó ante la Procuraduría ese gremio.
Restrepo no
pertenece a Demogan, ni este movimiento se fundó para apoyar al ex ministro. Nuestra cercanía, se deriva de
reconocer su trabajo transparente y serio al frente del ministerio de
Agricultura, desde luego su actitud gallarda, su capacidad de análisis, el
estudio de los problemas desde diferentes ángulos, que le permite ofrecer
soluciones respaldadas con cifras e insistimos, por encima de todo su
incuestionable probidad, que desde luego no le asegura infalibilidad.
La orden
clara que emanó del ministerio que presidía Restrepo, era que Fedegan se
democratizara, entendemos que la instrucción salió del resumen ejecutivo que
había presentado BDO, que después no solo fue ratificado sino que abundó en
razones para que se exigiera esa elemental condición que no es del ministerio
sino de la constitución. Así que se acusa a Juan Camilo, de exigir democracia.
No lo entendemos. Un país democrático que persigue a quien cuida de su esencia;
“cosa es de volverse loco”. Por lo visto, la cantidad de irregularidades que
aunque ya se conocían, las ratifica el informe y todo se olvida, por la grave irregularidad de exigir
democracia.
Aparentemente,
el socio de BDO agredió a su esposa. Eso es algo que no puede permitirlo el
país, no solo en aquellos que investigan el
comportamiento de un gremio sino en nadie. Estamos seguros, que el
gerente de Fedegan, nunca ha agredido una dama, por eso lo acompañamos en su
molestia, sin embargo, desconcierta que el mal comportamiento del auditor con
su esposa sea la preocupación del gerente, y no las más de 10 irregularidades
que señala el informe y que no ha respondido. ¿Por qué no lo responde? Mi padre
me decía “Al único que no le molesta que le tomen cuentas, es al hombre
honesto” repito, ¿Cuál es la razón para molestarse?
En el
contrato entre Fedegan y el ministerio, firmado por el ministro Carlos Gustavo
Cano, entregándole el manejo del FNG a Fedegan, quedó claro que el ministerio, podía contratar una auditoría
cuando lo estimara. ¿A quién se le ocurre que el investigado diga cuando se le
puede investigar o quién lo puede hacer? Esto simplemente ratifica que ese
gremio que representa un pequeño sector de la ganadería, solo acepta
privilegios para sus amigos. Los privilegios, son una de las amenazas que
gravitan sobre nuestras vidas. La propuesta de Demogan es sencilla: Un ganadero
un voto, no a la parafiscalidad sin representación y solo el silencio es
inútil. Es impracticable que a todos nos vaya igual de bien, eso sería un raro
privilegio que hasta donde entendemos no existe en ningún país del mundo.
Creemos que no es a partir de la infamia que se llega a la verdad ni a la
democracia, pedir que la junta del Fondo Nacional del Ganado se elija por voto
democrático, no puede ser tan difícil de entender, de hecho ya eso sucede en
los fondos del café, cacao y frutas y verduras.
Es infame,
no responder al país ganadero que dice representar Fedegan el informe de BDO,
es infame que se centre en la persona que preside esa compañía y no en el
informe, es infame que no acepte que la democracia no puede ni debe ser
negociada, es infame que se considere el gerente de Fedegan que puede desde su
puesto hacer política partidista, es infame que no de razón del descalabro de
Friogan, es infame que no explique porque además del 5% que le pagan por
“administrar” el fondo, necesita una nómina que tiene un costo que excede los
$22 mil millones de pesos, es infame que no informe con exactitud cuánto cuesta
de verdad el manejo de la campaña de aftosa.
Necesitamos que Fedegan le informe a los
ganaderos que ha sucedido con cada peso del fondo desde el momento que le
entregaron su manejo, no hacerlo es infame.
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