Por: HORACIO DEL CASTILLO RESTREPO
Fue la ley 89 de 1993 la que estableció la cuota de Fomento Ganadero y
Lechero y se creó el Fondo Nacional del Ganado (FNG). El Gobierno Nacional
designo al Ministerio de Agricultura para contratar con Fedegán la
administración y recaudo final de las cuotas de Fomento Ganadero y Lechero que
pagamos todos los ganaderos de Colombia, grandes y chicos, de manera
obligatoria. A partir de ese momento, el FNG pasó a ser el segundo, después del
Cafetero, con un recaudo aproximado de 100.000 millones de pesos al año. Esto
trajo como consecuencia que Fedegán, otrora al borde de la quiebra, pasara a
ser una asociación rica y poderosa gracias a todos los ganaderos del país.
Hoy, mediante una tardía pero justa decisión, el Ministerio de
Agricultura, a partir del 1 de enero del 2016, le quita la administración del
FNG a Fedegán y se lo entrega a Fiduagraria. Seguramente, el Presidente de
Fedegán, Dr José Félix Lafaurie saldrá mañana a rasgarse las vestiduras y a
demandar a diestra y siniestra, como es su estilo, al Ministro Iragorri. Dirá
que todo esto es una persecución política, que lo están castigando por estar en
la otra orilla ideológica del gobierno, que no lo perdonan porque es enemigo de
las negociaciones de paz, etc.
Todos los ganaderos sabemos que Fedegán es un club privado. Sus estatutos están convenientemente redactados para mantener en el poder a un grupito de privilegiados. Los indecorosos manejos dados al FNG han sido destapados mediante auditoria privada contratada por el gobierno. La quiebra de Friogán amenaza la misma subsistencia del FNG, garante de los mal administrados frigoríficos por parte de Fedegán. La Contraloría recomendó al legislativo a legislar de nuevo y al gobierno a no renovar contratos cuando se trata de parafiscales, pues las asociaciones que administran parafiscales deben implementar claras y verificables estructuras democráticas y este no es el caso de Fedegán.
Creo interpretar el deseo de la inmensa mayoría de los ganaderos del país: queremos un Fedegán democrático e incluyente, donde cada ganadero comprobado sea un voto. Si vamos a seguir manteniendo a Fedegán, por lógica tenemos derecho elegir y ser elegidos. No queremos que el FNG sea dividido entre carne y leche como algunos pretenden. ¿Qué modelo a seguir? ¡La Federación Nacional de Cafeteros! Ya está inventado.
Todo esto será posible solamente después de que el artífice de los problemas de Fedegán, el Dr. J.F Lafaurie, quien hasta ha utilizado su posición para hacer política, en un acto de sensatez renuncie a la presidencia de la Federación. Solamente de esta manera comenzara la reconciliación de todos los ganaderos del país con nuestro máximo organismo gremial.
Todos los ganaderos sabemos que Fedegán es un club privado. Sus estatutos están convenientemente redactados para mantener en el poder a un grupito de privilegiados. Los indecorosos manejos dados al FNG han sido destapados mediante auditoria privada contratada por el gobierno. La quiebra de Friogán amenaza la misma subsistencia del FNG, garante de los mal administrados frigoríficos por parte de Fedegán. La Contraloría recomendó al legislativo a legislar de nuevo y al gobierno a no renovar contratos cuando se trata de parafiscales, pues las asociaciones que administran parafiscales deben implementar claras y verificables estructuras democráticas y este no es el caso de Fedegán.
Creo interpretar el deseo de la inmensa mayoría de los ganaderos del país: queremos un Fedegán democrático e incluyente, donde cada ganadero comprobado sea un voto. Si vamos a seguir manteniendo a Fedegán, por lógica tenemos derecho elegir y ser elegidos. No queremos que el FNG sea dividido entre carne y leche como algunos pretenden. ¿Qué modelo a seguir? ¡La Federación Nacional de Cafeteros! Ya está inventado.
Todo esto será posible solamente después de que el artífice de los problemas de Fedegán, el Dr. J.F Lafaurie, quien hasta ha utilizado su posición para hacer política, en un acto de sensatez renuncie a la presidencia de la Federación. Solamente de esta manera comenzara la reconciliación de todos los ganaderos del país con nuestro máximo organismo gremial.
Muy bien sustentados todos los artículos publicados en este blog. Sugiero utilizar de forma más eficiente la utilidad que brindan las redes sociales, para volver este clamor del sector un virus virtual.
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