Estamos
atrapados por nuestros paradigmas. Solo nos ponemos de acuerdo para criticar a
quien sea que definamos como contraparte.
No hay
dialogo, lo peor, es la ausencia de comunicaciones; quienes se autodefinen como
líderes, están atrapados por sus rencores. Demogan ha intentado acercamientos
buscando aliados, que inmediatamente aceptan servir de puentes, pero las
conversaciones nunca se dan. Cada uno va por su lado: Ganaderos, Industriales,
gremios, gobierno. Nuestra incapacidad generalizada de discutir diferencias,
habla mal de todos. Ratifica que solo interesa a las partes prevalecer sin
ceder un ápice.
Las
discusiones entre industriales y productores se circunscriben al precio. Los
industriales piensan que los ganaderos no saben llevar sus costos y los
productores que los industriales ganan mucho.
Las
relaciones que deberían estar guiadas a obtener objetivos comunes, no están en las
agendas de las partes. Siempre quedamos con la impresión que estuviéramos en
negocios diferentes.
Les comparto
algunas propuestas que nacen de la reflexión, que buscan sumar y no continuar
menoscabando un negocio que se ha logrado mantener, a pesar de los ataques que
recibe de los interesados.
Para
empezar, proponemos aceptar responsabilidades. No continuemos afirmando que son
solo los otros los que hacen daño.
¿Cómo puedo
hacer yo productor para que la industria sea más prospera? ¿Cómo puedo yo
industrial hacer que los productores tengan mejores ingresos? Este cambio de
dirección ¿Será que nos ayuda?
Los gremios
de los productores están obnubilados por conseguir que le entreguen a cada uno
el manejo de Fondo Nacional del Ganado. ¿Qué sucede si para variar, deja este
tema de ser el centro de todas las discusiones y trabajan por sus agremiados?
¿Les parece
si entre gremios, industriales y ganaderos hacen una propuesta conjunta para
ser veedores de las vías terciarias?
La energía
se ha convertido no en un servicio, sino en un azote de la productividad.
Afecta a todos, perder calidad de la leche por falta de frío, es una iniquidad
absoluta, pues inmediatamente castigan el precio al lechero y no es a él quien
deben cobrarle.
Los
impuestos catastrales, tema acerca del cual nos hemos referido en varias
ocasiones, castigan de manera severa la economía del ganadero. Los alcaldes se
despacharon aumentando las tarifas, el ministerio de agricultura nada ha hecho,
los gremios tampoco. ¿No es este un tema para el que deberíamos todos estar
unidos con un planteamiento colegiado? La continua mala gestión de los alcaldes
no puede afectar los ingresos de los campesinos.
Planteamientos
conjuntos en torno a la sanidad, crear un plan de silvicultura, cuidar el agua,
respetar y remunerar dignamente al empleado del campo, velar para que los
residuos de las plantas industriales y de las fincas, no lleguen sin tratar a
los afluentes de los ríos, son todos temas que deberían unirnos, estar en un
diálogo permanente, y citar a tertulias ganaderas a lo largo y ancho del país, para empezar a hablar de ganadería, y no continuar rebuscando infamias, para ver quien se muere primero:
si el que crea el veneno o el que se lo bebe.
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