“El progreso
de los cultivadores no debe medirse con el aumento de la oferta, sino con el de
lograr mayor rentabilidad y la posibilidad de vender toda su producción” Con esta frase el presidente de la SAC, Jorge
Bedoya, deja claro que el proyecto “Colombia Siembra” quedó a medias. Según él,
había que dejar clara la idea de “Colombia Compra” Estamos de acuerdo.
Eso sucede, cuando los industriales no son tenidos en cuenta para
ensamblar y no para embalsamar una política agraria. Lamentablemente, los
productores del campo, no saben comercializar sus productos. Tampoco manejan
como en otros lugares del mundo denominaciones de origen, que les permitan
cerrar círculos productivos.
La frase de Bedoya, nos exige continuar explicando la razón por la que la
resolución de la leche, permite no detener el crecimiento de los ganaderos y al
contrario asegurar mayores ingresos para ellos. Colombia Siembra, con todo el
soporte del gobierno, falla, -desde luego eso lo lamentamos- por el punto débil
de la agricultura que es la falta de acopio y de comercialización. La resolución
que efectivamente Demogan apoya, por nada diferente que estamos convencidos que
esta asegura el crecimiento del hato ganadero, y mejora los ingresos de los
lecheros, empieza por identificar un mercado de volumen como es la leche en
polvo, sin que esto sea una limitación para desarrollar, el mercado de otros
productos como pueden ser, queso, leche saborizada, arequipe etc. que requieren
una estructura de mercadeo, empaque, logística, etc.
Desde luego desconciertan los bandazos que algunos dan; primero aceptan
que puede discutirse una política de precios mínimos, luego lo olvidan. No
importa, Demogan continuará promoviendo esta resolución, entendiendo qué si
perdemos de manera democrática, le damos la bienvenida a esa realidad. Para
nosotros, lo primordial es sacudirnos de esquemas anacrónicos en donde no
existe el disenso y solo prevalecen las comunicaciones sin sustento.
Es clara la posición de ANALAC y de algunos otros, la cual no
compartimos, pero respetamos. No es clara la posición del ministerio de
agricultura y por no serlo, no tenemos como apoyarla o controvertirla.
Impacta que el debate se fundamente en afirmaciones que no interpretan la
realidad. Un breve repaso, que esperamos se asimile fácilmente:
1. No es
obligatorio firmar el acuerdo.
2. Se compra
el 100% de la leche.
3. Se paga la
producción presupuestada a los precios acordados, sin enlechada entre industria
y productor.
4. El
excedente (Si lo hay) lo pagan al precio internacional hasta un mínimo que es
de $0,17 centavos de dólar, liquidado al cambio del día.
5. Estamos
seguros que este acuerdo mejoraría los ingresos de los pequeños productores,
pues a ellos les llega el menor precio durante las enlechadas.
6. Afirmar que
nunca hay excedentes es lo mismo que decir que siempre hay excedentes. No legislemos
sobre situaciones inexistentes.
7. Si nunca
tuviéramos excedentes, la leche siempre estaría al alza.
Desde luego, está la posibilidad que la leche se compre a precios del
mercado, lo mismo que sucede hoy con el ganado en pie. El precio del ganado
para carne, nunca se ha regulado y los cebadores y quienes venden ganado para
exportar, les va bien.
No tenemos claro el costo del subsidio que proponen algunos. ¿Puede
alguien ilustrarnos?
El debate ha dado, para proponer que la sanidad animal sea a cargo del
estado. No es real ni conveniente. Nadie mejor que el ganadero para vigilar su
hato y mejorarlo. La intervención del estado, es exactamente lo contrario a la
libre empresa.
Aumentar la demanda interna por decreto tampoco es real.
Estamos abiertos al
debate respetuoso, sin duda sería conveniente recibir de los contradictores, no
solo las razones por las que se oponen, sino cual son sus propuestas para
mejorar la vida de los campesinos.
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