De acuerdo
con la información que nos ha llegado, Friogan, hoy en ley 1116, tiene
inversionistas con el conocimiento para sacar adelante el negocio, y el capital
para invertir en la empresa.
En hora
buena. Apoyamos la iniciativa con la seguridad, que los interrogantes que
tenemos han sido resueltos favorablemente.
Con el ánimo
que la comunidad ganadera esté informada, solicitamos al liquidador, al
ministerio de agricultura, la Contraloría, la Súper Intendencia de Sociedades y
en general a quienes conocen el proceso, compartan si las dificultades de la
empresa han venido siendo reparadas de manera adecuada.
Nuestras
preguntas surgen por no tener acceso a los balances ni a informes que permitan a
los ganaderos conocer el detalle.
Recordemos
que el Fondo Nacional del Ganado (FNG) es el dueño del 78,67%, así que salvar
Friogan, es fortalecer el fondo.
En primer lugar, cuál era el valor de la acción y en cuánto está hoy. Mantener el
valor de la empresa y aumentarla, es lo lógico, el deterioro de los números no
es una práctica aceptable, en especial si se tiene en cuenta que el FNG es de
muchos ganaderos. Las inversiones que se hacen cuando alguien maneja dineros
del público exigen vigilancia, mantener informados a los aportantes y cuidados
extremos. Desde luego el resto de los inversionistas, tampoco pueden ver
deteriorado su patrimonio.
Entendemos
por noticias en prensa, que el IDEA, está dispuesto a capitalizar la deuda y
los intereses. Sin embargo, una vez esto suceda, el monto adeudado a la banca
excede los $60 mil millones de pesos. Lo más probable es que los nuevos
inversionistas asuman las deudas con los bancos.
Las pérdidas
acumuladas eran unos $50 mil millones, eso no implica que estuviera la empresa
en causal de liquidación, pero si es pertinente entender con claridad las
razones por las que se llegó a esa situación. Hay quien dice que es por no
haber puesto el decreto 1500 en vigor, cosa que no entendemos pues las
operaciones de sacrificio en el resto del país, gozaban y gozan de excelente
salud financiera y tendría que haberlas afectado esa realidad y nada les
sucedió. Vale la pena saber si Friogan cumple con las exigencias del decreto.
También afirman que es por el cierre de las exportaciones a Venezuela; eso no
puede ser, pues tanto los que exportaban como los que no exportaban,
continuaron dando utilidades sin afectación alguna. Hacerse preguntas es propio
del debate democrático, no hacerlas es no profundizar en las lecciones aprendidas.
Con
seguridad los nuevos accionistas, van a tener que invertir en las plantas un
dinero apreciable, pues seguramente no se realizaron los mantenimientos y
exista la necesidad de ponerse al día en tecnología.
De las 5
empresas que se fusionaron en el 2006, ¿cuántas están funcionando? ¿Van a
continuar los nuevos socios sacrificando ganado en todas ellas? ¿cuántos
animales deben degollarse al día para que estas operaciones sean rentables? Es
probable que la respuesta a esta última pregunta sea que todo depende de la
calidad gerencial que tenga cada operación.
La
valoración de una empresa, no es solamente por sus inversiones o localización,
sino primordialmente radica en la generación de caja y claro está, en la
estrategia que con seguridad tienen quienes decidieron invertir. Los
frigoríficos han demostrado ser negocios rentables, esa con seguridad es la
primera razón por la que invirtieron estos empresarios. Para el país no es
conveniente disminuir su capacidad instalada de sacrificio. Debemos transformarnos
en jugadores mundiales de la carne y de la leche, por eso aplaudimos que
Friogan no se vaya a la ruina.
Cualquier
empresario sabe que no es conveniente depender de un solo cliente o en el caso
de las exportaciones tener un solo país que compre. El caso de Friogan no debe
repetirse, pues era evidente que Venezuela que es un país gobernado por
forajidos desde hace cerca de 20 años, no es confiable como cliente.
¿Cuánto se
le está debiendo a los ganaderos por ganado comprado, sacrificado y no
cancelado?
¿Cómo está
la caja de la empresa hoy? Y, si tiene liquidez, ¿es luego abonar al pago de
las deudas?
Por último,
si era válido invertir en frigoríficos, ¿por qué no se invirtió en una
operación para transformar leche? Y si no ¿por qué invirtió el FNG? Demogan
considera que la parafiscalidad no debe ser utilizada en financiar negocios, la
empresa privada ha demostrado ser insustituible; los empresarios, cuidan el
dinero, evitan la burocracia, si les va mal no afectan a muchos, compiten, se
actualizan, intentan mantener sus empresas rentables, creando el círculo
maravilloso de la productividad y la abundancia.
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